CAPÍTULO 1

3.2K 80 13
                                    

                                                                               ENCHANTED.

Este primer capítulo está inspirado en la canción "Enchanted" de Taylor Swift. Espero les guste y por favor, dejen reviews...

                                                                                         …

Y ahí estaba yo, acompañando nuevamente a mi padre en uno de esos eventos a los cuales él siempre asistía aquí en Los Angeles.

-Hija, me alegro tanto que hayas venido conmigo esta noche –me dijo mi papá. Le sonreí como respuesta. Me tomó de la mano y ambos nos dirigimos a la entrada de acceso de donde seria el evento.

Mi papá era un empresario de gran relevancia en todo el país, por lo cual siempre lo invitaban a eventos de alto prestigio. Pocas veces asistía con él y sólo por una única razón: Todos me parecían falsos, y me aburrían.

La noche avanzaba mientras mi papá hablaba con sus colegas y amigos; entretanto yo estaba sola en una mesa, fingiendo sonrisas a quienes me saludaban. Intentaba distraerme con mi móvil pero, por mala suerte mía, tenia poca batería.

¿Podría ser peor la noche?

-¿Desea algo de tomar, señorita Saldford? –me preguntó uno de los asistentes encargados del protocolo. Negué con la cabeza.

-No, muchas gracias –contesté esbozando una sonrisa. La primera sonrisa verdadera en esa noche.

Odiaba estar entre toda esa gente. Sólo les importaba su apariencia y parecer buenos delante de las cámaras. Pero todo mi odio desapareció, momentáneamente, cuando de manera extraña tuve contacto visual con un chico que recién entraba al lugar. No cualquier chico…

Ambos mantuvimos nuestras miradas fijas por un par de segundos, hasta que yo desvié la mía y me concentré nuevamente en mi móvil.

-¡Maldición! –exclamé en voz baja entre dientes. Mi teléfono se había descargado.

Iba a pasar el resto de la noche comiendo moscas, literalmente.

-¿Nos conocemos? –dijo alguien a mis espaldas. Me volteé exaltada.

¡Era él!

-No… no lo creo –balbuceé –¿Por qué lo preguntas? –Su presencia me intrigaba.

-Lo digo por la manera en que me viste cuando entré –me dijo él.

-Es normal que las personas miren a otras cuando llegan a un lugar. Además, tú eres famoso y se supone que todos aquí te conocen –le dije. Y me incluía, yo sabia quien era él.

-Es decir que si sabes quien soy, ¿no? –insistió nuevamente. Resoplé por lo bajo.

Lo último que hubiera deseado en ese día, era que un irritante cantante viniera a interrogarme y a terminar con mi paciencia.

-Sí –le dije finalmente. –Eres… ¿Joe, cierto?

-Joe Jonas, es un placer –completó extendiéndome su mano –¿Y tú eres?

-Anna –contesté devolviéndole el gesto. Él sonrió. Tenía una tierna sonrisa.

-¿Me puedo sentar ó… –se calló y observó con ironía el resto de las sillas vacías.

-Claro –le dije quitándole importancia a su expresión. Al fin y al cabo, un poco de compañía no me venía mal.

-¿Y por qué estas aquí tan sola? – preguntó.

-Estoy acompañando a mi papá, pero él está pendiente de otras cosas y… a mí nunca me gusta asistir a estos eventos –le dije.

-¡Créeme, no eres la única! –dijo él.

-¿Y entonces por qué lo haces?

-Porque es un deber. Pero yo prefiero quedarme en casa y comer, tomarme fotos, jugar juegos de mesa y luchar con dragones –contestó. Me reí mucho por eso último.

-¿Dragones? Pasarás entonces el resto de vida intentando encontrarlos y luchar contra dragones –le dije. Él rio de igual manera.

-Qué ácidos son tus chistes –me dijo. Dejé de reírme para estar seria de repente.

-Así soy yo –contesté manteniendo mi seriedad.

-Yo también soy así. Los únicos que toleran mis chistes ácidos son mis hermanos –dijo intentando parecer serio. No le funcionó. Estallé en risas.

El estar con Joe me había caído de maravilla. Quien lo diría…

Estuvimos varias horas hablando y siendo “sarcásticos”. Hasta que mi papá se acercó a nosotros.

-Anna, ¿te quieres ir ya o me esperas? –me preguntó él, pasando por encima la presencia de mi acompañante.

-Señor Saldford, es un placer verlo –le dijo Joe cordialmente.

Espera… ¿Lo conocía?

-¡Joe Jonas, que bueno verte aquí ¡–se limitó a contestarle. Por lo menos le regaló una sonrisa.

-Papá, me quiero ir –le dije apenada. Tenía pena porque la estaba pasando bien con Joe, pero realmente no quería estar mas en ese lugar. Joe se puso a jugar con sus manos, quizás un poco incómodo al escuchar lo que dije.

-Está bien. Le diré a Peter que te lleve a casa, ¿de acuerdo? –dijo. Peter era su chofer personal.

-Si quiere yo la puedo llevar. Igual también tengo que irme –se ofreció Joe. Una sonrisa se dibujo en mi rostro. Él lo notó.

Mi papá dudo por un segundo en aceptar. Por ser su única hija mujer, siempre solía sobre protegerme más de lo común.

-¿Quieres, Anna? –me preguntó papá.

-Por supuesto que si, papá. No te preocupes –asentí sin dudarlo.

-De acuerdo –dijo –Cuídamela, muchacho. Trata de llevarla solamente a mi casa, ¿bien? –Ambos rieron, y Joe asentía. Yo solo me sentía avergonzada, seguramente mis mejillas eran casi del rojo que la alfombra.

Cosas de hombres que era mejor no saber.

-¿Nos vamos ya? –me preguntó finalmente Joe, extendiéndome su mano.

-Sí –asentí, tomándolo de esta.

Durante el camino a casa me mantuve en silencio. Joe trató de romper el hielo en varias ocasiones, pero yo sólo me limité a responder sin extender la conversación. Estaba tan encantada por el simple e insignificante hecho de estar con Joe Jonas. Era una maravilla, un sueño. Para muchas.

Me preguntaba en mi mente si él se imaginaba que había estado encantada de conocerlo.

-He traído a la princesa sana y salva a su castillo, justo como me lo ordenaron –dijo Joe en tono divertido cuando se estacionó frente a mi casa. Reí.

-Eres un tonto, Joe Jonas –le dije –Gracias por traerme, debo admitir que eres mi héroe –Esto último lo dije fingiendo un tono encantador.

-No soy cualquier tonto, soy tonto –exclamó tomando de mi mano que reposaba al borde del asiento. Intercambié miradas entre nuestras manos agarradas y su rostro.

Su perfecto rostro.

All I Ever WantedWhere stories live. Discover now