Capítulo Veinte

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Leah

Bajo las escaleras ya lista para ir a trabajar cuando me encuentro con mi padre a punto de salir.

—Buen día —sonrío.

—Buen día —suelta su maletín y me abraza —. ¿Cómo amaneces?

—Algo cansada —sonrío y siento la sangre subir a mis mejillas.

Luego de la extraña confesión de anoche, Theo y yo seguimos besandonos hasta que nos quedamos dormidos. Tengo varios chupetones en mi vientre, pero eso es algo que mi padre no tiene que saber, ¿cierto?

—¿A dónde vas tan arreglada? —mi corazón se detiene por un instante.

Mi padre no sabe que trabajo para Christian.

Esas mujeres le dirán a mi padre que trabajo para su "enemigo" si no renuncio.

Dios.

—Voy a buscar trabajo —miento lo mejor que puedo.

—¿Te llevo?

—¡No! —digo rápidamente —. Digo, ¿no prefieres pasar por Monica? Yo estaré bien.

Mi padre sonríe ante la mención de su novia. Mi corazón se comprime, pero lo dejo estar.

—¿Segura?

—Completamente —sonrío para aligerar el ambiente —. Ve por ella.

—De acuerdo. Nos vemos esta noche pequeña —se despide antes de salir por la puerta.

—Nos vemos... —murmuro mirando la salida. Debo hacer esto rápido.


Llego a la empresa luego de pasar aproximadamente atrapada en el tráfico dentro de un taxi. Christian me va a matar.

Entro rápidamente al edificio y corro al ascensor. Una vez dentro dejo salir un suspiro y me apoyo en la pared del mismo cerrando mis ojos. No me percato de que no estoy sola hasta que él habla.

—Luces cansada —Derek lleva las manos dentro de sus bolsillos y su bolso en el hombro.

—Solo un poco —mis mejillas se enrojecen de nuevo. Necesito superar lo de la noche anterior.

—¿No dormiste bien? —pregunta preocupado.

—No del todo, pero eso no importa.

Pasan interminables segundos de silencio hasta que Derek lo rompe. —Hablé con mi padre.

—¿En serio? —me vuelvo hacia él—. ¿Qué tal fue?

Derek me mira y suspira. Esto no es nada bueno. —Leah debes mantenerte alejada de mi madre. Por amor a Dios, ella es peligrosa.

Siento mi sangre hervir por las palabras de Derek, pero me contengo. No debo mostrar emoción alguna.

—De acuerdo, pero debes saber algo Derek, —mi mirada y la suya se encuentran—. las personas cambian.


Paso haciendo mi trabajo mientras observo las horas pasar lentamente. Solo tengo un momento para presentar mi renuncia a Christian. Realmente no puedo creer que esas víboras hayan podido conmigo.

Llega la hora en la que mi jefe tiene un momento libre y yo corro a buscarle. No puedo dejar que mi padre descubra que trabajo para su peor rival. Llego a su puerta y toco esperando por encontrarlo de buen humor. —¡Pase! —suspiro y abro la puerta encontrando a Christian revisando unos papeles. Levanta la mirada y sonríe al verme.

—Leah, ¿a qué debo tu visita? —deja los papeles de lado y centra su atención en mí. Creo que Derek tiene un buen padre.

—Creo que sería mejor que tomemos asiento. —me siento estremecer. No tengo mucho tiempo.

—¿Pasa algo? —frunce el ceño preocupado.

—Vengo a presentar mi renuncia. —suelto.

Christian abre los ojos con gran sorpresa. Definitivamente no esperaba eso. —¿Qué dices?

—Lo que pasa es que... —no pensé en mi mentira.

—¿Qué? ¿por qué quieres renunciar, Leah?

—Señor, yo...

Me estudia durante unos segundos hasta que su expresión se endurece. —¿Quién demonios te ha intentado hacer daño?

—¿Qué? —levanto el rostro. No, no, no.

—¿Fue Derek? Si es así voy a... —¡No!

—¡No, no fue él! —chillo. Christian se levanta del escritorio, furioso.

—Será mejor que hables, Leah.

Suspiro derrotada. Aunque en un principio no quería estar cerca de los Harris, he caído en sus riendas, y la verdad es que Christian ha hecho muchas cosas buenas por mí. No quiero alejarlo, ni a él, ni a Derek.

—Tres de sus empleadas me amenazaron con decirle a mi padre que trabajaba para usted si no renunciaba. —cierro mis ojos esperando la peor de las reacciones. Mamá decía que Christian se había vuelto temperamental.

Al ver que no sucede nada abro los ojos y lo encuentro observándome detenidamente.

—¿Por qué no me dijiste eso desde un principio, Leah? —se cruza de brazos y me siento pequeña.

—Porque yo... —ya no sé porqué sigo mintiendo.

—Tu padre me odia y si se entera de que trabajas para mí te encerraría en una torre ¿correcto? —asiento sin saber que decir. Él suspira y se vuelve a sentar.

—Me encanta mi trabajo, y yo no quiero pasar el resto de mi vida bajo la sombra de mi padre. Si lo supiera ya no tendría libertad. —además de que por algún extraño motivo le tengo cariño.

De pronto, Christian hace la cosa más sencilla pero más reconfortante del mundo...

Toma mi mano.

—No dejaré que te arrebaten tu libertad, Leah. —sus ojos brillan y yo me siento cálida ante sus palabras—. Cometí un grave error dejando que lastimaran a tu madre, lastimándola yo mismo, pero no dejaré que eso suceda contigo. Te prometo que no dejaré que nadie te dañe.

Sonrío ante sus palabras tan sinceras. Tal vez él no supo tomar buenas decisiones, pero no significa que no hubiese amado a mi madre profundamente. De hecho le ama tanto que aún después de tantos años y su muerte sigue aquí pensándola con fervor, apoyándome, defendiéndome. Lo que un padre amoroso haría por su hijo. En definitiva Christian Harris no es una mala persona como la describe mi padre.

—Ahora, vas a decirme quienes fueron esas "señoritas" que se atrevieron a amenazarte.


—¡AHORA SALGAN ANTES DE QUE OBLIGUE A SEGURIDAD A SACARLAS DE UNA FORMA QUE NO LES AGRADE!

Una de sus ex empleadas llora desconsoladamente. —¡Señor Harris, por favor!

—Debiste pensar en las consecuencias de tus actos antes de tocar a Leah. Ahora largo, Samantha.

La morena me mira con rabia mientras toma su bolso junto a sus otras dos compañeras. Yo me refugio cerca de Christian, él pone un brazo alrededor de mis hombros y me llena la sensación de protección.

Luego de agradecerle a Christian por su buen acto conmigo, salgo de la empresa con una sonrisa en el rostro hasta que choco con Derek. Él me toma de la cintura en un acto reflejo y yo sonrío ante la hermosa vista frente a mí.

De pronto le veo frente a mí...

Cumpliendo Promesas (EN EDICIÓN)Место, где живут истории. Откройте их для себя