Capítulo Nueve

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Leah

-¡YA BASTA!. - Todos volteamos en dirección proveniente de la voz y me quedo en shock al ver que se trata de Monica.

-Monica... - Mi padre la mira consternado.

-Por Dios, ¿no se dan cuenta que lo importante aquí es que Leah está bien? - Todos me miran y comienzo a sentirme incomoda. - ¡Dejen sus diferencias de años atrás por un instante!.

Aunque la mujer no me agradara en absoluto sabía que tenía razón, lo importante era que todos estabamos bien...

Excepto por él.

-Escuchen, - Miro a la mujer y siento un nudo en el estomago. - Monica tiene razón, este no es momento ni lugar para discutir, así que por favor les pido a ti papá, que vayas a casa. Cuando yo esté lista para irme puedes venir por mí. - Sabía que a mi padre no le gustaba la idea pero no quería estar con él.

-Y Derek, - Mis ojos se encuentran con los suyos y aunque sé que está arrepentido, no puedo permitirme estar a su lado. - Te pido que te marches por favor.

Como por arte de magia, todos se marcharon dejandome sola, y aunque sabía que esto no era lo correcto mi mente solo viajaba a una sola persona...

Él

Como si mi mente controlara todo lo que me rodea; la enfermera de mi héroe sale en mi busqueda.

-¡Señorita! - Camino rápidamente hacia ella.

-Hola, ¿cómo está él? - Quisiera no notarme preocupada, pero es imposible al ver que me ha rescatado en dos ocasiones.

-Ya se encuentra estable. - Ella me sonríe y siento un gran alivio.- En estos momentos está un poco sedado, pero creo que puedes ir a verle.

Asiento efusivamente y la sigo hasta que me percato de que voy a entrar a verle...

¡Voy a entrar a verlo y aún no sé su nombre!.

-Disculpa, - Toco el hombro de la enfermera un poco alarmada.- ¿Sabes cuál es el nombre de él?. - Su sonrisa se ensancha y cuando creo que me dirá el nombre niega con la cabeza.

-Es mejor que te lo diga él. - Llegamos a la habitación.

Me guiña un ojo y antes de que pueda replicar, ya ha abierto y yo le estoy viendo su torso completamente desnudo...

Santo Dios.

Este hombre tenía un cuerpo de infarto y justamente eso era lo que me iba a dar a mí, pero no precisamente por su abdomen marcado, sino por todos los tatuajes que cubrían cientos de cicatrices en su cuerpo.

-Dios mío. - Susurro en voz baja. Me acerco lentamente a la camilla a un lado y lo aprecio mejor. No puedo creer lo lleno que está de cicatrices.

No me había percatado del tiempo en que comencé a tocar su torso hasta que él habló.

-Estoy sedado... no muerto... - Quito mi mano rápidamente y lo miro alarmada.

-Yo, yo... Am, yo...

-Estabas... viendo mis... cicatrices... sí, ya lo sé... - Siento como mis mejillas se tornan rojas y yo quiero que el suelo me trague.

-¿Cómo te sientes? - Cambio rápido de tema.

-Como la... mierda - Responde con dificultad. - Me encontraba... mejor... antes de entrar... aquí.

-No te he agradecido como correspondía - Murmuro. - Sin ti hubiera muerto atropellada.

-No tienes... que agradecer... Solo lo hice porque... no... mereces morir. - Sonrío timidamente y le doy un beso en la frente.

-Debo irme, pero vendré mañana, lo prometo.

Camino hacia la puerta no sin antes volverme.

-¿Cómo te llamas? - Lo miro a los ojos y por primera vez, él sonríe.

-Theo.

Sonrío y me marcho.

Theo...

Me desperté con su nombre nublando todos mis otros pensamientos, excepto el de uno...

Derek.

Estaba un poco aturdida por lo que había pasado entre los dos el día anterior, pero de verdad no podía traicionar a mi madre estando cerca de un Harris. ¡No sé ni porqué acepté ese empleo!. Tenía que buscar una forma de renunciar.

Fui al baño e hice mis necesidades para luego arreglarme e ir al hospital. Bajo las escaleras totalmente apresurada hasta que choco contra Monica.

Genial.

-Lo siento. - Digo entredientes.

-No te preocupes Leah, no lo hiciste a próposito. - Me sonríe y yo me quedo en silencio. ¿En verdad no me odia luego de todo lo que le he demostrado? - ¿Quieres desayunar?

-Am, claro. - Murmuro confundida.

Monica se mueve con agilidad por la cocina y yo solo la observo con detenimiento. En cierta manera, me recuerda a mi madre...

-¿Dónde está papá? - Pregunto. A fin de cuentas ella siempre estar con él.

-Se fue más temprano a la empresa, lo necesitaban de urgencia. Yo iré en cuanto tú desayunes - Ella me sonríe y yo la imito un tanto incomoda.

¿De verdad la he juzgado tan mal?

-¿Y los abuelos? - Me pasa un plato de frutas picadas con tostadas. - No los he visto en toda la mañana.

-Se fueron de crucero. - Ella ríe y niega con la cabeza. - Tu abuelo está convencido de que va a navegar el barco.

Suelto una carcajada y comienzo a desayunar. Tal vez Monica no es tan mala después de todo.

Salgo de mi casa y tomo un taxi directo al hospital. Llevo fruta picada para Theo y sonrío ante el recuerdo de su sonrisa...

Bien Leah, estás dividiendote entre Derek y Theo.

Sacudo la cabeza ante ese pensamiento y me doy cuenta de que he llegado. Le doy el dinero al chofer y bajo del taxi dispuesta a ver a Theo una vez más.

Al llegar, abro la puerta y me encuentro con lo que menos me hubiese imaginado...

Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now