Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)

Miradas

Hola a todos, bueno este es mi primer fic en la vida, y la verdad no sé qué pensar. Decidí hacerlo de Killing Stalking, bueno, porque la verdad tenía muchas ganas y curiosidad por hacerlo. Si le va bien al fic, aunque no le vaya bien, estaré actualizando cada martes sin falta. Me gusta escribir capítulos largos, están advertidos, y bueno sin más espero que lo disfruten tanto como yo lo estoy disfrutando el escribir. Gracias por si llegan a votar o a comentar, se los agradeceré mucho.

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Capítulo I

«¡No, por favor! ¡Ya basta!»

«¡Quédate quieto, maldita sea!»

«¡No, por favor! ¡Detente! ¡Me lastimas!»

«¡Cierra la maldita boca, fenómeno!»

—¡No! —Bum gritó en medio de la vacuidad dentro de su habitación. Su delgado cuerpo se incorporó con rapidez de su mullido colchón viejo; y junto con su agitada respiración, presenció en la soledad, que aquellas pesadillas jamás dejarían de atormentarlo.

Una traviesa gota de sudor frío, surcó sus mejillas delgadas para poder caer por su barbilla hacia sus brazos desnudos que descansaban sobre sus piernas.

Bum bajó la mirada tras ver que su cuerpo estaba cubierto por una fina capa de sudor. El chico deslizó su brazo y parte de su muñeca por sobre su frente, retiró con ahínco la humedad salada que se acumulaba con posesividad de su rostro. Sentía que sus cabellos negros se pegaban a su piel encendida.

Bum calmó su respiración mientras llevaba su mano izquierda justo hacia su pecho. Aun podía sentir los latidos agitados de su corazón debajo de su palma blanca. El chico decidió acostarse nuevamente no sin antes deslizarse presuroso hacia la única ventana de su habitación. Con mano temblorosa, deslizó la cortina delgada y roída para comprobar que el cielo aun era oscuro y siniestro.

Bum suspiró un poco más aliviado. Sintiendo la calma que reinaba dentro de su habitación, regresó a su cama, sus manos tomaron su celular viejo del piso. Tras encenderlo, la cruel luz fluorescente le dio por completo en sus ojos, por lo tanto le hizo cerrarlos con molestia, algunas lágrimas que sus pestañas habían enjugado, se deslizaron deprisa hacia su mentón, allí se agruparon para poder después secarse.

Con agilidad, el chico movió sus pulgares por sobre la pantalla táctil del dispositivo. Lo primero que hizo fue comprobar la hora para saber que aun tenía bastante tiempo para volver a dormir antes de entrar a la universidad. Acto seguido, revisó el calendario con sorpresa, ya que su celo se había atrasado otro mes más. Colocó el celular de nuevo sobre el suelo mientras se acomodaba por debajo de sus delgadas sábanas. Llevó su mano derecha hacia su frente. Las pupilas ennegrecidas de sus ojos se mezclaron entre el techo y la lámpara que lo remataba; frunció sus labios pensando que su celo llegaría al séptimo mes de retraso. Sabía que algunos omegas tenían problemas de retraso con sus celos, pero no tantos meses, sin duda alguna, Bum estaba preocupado. No había dejado de tomar los supresores, por si alguna sorpresa llegaba a la universidad o en su trabajo, ya que los lugares estaban llenos de alfas fértiles.

Bum jaló con su nariz la mucosidad que se había ablandado por culpa del llanto. Talló sus ojos y se acomodó aun más entre las delgadas y remendadas sábanas que lo cubrían. Giró hacia su lado derecho con la vista fija en la pared, y con lentitud cerró sus ojos hasta poder quedarse una vez más dormido.

Sus pesadillas regresaron...

La cruel luz del sol se filtró por los pequeños agujeros de la cortina, llegando así hasta el rostro del hombre adormilado.