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Llegamos al instituto y aquí estaba yo... En mi primera clase: Matemáticas... Hermoso inicio del día, lo se.

Nótese el sarcasmo.

Me entretuve tanto hablando con Leo que a mi parecer llegamos bastante rápido al instituto. Leo había venido con nosotros gracias a que su coche estaba algo averiado y tuvo que llevarlo al taller.

Cuando llegue al instituto me encontré con Lianna, al verla me extrañe un poco ya que no ví a Zad a su lado, como todos los días. También me tope con la señorita o más bien señora: Britney Cafther, la novia de mi hermano, la típica rubia que me cae como un tremendo cactus en el trasero.

Cuando la ví caminar hacia dónde mi hermano, me extrañe ante algo que hizo: me saludo con besos en la mejilla y toda la facha, me sorprendió bastante.

Se preguntaran, ¿porque no la soporto? Bueno, me explico... Pues por el simple hecho de que hace unos meses atrás -al inicio de clases- yo estaba con un chico, el cual se llamaba o más bien se llama porque aún, dichosamente, existe... Al caso, yo estaba con aquel chico: Daniel, un día fui a una de las fiestas que hacen en esta mierda de Instituto y Dani fue conmigo. Después de unas horas bailando juntos, llegue al punto en el que me aburrí y decidí sentarme a descansar el cuerpo, al cabo de unos minutos me levanté nuevamente y camine hacia donde estaba mi novio Daniel, me lleve lo que menos esperaba. Me arrepentí de haber ido a por él, de asistir a aquella fiesta. El muy bastardo estaba besándose con la tipeja esa: Britney, estaban muy entretenidos en el asunto. Los ví alejarse de los demás y caminar hacia un pasillo, los seguí y también me arrepentí de ello...

Me dieron asco.

Fin, desde hay a surgido ese 'odio' hacía aquella chica y bueno, que les puedo decir sobre Daniel... Es un  chico muy atento, educado, es lindo, ojos negros, tez oscura... pero lamentable el caso es un idiota y, para mi mala suerte, compartía esta clase con él, aunque no pasamos ni dos  palabra desde aquella vez.

Lo ame, lo quise, me entregué a él, excepto en esa parte intima, la cual siempre me discutió. Estuve con él 10  meses, 10 fucking meses, hasta que vino Britney y...

–¿Señorita Roxe?– Muevo la cabeza a ambos lados para despejar mis pensamientos. Miro a la persona frente a mi, el profesor. –Digame la raíz cuadrada de 590– lo miro confundida.

¿Que? Pero si yo apenas se la raíz de 4, como quiere él que le diga la de 590.

Pues...– La verdad no sabía que decir.

–Eso pensé... ¿Nos podría ilustrar con sus pensamientos?– Me hundí en mi asiento, quise hacerme diminuta.

Escuche una voz muy familiar, mire al frente, dos sillas más adelante de mi, ya que por desgracia me sentaba en el centro. Mire a la persona que había dicho una cantidad de número sumamente larga.

Daniel..

–Señor Smith...– El profesor se giro, y empezó ha acercarse a Daniel quién me mira neutral. –Me podría...–y como si la suerte lo acompañará por toda una eternidad, la campana sonó haciendo que todos los alumnos se levantarán de sus asientos y salieran como alma domadas por el viento.

El profesor bufo e hizo una mueca, para luego dirigirse a su escritorio, tomar su bolso y salir del aula... Como todo profesor amargado.

–¿De nada?– Lo escuche decir, después de un largo tiempo sin dirigirme la palabra, hasta hoy.

Me gire para encontrarme con sus  oscuros ojos. Estaba serio, como de costumbre.

–¿No dirás nada?– Lo miro por un milisegundo, vuelvo a arreglar mis materiales de clases. –Oh, vamos Ashley... Enserio, ¿Aún estás enfadada conmigo?– Dice como si lo de "Aquella vez" no fuera algo grave.

–No. Lo de Aquella vez me vale mierda. Ya lo supere– Mentí, aún me dolía lo que el había hecho... Cómo no doler si fue mi supuesto "primer Amor".

