Puedo hacer lo que quiera

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Ya había pasado todo, ahora solo podía esperar. No volvería a clase, llevaba varios dias saltándomelas por diferentes motivos, esto me iba a repercutir negativamente en las notas...

Pero eso ahora mismo me traía sin cuidado.

Subí las escaleras inmerso en mis pensamientos y llegue a la azotea, entre y cerré la puerta tras de mi de forma mecánica, luego me acerque al borde y me apoye con los codos mirando hacia la ciudad, aunque realmente no me estuviera fijando en nada.

Me sobresalte al notar una mano en mi hombro y me gire asustado por el repentino contacto, volviendo de nuevo a la realidad. Estaba tan distraído que no me había fijado en que había alguien mas en aquel lugar.

-Perdón.-me dijo es chico mirándome curioso.-No pretendía asustarte.-Sonrió tímidamente.

-No te preocupes...-respondí aun confuso. Lo mire mejor, tenía el pelo oscuro y corto, pero no lo suficiente como para evitar que se le revolviera con el viento, sus ojos eran castaños claro y su piel bastante blanca, Parecía ser mayor que yo, pero su altura no era excesiva, solo me superaba por unos cinco centímetros aproximadamente. -Yo te conozco...-murmuré pensando en donde lo había visto.- ¡Eres el del club de pintura!- exclamé acordándome. Eso significaba que tenía entre diecisiete o dieciocho años, ya que iba en clase de Marta, en último año.

-Si, soy yo. Me llamo Eloy -respondió asintiéndo.

-Yo soy Luka Strauss.-me presenté.-De cuarto.-añadí.

-Si, lo se, Marta me ha hablado de ti.-dijo alegre.- Creo que le gustas...-yo me removí incómodo.

-Ah, claro... Ella esta también en el club.

-Si ¿tu te unirás? Según ella dibujas muy bien.-Me pare a pensar ¿cuando ella había visto mis dibujos? Entonces recordé, que hace un par de años, ella vio en casa mi bloc, ya que lo había dejado sobre la mesa de Cristy sin darme cuenta y ella no sabía que era mio al principio.

-Bueno, no se... Lo había pensado, pero no estoy seguro.-le respondí.

-Como quieras, sería genial tener mas gente en el grupo.-dijo sonriendo. Me pude fijar en que tenía un pequeño agujero en el labio inferior, por mi derecha, supuse que sería causado por un piercing.

-Si, ya veré.-le conteste sonriendo también.

-Oye ¿no deberías estar en clase?-me preguntó extrañado.

-Supongo... ¿y tu?-le pregunté de igual modo.

-Supongo lo mismo.-rió.-Estaba aburrido y me vine a dibujar.

-¿a dibujar?-le pregunte confuso.

-Si, mira.-me indico alejándose, yo le seguí. Se fue por la parte de atrás, allí no solía ir, mas que nada subía para descansar y me la pasaba observando desde el borde. Cuando el se sento, yo me agache a su lado.-Mira, desde aquí se pueden ver unas flores que estan tapadas por hojas si miras desde arriba.-yo me fije mejor, era verdad, bajo aquellas grandes hojas había unas flores hermosas, eran de pétalos azules, cinco cada una, y en el centro su color era morado con cuatro pequeños puntos amarillos que formaban el polen. También había otras,eran rojas y blancas, estaban formadas por un montón de pequeños pétalos en forma de vasitos unidos entre ellos, en algunos contenía gotas de agua que quedarían asi tras la lluvia. Había una gran variedad de flora, era bonito.

Me quede observándolas tanto tiempo, que hasta había olvidado que tenía compañía. Por eso me sorprendió de nuevo su voz.

-¿Son preciosas, verdad? Me gusta dibujarlas.-me indicó señalando su cuaderno. Me fije en sus dibujos, sus trazos eran limpios y perfectos, sin embargo, también se ayudaba de la goma en momentos, eso se notaba por los restos que había al rededor.

Un PasoWhere stories live. Discover now