ERICK WILLIANS

(43)

Hoy, había pasado parte del tiempo con la nena y sus abuelos. La madre de Erick llego alrededor de las tres. Inmediatamente ella llegó, yo me despedí de todos y fui directamente a casa de Jon. Su casa era enorme... Sus padres eran unos empresario muy estrictos y dedicados a su trabajo. Ellos pasaban parte del tiempo fuera de casa, al igual que mamá. Pero por lo que Jonathan me había informado, hoy estaban aquí.

-Que bueno que llegas- Saluda un alegre Jon dándome un ligero abrazo, le correspondí. -Mis padres están dentro. Ven y te presento a papá- Si, no había tenido la oportunidad de conocer a su padre ya que no solía estar presente cuando yo venía.

Entre a su hogar y el se acerca a cerrar la puerta tras de mi. Me toma de la mano y me conduce a una pequeña sala donde hay un sinnúmero de máquinas para ejercitarse.  Allí veo a la madre de Jon y a un Señor de unos cincuenta y tantos el cual supuse era su padre.

-Papá necesito algo de plata...-La hermana de Jon hace presencia en el área. Me mira confundida y vuelve su mirada a su padre.  -Ire con unas amigas al cine. Necesito plata- Continúa. Su padre toma un bolso cercano y le pasa una cantidad de dinero.

-Te quiero temprano en casa- Le dice. La chica asiente y se va sin más.

No, yo no le caía nada bien. Me lo había dejado claro en un tiempo.

-Papá ella es Ashley- Me presenta Jonathan. Agradecí que su padre no fuera un amargado ya que se acercó a mi sonriendo y me saludo de igual forma.

-Bienvenida a la familia - Frunci el ceño ante sus palabras.

-Jonel, por Dios- Hablo está vez la madre de Jonathan. Su esposo, Jonel, la mira. -A penas se están conociendo. Aún no son novios, no comas ansias- Concluye.

-Como sea- Continúa Jonel. Me mira y sonríe. -Un placer Ashley. Sientete como en tu casa...- Se va hacía la caminadora. Se detiene y se gira hacía Jon y yo.  -Protejanse...-

-¡Papá!- Exclamó Jon a mi lado. Su padre sonrió y volvió a lo suyo. -Vamos Ashley- Sigo a Jon quien se encamina a la cocina.

-Bien, tengo todo lo que necesitamos para los brownie acá...- Miro con atención la mesita que está en la cocina donde, sobre ésta, hay un sinnúmero de ingresientes.

Sonreí, me acerqué a él. Empezó a abrir la harina... observé atenta como preparaba y mezclaba todo, le ayude en una que otra insignificante mezcla... Hasta que adentramos el recipiente al horno.

-¿Vemos algo mientras está?- Asenti. Limpiamos nuestras manos para luego ir a la parte trasera de la casa donde había una no muy exagerada alberca, unos cuantos sillones y una Tv gigantesca frente a estos.  Me senté junto a Jon.

-¿ScaryMovie?- Sonreí ante su recomendación.

-¿Te gusta el humor negro?- Dije con una ceja alzada.

-Mmm... Hace reír en algunas partes-  Dijo mientras reproducía la película.

Empezó... Pasaron los minutos y a decir verdad ya no quería seguir viendo está película , me daba risa si... Pero sinceramente no me gustaba del todo. Jonathan se puso de pie, su mirada me dio a entender que iría a ver como iban los Brownie.  Me acomode mejor en el sillón. Mi celular vibró en mis bolsillos.

Irma. Madre de Erick.
~Buenas tarde Ashley. Espero que estés bien. Te escribo para decirte que  Arianna y yo nos iremos unos días a la casa de mis padres, ellos vendrán con nosotras. Te haré saber cuando regresamos.  Besos cariño.  Gracias por tanto.

Releí una otra, y otra vez el mensaje de Irma. ¿Por qué se iban?,quizás los abuelos extrañaban su hogar.  Me harían algo de falta ya que todos los días solía  pasar por allá aunque sea por unos minutos.

Mi rostro cambio. De verdad los extrañaría.

-Traje Pepsi Para acompañar los Brawnie- La voz de Jon me sobresalto un poco. -¿Qué pasa?- Dice mientras coloca las tajadas de brownie y las bebidas sobre una pequeña mesa frente a nosotros. 

-Nada...- Susurre mostrándole una sonrisa desganada.

-Siempre dices eso, aún pasando de todo- Se veía molestó. Suspire. Jonathan sabía una parte de mi historia con Erick... Le conté muchas cosas de mi pasado y él igual. Pero no quería volver a hablar del tema, no con él.  -Ya hemos hablado de esto. Si queremos llegar a algo creo que debe haber suficiente confianza- Suspire nuevamente.

Él podría ser muy insistente...

-Es por la madre de Erick- Vi un pequeño cambio en su rostro. Al ver su cambio, no quería hablar más.

-Continua...- Me animo. Lo mire, sé que iba a insistir, continúe.

-Se fue con su familia a la casa de sus padres... Sabes que a pesar de que ya no tenga ningún contacto con Erick, siento un cariño enorme por su familia- Dije. -Los extrañaré, es todo...- Se acomodó a mi lado, se acercó lo suficiente.

-Entiendo...- Susurro. Yo no estaba nerviosa, simplemente estaba ahí mirandole. -Lo que no entiendo es como dices no tener ningún contacto con Erick, cuando lo tienes con su familia. Y tener contacto con su familia es tener bastante con él- Y volvía con el tema. Por eso no quería hablarle de esto.

-Ya te he dicho...- Pause. Negue e incline el rostro. No veía porque seguir con esto. -Dejemos este tema de lado- Concluí. Él asintió inconforme.

Esta vez busque yo una película "Clinical" . Jonathan me miro algo gracioso por mi elección.

-Ya te has visto eso- Me engongi de hombros. Él sonrió y me paso un pedazo de su obra de arte, lo tome y lo comí.

Amaba los brownie de este chico, tenían su toque.

Las horas pasaron, vimos unas que otras películas. Ya era tarde, debía irme a casa. Jon se ofreció a llevarme y agradecí eso. Estando en casa me despedí de él, me tomo por sorpresa el que él me besara.  No lo había hecho, respetaba mucho lo que estábamos intentando, pero al parecer no se contuvo... Yo tampoco.

-Mejor...- Se alejó. Lo mire confundida. -Sigamos como vamos, no quiero arruinarlo- Susurra. Hice una mueca. -No me arrepiento. Y no es que no quiera, créeme que si... Demasiado. Pero vayamos despacio- Beso mi mejilla. -Sé que aún has de tener tus sentimientos por...-

-No lo menciones- Lo corte. -Solo... Si, vayamos de espacio- Y sin más me adentra a mi casa. Escuche el motor del coche y luego no se escucho más.

Realmente él tenía razón... Aún tenía mis sentimientos por aquel idiota, trataba de deshacerlos día a día... Pero no lo conseguía, siempre pensaba en él.

Y eso era lo que más me dolía.

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