ERICK WILLIANS

(48)

ASHLEY.

Deje a mi família de lado, sali junto a Erick. Mi familia estaba muy concentrada en el tema de mi hermano como para notar siquiera que me había ido de allí. Ambos subimos a mi habitación.

-Tal como la recuerdo- Comenta Erick observando todo interior.

-Ya vengo- Comenté captando su atención. Fruncio el ceño. -Me daré una ducha, saldre enseguida- Continúe.

-Mmm...- Murmuró. Lo mire extrañada. -Bien-.

-Has de cuenta que es tu habitación- Sonreí. -Aunque no se parezcan en nada- Él sonrió burlón.

Fui directo a mi ducha, antes de cerrar la puerta mire unos minutos a Erick quien me miraba atento. Lanzó un beso que yo simule atrapar. Ambos sonreimos. Cerre y me deshice de mi ropa.

Había pasado el susto de mi vida anteriormente. Joder, el padre de Erick llegó a asustarme más que el chico que sostenía a Drack.

Abri el grifo dejando el agua correr por todo mi cuerpo, mis pensamientos se desviaron ha otras cosas... O más bien personas...

Britney, Leo, Daniel...

Me sobresalte al sentir unas manos rosar mi brazo, abrí los ojos cerrando rápidamente el grifo. El azul de sus ojos se veía diferente, más oscuros, más intenso. Mi corazón empezó a alocarse, trague seco mientras lo veía entrar a la tina y colocarse frente a mi. Se había deshecho de su atuendo. o Su mirada recorrió mi cuerpo ocasionando un escalofrío en éste. La verguenza inundo mi persona, intente cubrirme con ambas manos, pero apenas me cubría un poco. Hiba a hablar, pero él lo hizo antes

-Eres perfecta- Su sonrisa arrugo mi corazón. Me pareció la más tierna.

Se acerco, beso mis labios para luego viajar hasta mi cuello y parte de mis hombros. Me quedé en mi lugar sin siquiera moverme.

-Erick...-Murmure mientras cerraba los ojos.

Debía parar.

-Mmm...- No se alejo.

-Mi familia está en casa- Logre decir. Se alejo. Abri los ojos viendo el azul de los suyos. Se veía sofocado...

-Cerre con seguro ambas puertas- Sonríe. Una sonrisa se instala en mis labios al escuchar su comentario. -Pero puedo salir si así lo deseas- Dijo aún con la sonrisa decorando sus rosados labios.

Lo pense unos segundos.

-Es...- Incline el rostro. Sus manos cubrieron mi cara elevandola. Lo mire apenada. Él pareció entender.

-Entiendo- Susurro. Junto nuestras frentes. -Sere cuidadoso- Continuó. -¿Usas píldoras?- Asenti. Se alejo aún sosteniendo mi rostro entre sus manos. -¿Cómo es qué las usas sino...?-

-Sabía que algún día pasaría- Le interrumpi.

-Bueno...- Junta nuevamente nuestras frentes. -Me alegra haber sido yo quien...- Mis labios interrumpen sus palabras.

Sus labios descendieron hasta mis hombros, cerré los ojos ante el contacto. El grifo se abrió, pero sabía que había sido él el causante de aquello.

-Te amo Ash- Escuche, gire dandole la espalda.

Puso sus manos alrededor de vientre acariciandolo en el acto. Hasta que paso, había sido cuidadoso tal como había dicho.

-Te amo- Susurre algo bajo.

Quizás él era un chico con muchos defectos en su vida, con mil errores del pasado, pero lo quería a él, no a sus errores ni a su pasado. Además...