Capítulo Cuarenta y Ocho

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Leah

Lo que me pedían era ridículo.

No puedo dormir, no puedo comer, no puedo sonreír... simplemente no puedo hacer nada, no cuando yo estoy sentada de lo más tranquila en mi sala y Derek está sufriendo a base de la incertidumbre de no saber si su padre sobrevivirá a esto.

—No puedo vivir con esto —murmuro y paso las manos por mi rostro. Mi tía Louisa acaricia mi espalda, permitiendo que me desahogue.

—Sé que no es fácil, cielo, pero si tu madre sobrevivió a muchas atrocidades, ¿Qué te hace creer que tú no puedes hacerlo? —subo la mirada y ella me mira con una sonrisa en los labios—. Eres una chica muy lista y lo sabes.

—Mamá no tuvo que cargar con la culpa de haberle roto el corazón al chico más dulce de la Tierra —suspiro.

—No, tu madre tuvo que cargar con su corazón roto y el de Christian también —responde—. ¿Tú crees que tu madre se enamoró de Maximilian de golpe?

Asiento, creyendo que es así. ¿Acaso mi madre había mentido?

—¿Qué acaso no lo amaba? —pregunto.

—Claro que sí, pero tuvo que pasar mucho junto a tu padre para alcanzar el amor que sintió por Christian y sentir algo mucho mejor por tu papá —frunzo el ceño, sin comprender el misterio que mi madre ocultó tras sus sentimientos.

—Pero él la lastimó —susurro.

—Pero aún así lo amaba, Leah —Louisa deja salir un suspiro—. A veces, por más doloroso que sea el daño que te causen, el amor que sientes no cambia, porque es incluso más fuerte que el dolor.

—No comprendo —niego con la cabeza.

Mi tía sonríe y se acomoda en el sofá, a lo que yo imito su acción y espero pacientemente su consejo.

—Tú crees en Dios ¿Correcto? —asiento, más confundida de lo que estaba antes.

—Pues el amor que tu madre sintió por Christian, es solo un poco parecido a lo que Dios siente por ti y por los demás.

—¿A qué te refieres? —frunzo el ceño.

—Desde antes de que nosotras existieramos, el mundo no era nada más que un lugar lleno de cosas horribles y corruptas que no hacían otra cosa más que condenar a todos a un sufrimiento eterno, lo que en definitiva no le gustó a Dios.

—Y él en vez de enfurecerse, sacrificó a su hijo para limpiarnos y salvarnos del sufrimiento eterno —susurro—, conozco la historia, mamá me la contaba cada noche.

—Bueno, a pesar de todo ese daño, Dios perdonó a todos y sacrificó a su hijo que no tenía culpa de nada solo por amor a nosotros. Lo mismo sucede con tu madre, ella nunca dejó de amar a Christian aun con todo el daño que le causó.

—Entiendo —murmuro.

Al parecer el corazón de mi madre era más grande y puro de lo que yo había imaginado...

—¿Crees que Derek llegue a perdonarme? —pregunto luego de unos minutos de silencio.

—Puede ser que sí —mi tía sonríe—. A juzgar como te mira, yo creo que no desea nada más en este mundo que estar cerca de ti.

¿Y yo? ¿Yo que quiero?


Le doy una mirada rápida a las puertas de entrada y dejo salir un suspiro. Tengo que ser valiente y hablar con él, tengo que aclarar todo antes de que esto llegue a consumir todo lo que soy y me destruya completamente. Necesito liberar esto que siento, necesito hacerlo.

Entro y me dirijo hasta la planta donde se encuentra Christian, haciendo de todo mi autocontrol para no huir y enfrentar los problemas como debe ser. Finalmente me encuentro en el pasillo y lo primero que veo es a Kelly hablar calmadamente con Derek; intento darme la vuelta, pero ella me ve antes de que pueda ocultarme.

—Leah —Derek pronuncia mi nombre y siento como mi corazón comienza a latir con gran frenesí.

—Derek —murmuro.

Sus ojos azules están rodeados por unas enormes ojeras y un gesto cansado que me dice lo horrible que la ha pasado. Un nudo se forma en mi garganta conforme recorro cada parte de él y me digo lo idiota que he sido por lastimarlo. Tomo una bocanada de aire y con el gesto más humilde que tengo lo miro directamente a los ojos.

—¿Podemos hablar? —pido.

—De acuerdo —dice luego de unos segundos—. Kelly, ¿Me permites unos minutos a solas con Leah?

Kelly asiente y antes de marcharse me da una mirada llena de odio, como si todo lo que le estuviese pasando a Derek fuese mi culpa.

—¿De qué quieres hablar? —él mete las manos dentro de su saco y yo no evito morder mi labio al recordar las pocas veces en las que las yemas de sus dedos acariciaron mi rostro.

—De nosotros —murmuro y me acerco a él—. Quiero hablar de nosotros.

—¿De nosotros?

—Derek, sé que en estos momentos lo que menos quieres escuchar es una disculpa de mi parte, pero realmente lo siento —una lágrima se escapa por mi rostro—. Siento el no haber sido sincera contigo desde un principio, siento el que mi madre y tu padre se lastimaran el uno al otro; siento mucho el haber sido tan indecisa y haber jugado con tu corazon, pero lo que más siento ahora es el no poder estar junto a ti como hubiese querido.

Derek me observa con el ceño fruncido mientras las lágrimas escapan por mi rostro y mi corazón late al compás del suyo, envolviéndonos en una dramatica melodía. Me acerco cada vez más a él, hasta que nuestros cuerpos quedan a tan solo unos milímetros de distancia, anhelandose el uno al otro, como si supieran que este es el fin de todo lo que alguna vez tuvimos entre los dos.

—Leah, no lo hagas... —susurra mientras sus labios rozan los míos.

—Debo hacerlo, —murmuro, acariciando sus brazos que ahora sujetan mi cintura—, debo dejarte ir...

—Leah, yo te...

Sin más, uno mis labios con los suyos y comparto un beso lleno de amor, pasión, anhelo y desesperación. Una desesperación que no logra nada más que romper mi corazón en millones de pedazos, porque eso es lo que somos Derek y yo cuando estamos juntos... destrucción y dolor para todo lo que nos rodea.

No podemos compartir el amor que tenemos por el simple hecho de que hay más que un pasado entre nosotros, hay una promesa de amor que, aunque Christian y mi madre no hayan podido cumplir, está vigente y latiendo como si en algún momento ella fuese a regresar para hacerla una realidad, una realidad que no puedo romper, porque yo no soy eso...

Yo cumplo las promesas.

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Multimedia: Leah Duncan

Errr... Es el fin de Deah :(

¡Ahora manita arriba y carita feliz por el team Theah!

¿Qué pasará después de ese beso tan hermoso y apasionado?

¡Dejen en los comentarios qué creen que sucederá!

De paso decirles que las invito a leer mi pequeño libro "Un Diario No Peculiar" donde conocerán un poco de los cambios que he tenido en mi vida gracias a Dios.

Espero que todos la estén pasando bien y estén atentos a las noticias de cada día por esas personitas que necesitan ayuda. ¡Todos debemos estar unidos y tomados de la mano en Jesucristo!

Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now