Capítulo Cuarenta y Seis

1.7K 118 7
                                    

Leah

Derek y yo nos miramos a los ojos por lo que parece ser una eternidad, entendiendo el dolor de ambos sin necesidad de palabras, ignorando a todos y todo lo que nos rodea.

—Derek, —susurro—, todo estará bien. Nada de lo que digan en este hospital podrá contra la última palabra de Dios.

—No podría con su pérdida, Leah —las yemas de mis pulgares comienzan a acariciar su rostro y él cierra los ojos ante el contacto, deleitándose con mi toque.

—No vas a perderlo —murmuro—, él no va a dejarte —él deja salir un suspiro y luego habla en un susurro casi audible, dejándome sin aliento.

—No me dejes, yo...

De pronto, las puertas de la sala a la que entró Christian se abren, revelando a una de las enfermeras. Derek se levanta con rapidez y me tiende la mano, ayudandome a ponerme de pie. Él se mueve impaciente y yo le ruego al cielo por que sean buenas noticias, pues no estoy muy segura de qué él pueda soportar que algo grave le pase a su padre.

—¿Familiares de Christian Harris? —Derek y Mila levantan la mano, mientras que nosotros nos quedamos a una distancia prudente.

—¿Cómo está? —Derek comienza a hacer preguntas rápidamente—. ¿Está bien?, ¿Está estable?

—Derek, cielo, cálmate. La enfermera ya nos dirá como está tu padre —Mila abraza a su hijo, tratando de darle soporte, y en ese momento me pregunto: ¿Cómo sería todo si mamá estuviera aquí?, ¿Enloquecería al no saber nada acerca de Christian?, ¿Gritaría por respuestas? Lamentablemente jamás lo sabré.

La mujer observa a Derek con un atisbo de lástima y con ese gesto sé que lo siguiente que dirá no será algo alentador.

—El señor Harris está en una zona de alto riesgo, ya que el golpe que ha recibido en la cabeza ha provocado sangrado interno, y no sabemos si podría provocarle un paro cardiovascular...

Todo parece perder sentido en ese momento para Derek y de alguna forma eso llega a mí, pues la lágrimas no tardan en salir y siento mis piernas fallar. Mila comienza a sollozar, acompañada de mi llanto silencioso, mientras que Derek se queda en completo silencio al igual que los demás. Mi padre abraza a Mónica y niega con la cabeza, tratando de asimilar las palabras dichas por la enfermera. Theo me abraza y besa mi cabeza, buscando la manera de calmarme, pero es imposible... si Christian muere no sé de que manera podría superar algo así, no creo tener fuerzas para hacerlo.

De repente una voz muy conocida, preguntándo por Christian llena mis oídos, logrando que mi atención se enfoque en ella.

—Tía Louisa —susurro. Ella me da una mirada rápida en modo de disculpa y corre hacia Mila.

—¿¡Qué le ha pasado!? —se ve tan agitada que me cuesta imaginarla con otra emoción que no sea el odio en contra de Christian.

—¡Le han atropellado, Louisa! Y no saben si va a sobrevivir... —Mila habla en un tono vulnerable, y lo único que mi tía logra hacer es abrazarla sin decir alguna otra palabra.

Busco a Derek con la mirada y lo localizo en una esquina del pasillo, tratando de reprimir las lágrimas. Tiene la cabeza apoyada en la pared, como si estuviera viendo el techo, pero manteniéndo los ojos cerrados, manteniéndo la poca cordura que le queda.

Justo cuando decido ir a hablarle, Kelly aparece de la nada y se lanza a sus brazos, a lo que Derek le corresponde. Trago con fuerza, tratando de controlar e ignorar el leve dolor que se ha instalado en mi pecho. No sabía si se trataba de celos o del instinto protector que aparecía cada vez que veía Kelly acercarse a él, pero me incomodaba, y más que eso me lastimaba.

—¿Leah? —Theo llama mi atención, por lo que volteo y lo veo directamente a los ojos.

—¿Sí? —yo intento sonreír, pero no lo logro. Mi novio deja salir un suspiro y me da un pequeño beso en los labios. Se separa y yo logro ver el evidente cansancio en él.

—No tienes que fingir estar bien —murmura, mientras aparta un mechón de cabello de mi rostro, colocándolo detrás de mi oreja—. Sé que es difícil para ti.

—Siento que hayas tenido que venir y soportar todo esto —Theo me da una sonrisa de boca cerrada y yo trato de corresponderle. A pesar de las complicaciones que hay en mi vida, él no se ha apartado y me ha apoyado, demostrando cuánto me ama.

—Leah, —toma mi rostro entre sus manos—, no importa que tan difícil se tornen las cosas, yo no voy a alejarme de ti. Te amo y sé que lo nuestro no es perfecto, pero vives en cada parte de mí, logrando que me enamore cada vez más. Te paseas por mi mente cada vez que cierro los ojos y no puedo ni quiero evitarlo; al contrario, me haces querer más y más de ti.

—Theo... —susurro y me lanzo en busca de su boca. Él corresponde mi beso, abrazándome con fuerza, y en ese momento parece que no existe nada más en el mundo, solo Theo y yo.

De repente, Margaret Harris aparece en un estado de nervios alterados buscando a Christian. Mila se acerca a ella y la toma por los hombros, tratando de calmarla.

—¿¡Dónde está mi hijo?! —chilla—. ¡Necesito ver a mi hijo!

—¡Margaret, necesitas calmarte! —la madre de Derek trata de controlarla, pero es imposible.

—¡Mi hijo está herido! —solloza—. ¡Mi hijo está herido! ¡Mi bebé!

Ambas forcejean durante unos segundos hasta que Margaret le da un golpe en la mejilla a Mila, apartándola completamente.

—¡Quiero ver a mi hijo! —la mujer grita desesperada, por lo que Derek interviene en ese momento.

—¡Abuela no puedes gritar aquí, debes calmarte! —él la sostiene y ella se calma, fijando su vista en alguien detrás de mí...

Mi padre.

—Tú —lo señala y su mano tiembla al hacerlo—, fuiste tú —mi papá frunce el ceño y niega con la cabeza, confundido ante las palabras de Margaret.

—No sé de qué estás hablando, Margaret... —ella lo calla de golpe.

—¡TÚ ATROPELLASTE A MI HIJO!

_______________________________________

Multimedia: Louisa Williams

Oh, oh... ¿Ahora qué sucederá?

¿Echará Margaret a Leah del hospital o permitirá que se quede? ¡Comenten que creen que sucederá!

¡Muuuchas gracias a mis preciosísimas personitas especiales que me han ayudado a alcanzar los 10k! No habría podido lograr nada sin ustedes. Les deseo muchas, muchas, muchas bendiciones a todos ustedes. Realmente les amo :)

Que Dios les haga pasar un lindo día, una linda tarde y una linda noche

Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora