Un Paso

Un interesante despertar

*Narra Luka*

Me desperté algo desorientado, miré hacia los lados confuso. ¿Estaba en la habitacion de Alex? ¿Comó había llegado allí?

Me levanté despacio, aunque me tuve que volver a recostar. De pronto sentí un horrible dolor de cabeza.

Eso era a lo que se refería Steve con resaca.

Mi vista se posó en la mesita de noche, había una pequeña pastilla en un plástico plateado.

La cogí sin pensar y me a tragué sin agua, esperaba que funcionase, seguramente me la habrían dejado Cristy o Alex.

Salí de la habitación dando tumbos mientras me agarraba la cabeza con un mano, hasta que la pastilla causase efecto tardaría un rato, y mientras tanto tendría que aguantarme aquel punzante dolor.

Al fondo del pasillo me pareció escuchar risas, así que me acerqué a ver qué pasaba.

Las voces procedían de la habitación de Steve. Curioso, di unos pasos en aquella dirección.

Cuanto más me acercaba más claras se podían escuchar las voces. Al parecer los que hablaban eran Steve y Keith.

Me apoyé contra la pared y observé el interior a través de una pequeña rendija.

Después de unos minutos escuchando su conversación había acabado sentado en la alfombra enterrando mi cara entre mis piernas y con la cara tan roja que la sentía arder.

¡Keith le estaba contando a Steve todo lo que había pasado anoche! Y todo, era todo, porque si el rubio se saltaba alguna parte Steve comenzaba a preguntas.

-¡Malditos pervertidos!-murmuré avergonzado.

Cuando comencé a oir lo que decían no recordaba nada, ni siquiera me había parado a pensar en lo que había hecho anoche. Pero a medida que avanzaba su conversación me venían los recuerdos y las imágenes a la cabeza... 

-¡Estúpido, pervertido, idiota!-repetía una y otra vez aun con la cabeza escondida.

Maldita sea, mi cara no podía destacar más, ese idiota de Keith además de estar contando la historia gesticulaba con cada cosa que decía.

¡No podía ser cierto! ¡Todo lo que había hecho a consecuencias del alcohol, por dios, no podía ser cierto!

De pronto noté un líquido caliente cayendo por mi barbilla... ¡Lo que faltaba! Ahora me estaba sangrando la nariz.

Me levanté rápidamente y entre en el baño mas cercano,mi cara era un poema.

Ojeras negras,mejillas rojas y un río de sangre hasta el cuello.

Abrí el grifo en agua fría y me lave la cara limpiandome la sangre.

Me seque con la tolla y volví a observar mi aspecto.

Mi cara ya estaba menos sonrojada,pero las ojeras seguían ahí.

Coji un trozo pequeño de papel y me lo coloque en la nariz,sino volveria a estar como antes.

Sali del baño dispuesto a bajar,no podia seguir escuchando ese deprevado decir aquellas cosas...

Pero,como no,la suerte nunca esta de mi parte... Me dije a mi mismo cuando a la salida del baño me choque con el castaño.

-Hombre Luck,hace un momento estaba hablando sobre ti.-dijo sonriendo picaro,seguramente pensando en lo que le acababa de contar Keith.

-No hace falta que me lo jures...-murmure por lo bajo.

-¿Que?-pregunto al no escuchar.

-Que voy a desayunar.-conteste apurando mis palabra al ver al rubio salir de la habitacion.

Pase rápidamente a su lado y baje las escaleras.

-¿Y a este que le pasa ahora?

-No sé.-respondio Steve encogiendose de hombros.-bueno...¿Por donde ibas?-pregunto sonriendo travieso.

-Eres un morboso...-le dijo Keith.

-Y tu un salido, estamos en paz.-sonrió el castaño.