Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)

Secuestro

Bien, he actualizado el texto del capítulo y eso es porque la amable usuaria Aeggdrasil ya terminó de revisarlo, también he cambiado algunas palabras, eso es para que se vea mejor. Muchas gracias a ella por ayudarme para que el fic no vaya en picada. Muchas gracias Aeggdrasil. 

Capítulo XVI

Secuestro

Hee Jin había estado pensando en el comportamiento tan extrañamente repentino de su compañero, y eso es porque desde que el alfa había partido hacia la ciudad, siempre se había comportado como todo un caballero ante ella y ante sus padres.

Hee Jin jamás imaginó aquella mirada lasciva y esas palabras hirientes provenir de un alfa tan afable y benevolente como lo era Seung Bae. Sentía su corazón estallar en miles de pedazos, las dudas colmaban su mente y eso provocaba estrés en ella. Una omega no debía de estresarse, ya que su dulce olor cambiaría a uno agrio y maloliente, y lo que menos quería era molestar a su futuro alfa.

Dentro del gran apartamento de Seung Bae, Hee Jin había comenzado a sacar la poca ropa que había llevado con ella; la maleta de color azul reposaba sobre la alfombra gris de la estancia. Sacó uno de sus vestidos y los sujetó con ambas manos mientras buscaba con su mirada un buen lugar para ponerlo. La decepción llegó a ella al ver que no podía hacerlo ya que su compañero la había recibido como si fuese un simple huésped pasajero, incluso la había obligado a dormir en el sillón junto con la dureza de los cojines revestidos de piel.

Hee Jin suspiró volviendo a guardar su ropa, cerró su maleta y bajó la cabeza. Su rostro estaba completamente desencajado; sentía unas cuantas lágrimas aparecer en el borde de sus ojos. Mordió su labio inferior con fuerza para poder tragar el nudo que se le había formado en su garganta.

La omega subió su rostro con rapidez para poder pegarse con ambas manos sobre sus mejillas ya que lo último que quería era incomodar todavía más a Seung Bae, así es que totalmente decidida se levantó del piso y fue directo hacia la cocina para abrir el refrigerador y poderle hacer la cena más deliciosa a su alfa, pero se llevó tremenda sorpresa al comprobar que dentro de la nevera no había nada más que latas de cerveza, botellas con agua potable y un pedazo de queso rancio.

Hee Jin suspiró con abatimiento mientras cerraba la puerta de la nevera color plata. Sus pies se dirigieron hacia su maleta para poder sacar su monedero y una libreta en donde tenía escritas, con letra cursiva, todas las recetas que aprendió cuando estaba bajo la vigilia de la familia Yang. La omega sabía a la perfección todos los platillos favoritos de su alfa y por un momento creyó que con eso podría dibujar una sonrisa amable en los labios del moreno. Hee Jin salió del apartamento con la ilusión de poder cocinar algo digno del paladar de su alfa, y si tenía suerte, quizás este podría dedicarle unas palabras amables.

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La ciudad era verdaderamente bulliciosa, los edificios altos adornaban con ímpetu las calles de asfalto gris y los semáforos que colgaban de los altos postes. El incesante tintineo de luces multicolor de los negocios sobre las avenidas reflejaban directo sobre los vidrios ahumados del vehículo de Sangwoo.

El alfa castaño había procurado manejar con rapidez para poder llegar a su casa para poder cambiarse de ropa ya que si seguía con la misma muda mojada era posible que pescara algún resfriado y lo que menos quería en ese momento era enfermarse.

Por culpa de su alta confianza, pensaba que la batalla con Yang ya la tenía ganada. Era cuestión de días para que el omega cayera rendido a sus pies, suplicando para que le mordiera el cuello y le hiciera un hijo.