Sentimientos encontrados

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Desde que lo dejaron, Luka parecía un perrito asustado. Ni siquiera destacaba en el su mal genio, parecía que huía de mi.

Claramente, eso me parecía muy divertido.

No pensaba hacerle nada, hoy estaba cansado de estudiar, solo quería relajarme un rato. Ademas, precisamente no es muy relajante intentar algo con el, porque, como si de un mecanismo se tratase, salta su barrera de protección contra mi.

Steve y Cristy tuvieron la brillante idea de dejarlo aquí, pero claro, no pensaron que no era buena idea en un Martes... Teniendo colegio mañana y ademas, sin traerse consigo nada.

Tras el fallido intento llamarlos para que lo vinieran a buscar, se rindió y acepto mi oferta de quedarse a dormir, pero aun así, como dije antes, parecía estar en guardia constante.

Cada vez que me acercaba solamente un milímetro mas de lo normal ya se ponía nervioso, en cierto modo era adorable.

Entramos en casa y fuimos a mi habitación, el ya se sabía el camino. Como siempre, solo estaba mi madre por esa hora. Le dije que Luka se quedaría a dormir y ella sin ningún problema asintió sonriendo. Desde que Luka empezó a venir por lo del trabajo y lo de la enfermedad, a mi madre pareció agradarle, decía que era un buen chico.

-¿Donde voy a dormir?- me preguntó Luka desde mi cama, estaba sentado y movía las piernas de un lado a otro.

-¿Donde? Obviamente ahí.-le dije señalando mi cama.

-¿Y-y tú?-preguntó sorprendido.

-En mi cama.-le respondí sonriendo de lado. Su cara era un poema.-Tranquilo, era broma.-le dije.- Ni que fuera tan malo dormir conmigo, no te iba a comer.

-Comer no... Pero otras cosas si...-susurró. Yo sonreí divertido.

-Levanta, voy a sacar la otra cama.

-¿La otra cama?-preguntó confuso poniéndose en pie.

-Si,esta.-contesté sacando el colchón de debajo de la mía. Las camas nido eran muy prácticas, Steve la utilizaba siempre que se quedaba, así que la tenía preparada la mayor parte de  las  veces.

Después de ponerla bien y levantarla a la altura de la mía le coloque las almohadas y esas cosas, Luka me observaba desde la puerta.

-Listo.-dije estirándome y yendo a su lado.

-Gracias... -murmuró.

-Supongo que no tienes ropa ¿no? Te dejare un pijama, aunque te quedara ligeramente grande... -le ofrecí mientras me acercaba al armario. Saqué uno viejo que parecía mas de su tamaño, tenía dibujadas ovejitas sobre un fondo azul.

-Gracias...-repitió mirando el estampado mientras levantaba una ceja.

-Bueno, ve a ducharte tu primero, ya sabes donde esta el baño.-dije mientras me sentaba en la segunda cama. El asintió y se alejó por el pasillo.

Hoy estaba muy extraño, por la mañana, cuando le besé por sorpresa, me grito pero aun así me devolvió el beso y no se quejo tanto como siempre.

En la biblioteca fue raro verlo tan concentrado, pero como casi no me presto atención, excepto cuando le explique matemáticas y cuando, de forma muy inmadura, peleamos por no entender algo en Lengua. Y ahora, es cuando esta mas extraño, parece estar avergonzado y distraído.

Escuché él agua caer y pensé en como reaccionaria si entrará ahora en el baño, seguramente empezaría a gritar histérico y a lanzarme cosas o, en el mejor caso, esconderse avergonzado e intentar taparse.

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