Cafetería

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Luka se quedó sentado en la mesa esperando al regreso de sus amigos con su comida, su estómago no dejaba de quejarse con sonidos extraños y él, a pesar de haber bromeado con ello, realmente se estaba empezando a marear, el castaño nunca había tenido el hierro especialmente alto y con anemia no comer bien no era muy recomendable.

Empezó a jugar con sus pies dando golpecitos contra la pata de la mesa hasta que notó que alguien se acercaba a él y levantó la mirada. Sus ojos verdes se abrieron reaccionando a una mirada, que a su parecer era bastante intimidante. Los ojos de Keith lo miraban con cierto enfado y el pequeño Strauss se levantó sin decir nada y sin dejar de observarlo.

― ¡Has sido tú!― acusó elevando el tono.

―No sé de qué me estás hablando―le respondió él intentando ocultar bastante mal una sonrisa ladina.

―Claro que lo sabes― dijo señalando hacia su pelo. Lo tenía negro por completo a excepción de algún mechón que se había salvado. Se notaba que había intentado lavárselo, todavía tenía manchones sobre sus mejillas y frente.

―Oh ¿te has hecho algo en el pelo?― preguntó ya sin intentar disimular su sonrisa.

― ¡Maldita sea!―gritó agarrándole de un brazo y tirando de él hacia la puerta de la cafetería.

― ¿Qué haces? ¡Hey, suéltame!―se quejó intentando librarse de su agarre. Por supuesto, eso fue en vano, Keith le superaba en fuerza, edad y altura. Y en ese momento, también en mal humor.

Al principio Keith había asumido la broma sobre todo con resentimiento, pero tras haber estado media hora en el baño y observar que no salía se había ido irritando cada vez más.

Una vez soltó al chico, Luka le preguntó de malos modos cuales eran sus intenciones. Keith tras intentar calmarse le respondió de la misma manera.

― ¡Qué me expliques por qué has hecho esto!―gritó molesto.

― ¡Yo-no-fui!―le contestó separando cada palabra― ¿te queda claro? ¡Dije que fui yo para que no expulsaran mis amigos!―replicó empezando a ponerse de mal humor.

― ¡Joder! ¿Y no podían hacer una broma normal? ¡El tinte no sale!

Luka ahogó una pequeña risa, el rubio se estaba poniendo histérico.

―Relájate rubiales, ese tinte se va con agua y jabón― contestó riéndose―Es tinte de niños pequeños, lo sacaron de un juego infantil, sólo tienes que ponerle un poco de esmero, confío en que serás capaz tú solito.

Keith lo miro enfadado y puso una mueca de fastidio, Luka no pudo reprimir más una carcajada.

― ¿Te va a dar otro berrinche o me puedo ir ya a comer?―le dijo el castaño antes de recibir una mirada asesina.

― ¿Te gusta pelear, no?―preguntó Keith ya más tranquilo.

―Solo con la gente como tú―le respondió sonriendo y cruzando los brazos sobre su pecho.

― ¿Con la gente guapa?―preguntó fardando.

―No, con la gente idiota―contestó borrando esa sonrisa sardónica de su cara y rodando los ojos.

―Te recuerdo que este idiota―dijo señalándose y avanzando hasta él― Ha evitado que abrieras la cabeza y te ha ayudado a entrar en clase―Continuo sonriendo muy cerca de su cara. Luka rechistó y puso cara de fastidio apartando la mirada. Realmente ese chico le molestaba.

El pequeño Strauss solo quería dejar ya de lado la discusión, tenía hambre, su estómago seguía rugiendo, y sin embargo estaba en medio del pasillo discutiendo con su nuevo compañero por temas que le parecían verdaderamente absurdos.

―Si ya has acabado...―le dijo apartándole un poco y encaminándose de nuevo hacia la cafetería.

―Adelante―contestó indicándole con un brazo el pasillo en forma de reverencia.

―Gracias―respondió el chico entornando los ojos y fingiendo una sonrisa.

A cada paso que daba se sentía más mareado, ya no tenía energías para discutir. Empezó a caminar hacia la puerta, pero de pronto su vista se volvió borrosa y comenzó a ver todo desenfocado.

Se apoyó ligeramente sobre una taquilla y poco a poco se fue deslizando hasta el suelo para evitar un probable golpe, conocía la sensación de estarse desmayando, pero era realmente incómoda. Pensó que si se sentaba se le pasaría, como siempre, pero al contrario de su idea acabó cerrando los ojos hasta quedase inconsciente.

Un PasoWhere stories live. Discover now