CAPÍTULO 6

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Narra Anna.

Habían pasado varios días desde la última vez que vi a Joe. Nos habíamos estado llamando toda la semana, pero no habíamos tenido chance de vernos porque yo tenía que ir al colegio.

Odiaba ir a ese lugar. A pesar de que era mi último año, ya no soportaba estar ahí. Pertenecía al grupo de Cheerleaders y era la co-capitana del equipo. Era genial al principio, pero con el tiempo se volvió fastidioso para mí.

Era jueves, por lo que ese día me tocaba ir al colegio con el uniforme del equipo de Cheerleaders, lo cual sólo era genial para los chicos del equipo de Fútbol.

-¿Anna, estás lista? Vámonos –me gritó Matt desde abajo. Me di un último retoque en el espejo, y bajé disparada.

-Sí, vamos –le dije, llegando a su lado.

-¡Estás hermosa hoy! –me complementó él mientras íbamos en camino.

-Siempre me lo dices, tonto –le contesté riendo.

-Es la verdad… –se encogió de hombros –No es mi culpa tener una hermana tan hermosa –me dijo. Puse los ojos en blanco, quitándole importancia. Si le seguía la corriente, íbamos a terminar teniendo un alto problema de ego entre los dos.

-No me busques hoy, llegaré tarde a casa –le dije antes de bajarme de su auto. Joe había quedado en ir a buscarme ese día.

-¿Y eso? ¿Saldrás con Joe? –me preguntó con picardía. Como respuesta, le di una sonrisa y me adentré al colegio, dejándolo con la duda.

Le había contado a Matt todo sobre Joe, y él me había dado su aprobación. (Sólo en caso de que ocurriera algo entre nosotros, claro)

-Buenos días –dije sin muchos ánimos al entrar a mi salón. Como siempre, había llegado tarde pero eso no le importaba a mi profesor de Álgebra.

-¡Buen día, señorita Saldford. Tome asiento! –me saludó el profesor, sonriente.

Esta clase solía compartirla con dos de mis mejores amigas. Me senté a sus lados.

-¡Hola Anna! –articuló Olivia en voz baja desde su asiento. Le saludé con la mano. Ella era mi mejor amiga desde estábamos en primaria, además de que estaba conmigo también en el equipo.

-Olivia, ¿qué tal has amanecido hoy? –le pregunté.

-Como siempre, bien –contestó – ¿Iremos esta tarde a tu casa para practicar las rutinas?

¡Practica de Cheerleaders! Lo había olvidado por completo.

-¡No creo que sea posible! –respondí un poco exaltada –Esta tarde tengo otra cosa que hacer… con un amigo –esto último lo dije casi en un murmullo, pero eso no bastó para Olivia. Lo había escuchado.

-¿Un chico? ¿Quién es? ¡Cuéntame, mala amiga! –exclamó lo suficientemente alto como para que la mitad del salón volteara a vernos.

-Olivia, calla, sino no te cuento –la obligué a bajar la voz, muerta de vergüenza. Ella asintió, dándome paso a continuar. –Se llama… El chico es Joe…  Joe Jonas –le dije cabizbaja. Olivia abrió la boca, tanto, que parecía una letra "O".

-¡¿Joe Jonas! –gritó de igual manera. Le lancé una mirada asesina. Si no se callaba, le iba a coser la boca. Ella se llevó la mano a la boca, como si con eso pudiese evitar todo lo que había gritado. – ¿Estás saliendo con Joe Jonas? –me repreguntó nuevamente, en voz baja. Asentí, sonrojada.

-Sí, pero no saliendo en ese sentido, sólo iremos a comer algo, que sé yo –le dije. Ella sonrió, asintiendo. Quizás ella estaba un poco confundida por todo esto.

All I Ever WantedWhere stories live. Discover now