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ASHLEY...

El día había pasado bastante rápido, eran alrededor de las once de la noche, Andrus no llegaba a casa desde  que se había marchado con Erick hacia quien sabe donde. Esos dos chicos se fueron vuelto una furia.

Dios quiera y no les aya pasado nada.

Realmente no comprendía lo que estaba sucediendo en aquel momento. Cuando Erick me tomo del brazo...

"No te atrevas a darle detalles al oficial" "Si lo haces cuida tu espalda".

Las palabras de Erick parecian una amenaza. Pero por alguna extraña razón sabiq que él no podría hacerme nada. Eso espero...

Mi madre se pasó la tarde  haciendome un sin números de preguntas. Preguntas que no quería responder pues le había prometido a mi hermano no contar a mi madre nada de lo que él hacía. Iba a cumplir mi palabra, no quería perder la poca confianza que Andrus tenía en mí.

Estaba tumbada sobre mi cama con los auriculares puestos y la música  "No limit" de Usher and Chris Brown, resonando en todo mi yo. Quería despejar mi mente y que mejor que escuchando un poco de música. No se cuantas horas tenía en este estado, de seguro algunas dos ya que después de que Lianna y Leonardo se marcharán, decidí venirme a mi habitación para así evitar el gran interrogatorio de mi madre. Pero, para mi mala suerte, el insomnio me poseía.

–¡Ashley!– Salte en mi lugar. Un fuerte dolor se instalo en mis tímpanos ante un grito. Abrí los ojos mirando todo mi alrededor.

Mi madre estaba sentada de brazos cruzados a un costado de mi cama, se le veía enojada. Me sente de pies cruzados sobre la cama mientras quitaba los auriculares de mis oído y  miraba atentamente a mi madre.

–¡Me vas explicando ya mismo en qué demonios está metido tu hermano!. Mira la hora que es– Dijo en un tono que no escuchaba desde mucho tiempo, su mirada de enojo le daba un toque de frustración a su expresión.

No sabía que decir. Es mi madre, no podía mentirle con respecto a algo tan grave como lo era el caso de Andrus. ¡Mi hermano estaba en peleas clandestinas! Y hasta creo que en otras cosas... ¿Como diablos le decía algo así mi madre?. Ella no soportaría algo así viniendo de su hijo, encima del mayor, que es el que debería de dar ejemplo y no lo está haciendo para nada en lo absoluto.

–¡Ashley!. ¿Me vas...– La interrumpo.

–Lo despidieron– Dije sin asimilar mis palabras, era la  mentira más absurda. La verdad es que para mi madre Andrus "trabajaba" los lunes y viernes en una cafetería. Cosa que era una total falsedad. –Esta buscando trabajo en no se que y... El chico que vino buscandolo lo ayudará con eso– No se de dónde rayos había sacado tal mentira.

Joder, al final termine mintiendole.

–No te creo una sola palabra– Eso ya me lo esperaba. –¿Porque reaccionó Erick así contigo?. Era como si te reclamara de algo que le pertenece...– No se que me sorprendió más, ¿Que mi madre hubiese visto aquel momento en que Erick me tenía tomada de brazos? Ó ¿Que conociera a Erick?, cuando yo apenas lo  empezaba a conocer.

No entiendo porque mi madre no cree en mis palabras, Aunque sean mentiras, porque no simplemente se las cree. Es como si tuviera un sexto sentido que le hace saber ciertas cosas o le da una idea de lo que es verdad y lo que no. No sé si es solo mi madre o son todas así. Sea como sea, detesto aquél instinto, aquel que tienen las madres.

–Conque... ¿¡conoces a Erick!?– Dije después de unos minutos. No quería responder a las preguntas de mi madre, pero ya que lo tenía que hacer... lo haría con una pregunta devuelta.

ERICK WILLIANSWhere stories live. Discover now