(14)

29 5 0
                                    


...Por más que gritaba, no conseguía nada. Si salia de esta, sin dudas quedaría ronca... y rota.

–Sera mejor que...– Las palabras del abusivo fueron interrumpidas.

–¡HARRY!– Intente girarme para ver la expresión de Erick... Pero no puedo, me siento débil, no puedo hacer el más mínimo movimiento.

–Hola, ven acercate. Llegas en la mejor parte– El chico me libero para  acercarse a Erick.

–¡Estas demente!– Lo escucho decir.

Estos dos... sin duda se conocían.

No se que paso o como paso, la verdad todo fue muy rápido.

Como pude, me gire para ver a los chicos. Erick y el tal "Harry" se estaban dando golpes sin compasión,  Erick le proporciona varios puñetazos en el rostro hasta que su oponente cae al suelo, no le bastó con eso, se lanza sobre él y continúa con los puñetazos en su rostro hasta bajar a su estomago. Me altero demasiado al ver como Erick saca una navaja de bolsillo y la coloca en el cuello de su oponente....

¡Iba hacer una locura!.

Siento unas manos levantarme del suelo con brusquedad y aferrarme de espaldas, a su pecho, mientras me rodea el cuello con sus brazos. Grito del  dolor que siente mi cuerpo ante aquellos movimientos tan bruscos, y del miedo a lo que me pueda hacer ese chico ya que... Estaba solo en sostén, sin mis vans y *casi sin mis jeans.

–¡¡Dejadlo, hijo de puta!!– Grita el chico que me sostiene.

Erick se aleja de su oponente, quien ya se inconsciente en el suelo. Empieza a acerca a nosotros a paso lento aún con la navaja en manos.

Parecía un psicópata... Me asustaba un tanto.

–¿Puedes repetir tus ultimas palabras?– Susurra Erick, mientras continua acercándose a nosotros.

–Hijo. De. Puta– Mi cuerpo cae, por segunda vez al suelo, gracias a que  quien me sostenía me lanzo con todas sus fuerzas a este.

Esta vez sentí que mi cabeza explotaría en cualquier momento, literal. Siento el frío en todo mi cuerpo desnudo, un dolor insoportable se centra en mi pie afectado gracias al fucking dog.

Cubro mi cuerpo con mis brazos mientras gimo de dolor y Me remuevo en el suelo...

–Ya, dejame por favor– Súplico entre sollozos al sentir unas manos posarse en mi cuerpo.

Me cargan con delicadeza...

–Tranquila Ashley– Por primera vez en lo que tengo conociéndolo escucho mi nombre salir de su boca.

Aún sentía miedo. Me relaje -un poco- al saber que es él quien me sostiene, Me sentía como una niña, ya que me llevaba como a tal... Solo que en este caso era como una niña en brazos de un chico,  desconocido, para mi.

• • •

Abro los ojos lentamente, una intensa luz blanca esta fija en la iris de mi ojo derecho, pasa de esté al izquierdo. Pestañeo varias veces, hasta que la luz blanca desaparece de mi campo de visión. Siento la vista algo nublada... Cierro los ojos por unos minutos, los vuelvo a abrir. Hago ese ejercicio repetidas veces, hasta que consigo una vista clara.

–¿Como se siente señorita Roxe?– Escucho una dulce y paciente voz.

Miro a un lado Encontrándome con una señora de unos 40 y tantos de edad, vestida con una bata azul y un gorro del mismo color.

ERICK WILLIANSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora