(36)

8 1 0
                                    

ERICK.

No hacía falta que me explicasen donde estaba. ¡Lo sabía a la perfección!. Con el simple hecho de ver la mugre de persona que estaba sentado a unos pocos metros de mí, ya sabía que estaba justo donde Rey quería. Y donde yo no debía.

-Al fin despiertas- Dijo Luck al verme incorporándome en la "cama". Había vuelto a la puta cama hecha con rocas. -Bien. Espera- Dijo para luego salir del lugar.

Estando a solas, a mi mente llegaron Andrus y Leo. ¿Que había pasado con ellos?. Lo último que recuerdo es a Leonardo todo golpeado y a Andrus arrodillado en el suelo adolorido.

Repentinamente la puerta por la que había salido Luck se abrió de golpe dejando ver un muy deteriorado Leo junto a un muy desaliñado Andrus. ¿Que coños les habían hecho?. Ambos eran sostenidos por unos hombres de tez oscura. El que sostenía a Andrus, lo lanzo hacía donde yo me encontraba de manera que quedó a unos pocos metros de mí. Mientras que el que sostenía a Leo, simplemente estaba allí parado junto a él, pero de repente saco un arma de sus bolsillos y le apunto directamente a la cien. Abrí los ojos mientras observaba la escena.

No... Joder, no se podía repetir nuestra historia...

-Espera mi orden Fredo- Trague seco al escuchar la voz de Rey.

Observe por unos milisegundo al tal Fredo quien sostenía a Leo del cuello y, a la vez, le apuntaba con un arma en la cíen. Desvíe la mirada de Fredo para fijarla en Rey, quien se coloco frente a mi con mala cara, mientras que yo estaba sentado en la cama mirándolo con todo el coraje del mundo. No dije absolutamente nada delante de él, simplemente lo observe en silencio tal como él lo hacía.

La verdad, esta vez no sabía como saldría de esta. Estaba en una grave situación: delante de un narco al cual no le había entregado una gran cantidad de dinero y al cual le mate (en defensa mía) a uno de sus hombres.

-Saliste peor que tu padre...- Frunci el ceño al escuchar sus palabras. -Investigué toda tu vida. A tu madre, tu hermana, tu abuela, tu bonita historia con estos dos chicos, y bueno... Al gilipollas de tu padre ya lo conocía - Me levante de la "cama" caminado en su dirección, pero unas cadenas atadas a mis pies (Que no había notado hasta ahora) me detuvieron. -Recomiendo que te calmes. O, no saldrán ninguno de los tres con vida...- Hablo fríamente. Me quede quieto en mi lugar, observándolo. -Erick. Me entere de lo de Jack, pero tranquilo, ya tengo resuelto eso.- Me dio un guiño de ojo y a mi mente llegó lo peor... -Ahora. ¿Donde esta mi dinero?- Escuche atento sus palabras. Estaba a punto de hablar cuando de repente la puerta del lugar se abrió de golpe.

Sonreí en mi interior al ver a la persona que estaba allí parada. Nunca me había alegrado tanto al ver a alguien y más en una situación como ésta. Instintivamente mire a Andrus el cual estaba sentado en el piso, recostado a la pared. Estaba ahí tirado sin siquiera quejarse, parecía  drogado y tal vez eso tenía que ser. Andrus siquiera se había percatado de la persona que había entrado al lugar. Desvíe la mirada de él para fijarla en Britney.

-¿¡Por que siempre me impiden la entrada!?- Grito molesta. -Siempre tengo que discutir con uno de tus  perros para poder...- Pausó en el momento en que sus ojos calleron en Andrus.

Observe su cara, estaba palida. En cuestión de segundos ella estaba delante de mí con preocupación y miedo.

-¿Que hace Andrus aquí?- Susurro estando frente a mí. No respondí, ella bufo y se puso de cuclillas frente a su novio.

ERICK WILLIANSWhere stories live. Discover now