Capítulo Cincuenta y Uno

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Derek

Mi cuerpo tiembla de mil formas.

Están detrás de Leah con el propósito de matarla.

—No puedo permitirlo —susurro—, no puedo permitir que te hagan daño.

Mi padre entra en ese momento.

—¿Derek? —él frunce el ceño y se acerca a mí con cautela—. Estás mucho más pálido, ¿pasa algo?

—¿Crees que pueda ver a Leah? —pregunto sin más; necesito estar cerca de ella.

—No estoy del todo seguro, hijo —mi padre toma la bolsa que está sobre la camilla—. ¿No puedes esperar a mañana?

—La verdad es que no quiero dejarla sola, papá —confieso, omitiendo todo lo demás.

En verdad necesito estar al lado de Leah, no solo por amor, sino porque algo me dice que esa nota no es ningún juego; realmente buscan acabar con ella y yo no puedo permitirlo, no mientras tenga vida.

Mi padre sigue sin parecer muy convencido.

—Por favor —suplico—, necesito verla...

—De acuerdo —asiente—, vere que puedo hacer.

Agradecido por la inocencia de mi padre y su abstención de preguntas, salimos de la habitación y vamos a buscar a Leah lo más rápido que podemos.

En cuanto llego al pasillo donde está ubicada su habitación, diviso a Theo, Monica y Maximilian frente a la récamara de Leah. Mis ojos viajan directamente a las varias lesiones del novio; lleva un collarín, un yeso en su brazo y está en silla de ruedas, lo que indica que el golpe fue más grave de lo imaginado.

Theo se percata de nuestra presencia e inmediatamente opta por una posición recta a pesar de su dolencia, lo que me indica que no quiere que esté cerca de Leah.

—Mónica, Maximilian —me acerco a los tres—, Theo —digo al final con cierto desdén.

Estaba muy consciente del estado en el que se encontraba Theo, pero realmente no me importaba mucho y no podía ser hipócrita ante la situación; mi única preocupación era Leah y eso no iba a cambiar.

—Christian, Derek —Maximilian nos da un asentimiento de cabeza—, me alegra mucho ver que están bien.

—Lo mismo digo, Duncan —mi padre estrecha la mano del hombre—. Lamento mucho todo lo sucedido con Leah. Realmente me siento preocupado por ella y quisiera estar al tanto de todo lo que ocurra.

—De eso no te preocupes, Christian —Mónica responde por Maximilian—. Estaremos avisándote de cada noticia que puedan darnos sobre Leah.

—Realmente lo agradecería —mi padre me da una mirada rápida en señal de que no tome ventaja de la poca confianza que nos brindan.

Sin embargo, hago todo lo opuesto.

—¿Podría entrar a verla? —pregunto.

—Agradecería que no —Theo se adelanta a la respuesta de Maximilian—. Es mi novia de quien hablamos y me gustaría que no te acerques mucho a ella.

—Eso no lo decides tú —gruño—, lo decide su padre.

—Es correcto —el padre de Leah interviene—, yo soy quien decide y me parece que no hay nada de malo en que Derek vea a Leah. Ambos son amigos y a ella jamás le molestó la cercanía de los Harris. Así que te voy a pedir que respetes eso, Theo. Tú eres su novio y eso está bien, pero Derek es su amigo y también tiene derecho a velar por ella.

Intento reprimir la sonrisa que amenaza salir de mis labios.

—Muchas gracias, señor —doy un asentimiento y entro en la habitación.

Mi alma decae de inmediato al ver que Leah sigue sin presentar algún cambio positivo en su salud. Sabía que estaba siendo bastante precipitado, pero con el asunto de la nota anónima lo menos que quiero es que esté aquí sola, puesto que el autor de la nota fue el que provocó el accidente de Leah y no descansará hasta asesinarla.

Pero, ¿Por qué?


Margaret

—Así que Theo no está en coma —digo mientras miro mi reflejo en la ventana; mi complice sonriendo detrás de mí.

—No, sobrevivió al choque, pero no se puede decir lo mismo de Leah —comenta—. Ella sí que está mal.

Sonrío, satisfecha con sus palabras. Si seguimos así, pronto lograré completar mi plan contra los Williams.

—¿Derek? —enarco una ceja y bebo de mi cosmopolitan.

—A estas alturas debe estar desesperado por Leah —pone una mano sobre mi hombro—. No creo que le diga a nadie de su familia.

—Tampoco se lo dirá a Christian —doy otro sorbo—, y así se mantendrá.

—No lo pongas en duda.

—¿Qué hay de Kelly? —pregunto.

—Ya ha sido enviada a vigilar a todos en el Hospital y a distraer a Derek, tal y como lo has pedido.

—Bien —sonrío—, tu ayuda ha resultado muy útil, Trent.

—Lo que sea por ti —Trent besa mi mejilla—, y por recuperar todo el dinero perdido.

Y lo más importante... acabar a Leah Duncan de una vez por todas.


Derek

La tía Gabriela me mira con expresión desaprobatoria.

—¿En serio, Derek? —se cruza de brazos—. ¿Te rendiste con ella cuando te dijo todo eso?

—Juraba que lo había dicho en serio —paso ambas manos por mi rostro.

—Las Williams siempre han sido así de impredecibles. Ella buscaba protegerte, es más que lógico.

—Pues lo entendí muy tarde —susurro—. Ahora no sé si querrá estar cerca de mí una vez que despierte.

—Por supuesto que querrá —Gabriela sonríe de oreja a oreja—. Le salvaste la vida.

—Huía con Theo, tía. Es obvio que buscaba alejarse de mí para siempre.

—Eso no lo sabrás hasta que ella despierte, Derek —ella me da una última mirada antes de salir—. Todos podemos cambiar de opinión.

Dirijo mi vista hacia la ventana que da hacia la ciudad, pidiéndole a Dios en silencio por la recuperación de Leah, mientras acaricio su mano inconscientemente.

De pronto, la puerta se abre nuevamente.

—¿Olvidaste algo? —espero por la respuesta de tía Gabriela, pero al no escuchar nada volteo y la veo de frente—. Kelly... —murmuro.

—¿Puedo hablar contigo? —ella sonríe a medias, mientras se acerca cautelosamente.

—Supongo que sí —si Leah estuviera despierta, seguro que no le permite entrar.

Kelly toma asiento sobre el pequeño sofá y se dedica a observarme. Lo sorprendente de todo es que su mirada no es como cualquier otra que haya visto...

Hay amor en ella.

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Hola Hola.

Me perdí, lo sé. No ha sido mi intención, he tenido mucho mucho en mente y por esa razón me desaparecí, pero creo que este capítulo lo compensa...

¿O no?

Bueno, espero que sí.

¿QUÉ creen que suceda con Kelly? ¿Buscará algo con Derek o querrá hacerle daño a Leah?

¡Comenten y voten!

Mucho mucho mucho amor para ustedes :)

Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Where stories live. Discover now