All I Ever Wanted

CAPÍTULO 23

Narra Anna.

No sé ni como había logrado quedarme dormida la noche anterior, pero lo que si sabia era que mi alarma no había sonado cuando debía y si no me apuraba llegaría tarde al aeropuerto.

Lo único que me logró despertar fueron los gritos de Matt.

-¡Anna, es tarde! –gritó él. Seguramente ya estaba listo, con sus maletas abajo ordenadas.

Me levanté de mi cama apresurada y me metí en el baño rápidamente. Por suerte, mi equipaje ya estaba listo. Nada por lo cual preocuparme. Sólo era la ropa necesaria para una semana en Nueva York.

-Buenos días, princesa –murmuró alguien cuando salí del baño. Me giré sobresaltada, encontrándome con esos ojos color café que tanto me mataban.

-Joe… ¿Cómo lograste entrar a mi habitación? –apenas pude saludarlo. Estaba realmente apresurada en terminar de arreglarme, mientras que Joe reposaba cómodamente en mi sofá favorito…

Y con él sobre este lucia más perfecto.

-Matt no sabe que estoy aquí en tu habitación –respondió serenamente. Me detuve para mirarlo seriamente. ¿Acaso Joe quería morir por culpa de Matt? Él soltó unas risas breves. –Matt está afuera con Nick, ambos están muy entretenidos hablando, así que decidí subir a verte –dijo. Sonreí pletórica.

Nick… Hacia un tiempo que no lo veía.

-¡Vaya, que bueno que tu hermano esté aquí! –comenté mientras intentaba atar mis botas. Había un clima lluvioso, por lo que decidí vestirme lo más abrigada posible.

Joe se mantuvo en silencio mientras yo terminaba de arreglarme, y al final ayudo a bajar mi equipaje hasta la sala.

-Pensé que nunca bajarías, hermanita –espetó Matt para luego acompañar a Joseph a llevar el resto del equipaje al auto. Puse los ojos en blanco, pero al ver a Nick corrí emocionada a abrazarlo.

-¡Nicholas! –me lancé literalmente sobre él, abrazándolo fuertemente. Él correspondió de igual manera mi abrazo.

-¡Anna, tanto tiempo! –contestó aún sin soltarnos. –¿Cómo has estado?

-Mejor que nunca –le respondí separándome un poco de él para mirarlo de frente. –Te he extrañado mucho –le dije haciendo puchero. Nick soltó unas cortas risas, encorvando sus labios.

-Yo también, linda –me dijo él, dándome un corto beso en la frente. –Cuando regreses de Nueva York, te prometo pasar un día completo contigo… –sonreí de oreja a oreja. No podía esperar para pasar un día entero con mi mejor amigo, el hermano de mi novio. Le debía mucho a él.

-Ya está todo listo. ¿Nos vamos? –nos interrumpió Joe entrando nuevamente a la casa, seguido por Matt. Todos asentimos, y fuimos al auto de Joseph.

Llegamos justo a tiempo al aeropuerto. Apenas entramos, ya estaban anunciando nuestro vuelo.

-Es por la puerta 108, vamos Anna… –exclamó Matt apresurado. Fruncí los labios. No quería por nada del mundo ir a Nueva York, por mucho que me gustara estar allá.

-Nos dieron 15 minutos. Esto… ¿Pueden darme un momento a solas con Joe? –les pedí a él y a Nick. Este último asintió.

-Claro. Ven Matt, te ayudaré en llevar las maletas al área de equipajes –se apresuró en decir Nick. Le esbocé una sonrisa de agradecimiento, mientras estos dos se iban hacia dicho lugar.

-Te extrañaré mucho. He pensado hacer una cena familiar para cuando regreses. Es hora de anunciar a mi familia sobre nuestra relación –me dijo Joe, mientras me abrazaba con dulzura. Asentí emocionada sobre su pecho.