–Entonces ¿porque aún me ignoras?– Alzo una ceja, tomo mis materiales y lo miro directamente a los ojos.

–Porque tu no lo haces ¿ah?– Le dedico una falsa sonrisa.

–Me ignoras e infantilmente lo hago de vuelta. Pero... No me parecería mal si llegamos a ser amigos– bufé ante sus palabras. –Actúe mal. Me disculpe muchas veces. Por favor, nuevamente, perdón- Asentí con desgana.

–Solo amigos...- Lo apunte con un boligrafo. -Además, nada más que eso podría pasar entre tú y yo– Él frunce el ceño y se acerca un poco más a mi.

Su sercania solo me daba... No sé qué. Creo que nada...

–Auch... Eso dolió– Susurra.

-Dolio más lo que hiciste- Volví a recordar. Él me miro serio. -Ya, no más el tema- Dije retractándome por recordarlo.

Una sonrisa se planta en su rostro, una sonrisa que no veía hace siglos, literalmente.

Me uno a su risa, hasta que salimos juntos del aula. Nos separamos al llegar a la cafetería, va a reunirse con su grupo de amigos,  yo igual.

–Uuii... ¿Qué pasó hay?– Miro a Lía quien me da una sonrisa picara, sonrió ante sus palabras.

–Nada interesante– Me encojo de hombros.

–Si, claro– La veo tomar una bandeja y extenderla en mi dirección.

–¡Gracias!– Le muestro una sonrisa.

Está me devuelve la sonrisa junto a un guiño de ojo. Lía y yo siempre hemos acostumbrado, desde que estudiamos juntas, a guardarnos el almuerzo una a la otra, quien llega primero busca el de las dos.

Pasamos la hora de almuerzo muy tranquilamente, Lía de vez en cuando hablaba cosas sin importancia con Zad y conmigo, conmigo solo hablaba de la fiesta, de todo el maquillaje y accesorio que me colocará ese día, según ella, porque yo lo dudo.

• • •

El día había transcurrido muy rápido, aquí estaba yo tendida en mí cama, eran las 8:45 de la noche, en la casa había un silencio acogedor y mi sueño aumentaba gracias a la tranquilidad y el gran silencio que se apoderaba de la habitación.

Es muy temprano aún, tengo un hambre caníbal, no había comido nada después de haber llegado del Instituto, mi hermano no estaba en casa y mamá aún no llegaba, supuestamente llega el lunes.

Bajo las escaleras hasta llegar a la cocina, me sorprendí un poco al ver quién está en la cocina: Andrus. Lo miro por unos minutos, ya  note su  mal humor, hasta decía algunas palabras en voz baja.

–¿Que te pasa?– Andrus salto en su lugar, me miro unos milisegundos, pero fueron suficientes como para notar algunos moretones en su rostro. Me acerco tomandolo por los hombros, intento verlo a la cara pero me evade.

–¿Que te paso?– Veo como se zafa de mi agarre y camina en dirección al living, yo lo sigo. –¡Andrus maxi Roxe Gouther!– Se detiene y me fulmina con la mirada. Ya iba a empezar con lo de siempre: "no me llames por mi nombre completo".

–¿Que mierda quieres que te diga?– Se tira de espaldas al sofá, mientras deja escapar un suspiro. –Explicarte solo empeoraría las cosas– Frunso el ceño confundida.

–¿Que tipo de cosas?– Me siento junto a él. –Tal vez pueda ayuda...–estaba utilizando un tono muy gentil y amable, pero fue interrumpido por el Idiota de mi hermano.

–¿Ayudarme?– Dice. Sonríe  sarcástico. –Tu no puedes ayudarme en nada... Y no valdrá la pena explicarte– Me sentí mal al escuchar todas y cada una de sus palabras.

Observo cada uno de sus movimientos: se para del sofa y camina hacia las escaleras, lo veo subir...

Me siento pésima todo gracias a él, me habían dolido sus palabras, más  la forma tan simple que las había pronunciado.

¿Como es que mi hermano mayor, el único que tengo... No me tiene aprecio, no me tiene confianza?, ¿he?¿como?.

~DJM~

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ERICK WILLIANSOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz