Capítulo Cuarenta y Cinco

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Leah

Derek nos observa durante varios segundos que parecen ser eternos para mí. No entendía por qué mostraba odiarme, si la verdad era que me había defendido del enfermo de Trent e incluso le había golpeado, sacándolo de la fiesta. No sé cuánto tiempo más pasa, pero decido romper con el silencio.

—Derek... —antes de que pueda decir algo más, Derek levanta la mano en modo de alto.

—Esto no lo hice por ti o por tu novio, Leah —la forma tan seria en la que habla solo me confirma una vez más lo que ya había pensado... le he roto el corazón—. Lo hice porque esta fiesta es muy importante para mi padre, y un idiota como tu ex novio no puede echar a perder todo.

—También lo es para Leah —Theo interrumpe a Derek—. ¿Tú crees que ella no se esmeró para que todo saliera tal como estaba planeado?

Derek mira a Theo, enarcando una ceja. Al parecer lo que mi novio dijo no le hacía ni una pizca de gracia, pues a él no le importaba que yo me hubiera esforzado por la gala, lo único que le importaba era que su padre estuviera cómodo con todo.

—¿Te pedí que dieras tu opinión? —Derek se cruza de brazos y yo siento a Theo tensarse detrás de mí.

—No necesito que me lo pidas, no eres mi jefe.

—Mira, mi discusión era con Leah, si ella sabe defenderse no necesitará de un imbécil como tú para hacerlo.

Sin más, Derek se marcha, dejándonos a ambos con la palabra en la boca. Si bien era cierto, aceptaba que le había roto el corazón y que lo había lastimado, pero no era necesario que se desquitara con Theo, su problema era conmigo y nadie más. Decido que es suficiente de esta horrible guerra y me doy la vuelta para entrar de nuevo a la fiesta. Theo frunce el ceño, pero no se inmuta ante mi decisión y me sigue todo el camino hasta llegar a Derek. Justo cuando toco su hombro para hablar, una chica grita su nombre, llamando su atención.

—¡Derek! —ella respira agitadamente y él la toma de los hombros tratando de calmarla.

—Karina, ¿qué es lo que sucede? —todos nos quedamos en silencio, esperando por una respuesta de la chica.

Estoy por gritarle que diga algo, cuando lo siguiente que sale de su boca me deja en completo shock.

—¡Atropellaron a tu padre!

Lo siguiente que logro ver es a Derek correr hacia la salida conmigo detrás. Todo volvía a sentirse como una escena en cámara lenta. Los gritos, las lágrimas, el desespero por encontrar a Christian; todo estaba sucediendo tan lento que podía incluso escuchar cada latido de mi corazón como un tambor en mis oídos, impidiéndome escuchar algo más que no fuese eso.

Llegamos al lugar donde se supone que está el padre de Derek, y la imagen que tengo de frente me desgarra por completo... Christian está tendido en la calle, inconsciente, su cabeza sangrando y Mila sosteniéndolo mientras grita por ayuda, la lluvia empapándolos a ambos. Derek parece no soportar el ver a su padre en ese estado y se tira de rodillas al suelo, rogando junto a su madre porque una ambulancia llegue. Intento correr hacia ellos, pero sé que Theo me detiene y lo único que puedo hacer es llorar, uniéndome a las plegarias de Mila y Derek.


Finalmente, una ambulancia llega y levantan el cuerpo de Christian, mientras Mila comienza a relatar los hechos al oficial, Derek abrazándola, tratando de calmar sus nervios.

—No sé... no sé cómo pudo haber pasado —solloza—. Estábamos discutiendo y... yo salí corriendo. Al parecer Christian me siguió y lo siguiente que escuché y vi fue a mi marido ser golpeado por un auto.

—¿Pudo ver a la persona que conducía? —el oficial observa a Mila y ella niega.

—No, no le vi —susurra.

—Bien, estaremos atentos al caso y buscaremos al responsable, puede quedarse tranquila por ese lado —él les da un asentimiento de cabeza a Derek y a su madre, y se va.

