CAPÍTULO 19

755 32 1
                                    

Narra Anna.

Le dirigí una mirada fugaz con desprecio a mi papá, y me levanté de la silla para subir rápidamente las escaleras e ir hacia mi habitación. No soportaba más. Me acosté boca abajo en mi cama, pensando en todo esto. No podía irme a New York por una semana cuando apenas estaba empezando a salir con Joe, cuando se suponía que éramos algo.

-¡Que mierda! –susurré entre dientes con enojo, al mismo tiempo que mordía mi labio inferior para no llorar más. Ese hombre que me había gritado hace unos minutos no era mi papá, sin duda.

Quería a mi papá de vuelta, al que solo le importaban sus dos únicos hijos.

-Anna... ¿Puedo pasar? –tocaron mi puerta brevemente. Me reincorporé rápidamente en mi cama, limpiándome con la yema de mis dedos el rastro de las lágrimas en mis mejillas.

-Sí, pasa.

Era mi papá.

-Discúlpame por haberte gritado de esa manera allá abajo… –me dijo apenado, acercándose al borde de mi cama para sentarse a un lado.

-No tienes porqué disculparte –le contesté haciéndole notar que estaba molesta. Él torció el gesto, se le veía en verdad apenado.

-Estuve hablando con Matt y me hizo reaccionar. Tú y él saldrán mañana a primera hora en un vuelo a New York. Cambiaré sus boletos, pero yo me iré esta noche –me dijo. Le esbocé una sonrisa forzada a medio lado.

-Supongo que es muy importante para ti que estés allá hoy mismo –le dije siendo irónica. Él lo notó.

-Anna, a ver, yo sé que todo esto es muy deprisa para ti y quizás no te lo esperabas. Pero créeme que será mejor de lo que piensas, sólo tienes que confiar en mí –espetó, siendo completamente pasivo. Lo observé con los ojos entrecerrados.

-Espero –solté en un suspiro. –Igual es mejor que este sola por un rato para pensar acerca de esto –le dije en voz baja.

-¿Quieres que me vaya? –Asentí brevemente. Papá debió comprender rápido que no estaba de buen humor, porque salió como un rayo de mi habitación.

El día pasó veloz, y ya eran las seis de la tarde. Debía alistarme lo más pronto porque Joe pasaría por mí a las siete, así que fui a tomar una ducha.

No tenía la mínima idea a donde iba a ir con Joe, por lo que no sabia que ropa usar. Al final opté por un vestido corto, que no era gran cosa y además era cómodo. Me dejé el cabello suelto como siempre.

El timbre de mi casa sonó justamente faltando cinco minutos para las siete, así que me dispuse a bajar suponiendo que era Joseph. Pero no, era mi papá quién se iba al aeropuerto y habían venido por él.

-Cuídate, Matt. Arreglen todo esta noche para mañana. No se retrasen en el vuelo. Dile a Anna que la quiero –dijo él antes de salir de casa. Había escuchado todo desde el pie de las escaleras. Decidí sentarme ahí y a esperar por Joe.

-¿Estas esperando a tu príncipe azul? –me preguntó Matt, sobresaltándome.

-Sí –contesté con aires distraídos. Aún no podía dejar de pensar en mi primer beso con Joe. Y el hecho de que hoy ocurriría otra vez me hacia estremecer.

-Cuéntame linda hermana, ¿que ha pasado entre ustedes dos? –me preguntó, sentándose a mi lado.

-Púes, creo que somos… Novios o algo así. Aunque todavía no hemos hablado al respecto –contesté.

All I Ever Wantedحيث تعيش القصص. اكتشف الآن