Los niños y los borrachos nunca mienten ||

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― ¡Yo soy Virgen!―gritó Luka dejándome atónito.

No lo pude evitar, sé que no fue lo correcto, y menos en aquella situación, pero uniendo su cara sonrojada a esa expresión en su rostro no pude ahogar una carcajada.

― ¡No te rías, idiota!―gritó con rabia, probablemente avergonzado.

―Lo siento...―contesté entre risas, intentando ponerme serio.

Una vez me calmé, me acerqué de nuevo a Luka y le levanté la cara para verle mejor, había que admitirlo, estando tan rojo como estaba y con esa cara de enfado, resultaba adorable.

Él intento bajar la mirada de nuevo, pero yo no le dejé y comencé a depositarle pequeños besos por todo el cuello.

Fui subiendo por su mejilla hasta su oreja, al llegar a esa altura, le mordí el lóbulo con suavidad, haciendo que se sobresaltase un poco.

Notaba su respiración todavía acelerada.

―Para...―murmuró Luka en un susurro casi inaudible.

― ¿Por qué?―sonreí en su oído―, antes dijiste que te gustaba que te besara... Y que te tocara...―dije bajando poco a poco la voz. Él se mordió el labio con nerviosismo de nuevo, no me extrañaba que siempre los tuviera rotos―Y no opusiste ninguna resistencia hace unos minutos cuando te...

― ¡No lo digas!―me interrumpió él azorado. Yo sonreí.

Le seguí besando bajando por su torso mientras él emitía pequeños sonidos involuntarios que lo único que hacían eran provocarme más.

―No es justo...―me quejé caprichosamente―Esto empieza a molestar―exclamé mirando hacia mis pantalones.

De pronto y sin previo aviso, le agarré una mano colocándosela sobre mi entrepierna.

― ¡¿Pero qué haces?!―se sobresaltó él intentando apartarla, pero yo le apreté más contra ella.

― Si de verdad te molesta, solo dímelo y pararé...―le susurré al oído.

― Para de hacer eso...―murmuró refiriéndose al susurro, notaba que se estremecía al oírme, y eso me gustaba.

Le di la vuelta apoyándolo contra la pared con cuidado.

Sabía que tenía que ir con calma, que iba a ser su primera vez y que le dolería, pero por otro lado, no podía aguantar ni un segundo más, notaba mi pantalón cada vez más apretado y no sabía si tendría paciencia para algo como aquello en esa situación.

Me bajé la cremallera con el fin de aliviar la molestia, pero el sonido puso alerta a Luka, quien empezó a temblar de miedo.

―Mierda...―murmuré para mí mismo.

No estaba preparado, eso estaba claro, y lo que menos quería era forzarlo a nada...

Agarré su camisa del suelo y se la puse a toda velocidad lanzándole después la americana.

―Solo porque estas medio borracho, me voy a quedar con el calentón―le advertí―pero la próxima vez no dudaré en metértela si me pones cachondo―exclamé sin ninguna delicadeza.

Me coloqué la camisa mal que bien y le empujé a salir del pequeño cuarto, Luka en ese momento estaba todavía más desorientado que cuando entramos.

― ¿Pero qué...?―se sorprendió Steve al vernos salir. Justamente tenía que pasar por ahí...

― Estábamos buscando más bebida, que se está acabando―me inventé de excusa. Sabía perfectamente que no se lo iba a tragar, pero ahora no le iba a dar explicaciones.

―Cl-claro...―tartamudeó él―están en la cocina, creo...―murmuró.

―Bueno, Luka, ya sabes―le dije empujándole en esa dirección. Él seguía en shock, con cara de asombro y sin comprender muy bien la situación, por lo que simplemente asintió y siguió andando.

Steve me miró pidiendo una explicación y yo suspiré sabiendo la charla, o más bien bronca, que vendría ahora.

―Te acabas de tirar a Luck ¿Verdad?

―No exactamente...―le dije sonriendo de lado.

―Sé que lo primero que debería decir es "¿Estas mal de la cabeza?"―exclamó el castaño―Pero no puedo evitar fijarme en tus pantalones...―dijo con un tono de burla.

Miré hacia abajo, comprobando que, efectivamente, que mi erección seguía estando presente y por encima llevaba la bragueta abierta.

―Sé que me vas a acribillar a preguntas después de esto, pero primero, voy un momento al baño―dije subiendo por las escaleras.

―Te espero aquí abajo, no quiero presenciar el show―se rio él.

―Tú mismo―dije encogiéndome de hombros―tú te lo pierdes―exclamé riendo y entrando en el cuarto de baño más cercano, que para mi suerte, no estaba ocupado o lleno de parejas dándose el lote.

"¿Me pregunto cómo reaccionará Luka mañana cuando se le pase la resaca y se acuerde de todo?" pensé riéndome al imaginarme su reacción.

Iba a ser épico.

Un PasoWhere stories live. Discover now