Estoy por acercarme a Derek, cuando las ordenes de uno de los enfermeros nos alertan a todos.

—¡El paciente está perdiendo el pulso! —grita—. ¡Muévanse!

—¡Papá! —Derek corre hacia la ambulancia, pero uno de los paramédicos lo detiene.

—Joven, usted no está capacitado para ir en la ambulancia. Será mejor que su madre nos acompañe.

Mila corre y se mete a la ambulancia, mientras que Derek empuja a los demás y corre hacia su auto, yo observo a Theo y sé que él ha captado que quiero ir con ellos. Nos movemos con rapidez hasta llegar a la camioneta, para luego subir y conducir directo al hospital. Theo maneja a gran velocidad y yo aprovecho para enviarle un mensaje a mi padre contándole lo que ha pasado, él responde que irá con Mónica al hospital y yo agradezco que vaya a apoyarme, pues de alguna forma eso me da a entender que ha respetado el cariño que tengo hacia Christian.

No sabía cómo explicarlo, pero la manera en que Christian Harris se ocupó de mí cuando necesitaba ayuda, me hizo sentir querida, como si eso me demostrara que no importara que tan mal estuvieran las cosas, alguien siempre iba a estar apoyándome, sin importar que el pasado hablara mal de mí o de él. Por esa razón lo quería y lo respetaba, además de lo que vivió con mi madre, porque aún con todo el daño que ambos recibieron, las peleas y las traiciones, su amor fue tan grande que hasta la fecha Christian me ha protegido, demostrando cuanto amor tiene por mamá e incluso por mí.

En cuanto llegamos al hospital, ingresamos por la puerta de emergencia, Derek y Mila delante de nosotros. Él intenta acercarse a su padre, pero se lo impiden y cae al suelo, sollozando. En ese momento, nada más me importa e intento correr a su encuentro, hasta que los brazos de Theo me rodean, impidiéndome el paso.

—¡Theo, muévete! —chillo.

—¡No vas a ir ahí! —me sostiene con más fuerza y yo siento como la rabia se apodera de mí.

—¡ME NECESITA! —estallo—. ¡DÉJAME IR!

—¡No puedo permitir que caigas en las redes de los Harris!

—¡ÉL ESTUVO CONMIGO CUANDO MI PADRE SUFRIÓ UN ACCIDENTE, TÚ NO! —reprocho. Sabía que Derek escuchó la noticia primero que Theo, pero él no respondía mis llamadas.

—¡Leah! —Theo comienza a forcejear conmigo y no se detiene hasta que la voz de mi padre se hace escuchar.

—¡Suéltala! —mi novio afloja su agarre y yo aprovecho para correr al lado de Derek.

—¡Leah!

—Déjala, hijo, —mi padre apoya su mano en el hombro de Theo—, él la necesita.

Me arrodillo frente a él e intento tomar su rostro. Su cuerpo se estremece ante el contacto de mis manos contra su piel, pero no se aparta y permite que levante su cabeza poco a poco, mostrando su triste mirada, y en ese momento... en ese preciso momento el dolor de Derek pasa a ser mío también, convirtiéndonos en uno solo.

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¿Sobrevivirá Christian? ¿Este nuevo suceso unirá a Leah y Derek de nuevo?

No lo sabrán hasta el próximo capítulo jajaja.

Estoy en mi receso de trabajo y aproveché para subir el capítulo. Denme un aplauso xD

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy.  No es muy largo, pero sucede que estoy trabajando en otras historias más y mi cabeza va a estallar, por lo que también no estoy muy segura de si la próxima semana habrá capítulo de Cumpliendo Promesas, depende de mi trabajo y mis historias.

Para las que están leyendo Amor Obsesivo y Lena, PRONTO estaré subiendo capítulo, tenganme un poquitito de paciencia :) En mi twitter estaré subiendo una que otra noticia sobre mis historias TWITTER: FatalidadA

Les deseo muchísimas bendiciones el día de hoy y que Dios siempre esté protegiéndoles.

Bye bye!



Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now