ERICK WILLIANS

(30)

¿¡Es enserio!?. Estábamos teniendo una simple conversación de hermanos y de allí me entero de que... ¿¡SERÉ TÍA!?. Es una noticia que me ha tomado por mera sorpresa.

Verdaderamente no se que decir, ni hacer... Después de que mi hermano me diera aquella noticia se acercó a su mesa de noche, derribando todo lo que había sobre esta para después salir de la habitación con el enojo a flor de piel. Yo me quede en mi lugar completamente sorprendida y algo desconcertada.

Pensar que le había dicho a Lianna que se cuidara de no quedar embarazada, porque no quería ser tía... Pero joder, valla palabra de mierda que dije ese día, la cual me arrepiento de haber pronunciado. No es que no quiera ser tía o que no quiera esa criatura que viene en el vientre de Britney, ¡No!. No es nada de eso, es solo que no me esperaba tal noticia y mucho menos de mi hermano, el muy casanova ha estado teniendo con chicas desde temprana edad y ninguna, hasta ahora, había salido embarazada, para empeorar esa chica tenía que ser Britney Cafther, golpe bajo.

Repentinamente escucho una melodía suave que me saco del transe en el que estaba. Miro a mis espaldas y observo el celular de Andrus sobre la cama que vibra y suena una y otra vez. Me acerco, cuando estoy a punto de contestar, la llamada se cae.

Frunzo el ceño al ver de quien se trataba, se suponía que Andrus y Erick no se estaban tratando últimamente, pero entonces ¿Porque coños lo esta llamando Erick?.

Tomo el celular entre mis manos y, observando la pantalla, empiezo a caminar fuera de la habitación... Estando en la planta baja de la casa, me sorprendo bastante al verlo aquí, sentado en el sofá con su cara de pocos amigos. Normal.

-Hola- Digo cortante.

Él me da una mirada rápida y vuelve su mirada al suelo, ruedo los ojos ante su actitud. Me acerco a él, lo cual no se para que, la verdad me arrepiento de haberlo hecho ya que el muy idiota se levanta del sofá y se encamina a la cocina.

Bufo, me giro para encaminarme a las escaleras e ir a mi habitación, pero me detengo, algo extrañada, cuando noto al oficial recostado del pequeño umbral que esta al fondo de las escaleras. Se me había olvidado por completo...

-Andrus, vendrá en breve...- Observo a mi madre quien aparece detrás de Paul. -Ah, Ashley... ¿Donde esta Erick?- No digo nada ante sus palabras. Ella suelta un suspiro y se cruza de brazos. -Vamos al patio trasero, allí hay más privacidad- Dice mientras pasa por mi lado, encaminándose a la cocina, el oficial Paul va tras ella y yo, con toda la pereza del mundo, los sigo.

Entando en la cocina, escucho a mi madre decir "vendrá en breve", me detengo unos minutos y observo unos milisegundos a Erick sentado frente a la encimera, en medio de la cocina, en uno de los taburetes que tiene ésta.

Continuo mi camino detrás de Paul y mi madre, me detengo totalmente confundida al escuchar a Erick...

-Eres idéntica a Andrus- Me giro hacía él y miro detenidamente el mar de sus ojos. -¿Cuantos chicos te tiras en un día?- Aprieto los puños a mis costado y entrecierro los ojos observándolo.

-¿Que haces aquí?- Digo controlando toda mi persona, suspiro y trago nerviosa por el simple hecho de tenerlo cerca. -Nadie te quiere en esta casa, ¿lo sabes cierto?- Me cruzo de brazos y lo observó sonreír con hipocresía.

-Tu madre no opina lo mismo que Andrus y... Que tú- Sus ultimas palabras salen en susurro. Lo ignoro y me giro para continuar y salir de la presencia de este chico.

-No tienes vergüenza- Digo mientras avanzo.

Cuando estoy a punto de salir al patio, siento sus manos tomar mi muñeca, me detengo y lo miró con una ceja alzada. De repente escucho a mi madre gritar mi nombre, desvío la mirada de él y la fijo en la puerta cristalizada que esta frente a mí, entre abierta, y que da justamente al patio trasero.