Omegas (Retorno)

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Capítulo XXVI

Bum se había quedado dentro de la cocina después de que la alfa había abandonado su casa. Bajó la mirada hacia su estómago, por un momento le pareció que este había aumentado de tamaño, pero no era así.

Sentía todo su cuerpo diferente, muy extraño. Las palabras que tenía en la boca no le eran suficientes para poder describir todas las cosas nuevas que sentía dentro de sí mismo.

Recordó que ése día tampoco había tomado sus supresores, presentía que si no lo hacía, de seguro que su celo lo tomaría por sorpresa, pero primero tenía que averiguar si se encontraba en cinta o no.

La zozobra había resultado para él ser realmente asfixiante. Sentía como si una bolsa de plástico cubriera su cabeza por completo. Por algún motivo, la necesidad de estar al lado de su ahora alfa, se estaba comenzando a ir lentamente al igual que las huellas de los dientes sobre su piel.

«Debe de estar cicatrizando», se dijo para sí mismo mientras contemplaba su reflejo en la cubierta de metal del horno de microondas.

Bum saltó al escuchar que alguien entraba a la cocina para ir directo hacia el refrigerador.

—Disculpa, mi intención no fue el asustarte —comentó la madre de Ji Eun.

Bum bajó su cabeza completamente avergonzado, sus ojos contemplaron su cuerpo vestido con la ropa de su hija, de seguro que se iba a dar cuenta y le reclamaría algo de inmediato para que se la quitara enseguida.

La mujer sacó una botella de plástico con agua. La abrió con fuerza para poder dejar la tapa sobre el pequeño desayunador. Sus ojos recorrieron el cuerpo del muchacho de pies a cabeza.

Lo primero que vio fue la delgadez del chico, juró que el diámetro de sus muñecas no podría ser menor al de trece centímetros. Las mangas cortas de la playera gris revelaban sus extremadamente delgados brazos. Mientras recorrían la piel, sus ojos se detuvieron en todos los moretones y heridas que tenía sobre de ellos.

La mujer bajó la botella del agua para bajar su rostro completamente apenada, comprobando así la historia que su hija le había contado.

—¿Ya comiste algo? —preguntó mientras dejaba la botella con agua sobre la pequeña mesa.

—No... No tengo mucha hambre, gracias —La cabeza de Bum se mantenía abajo junto con su mirada perdida sobre el piso. No sabía por qué la madre de Ji Eun tenía que estar allí, escudriñándolo con crueldad.

El silencio entre ellos era realmente incómodo, ninguno de los dos quería estar allí, simplemente tenían que moverse o decir algo y rápido:

—¿Cómo conociste a mi hija? —preguntó para poder disipar aquella incomodidad.

—En la universidad —contestó el chico con un tono de voz muy quedo.

—Ya veo... —Tomó la botella de plástico para comenzar a salir de la cocina, pero la voz del chico le hizo detenerse de inmediato.

—¿En verdad... yo en verdad —Las palabras las sentía dentro de su garganta al igual que un nudo hecho de comida—. ¿En verdad estoy esperando un bebé? —Las dudas habían nublado su mente y su visión, Bum pudo sentir en carne viva lo que era el estar dentro de un hoyo sin final.

—¿Por qué me lo preguntas? —exclamó confundida la mujer ante el comentario del muchacho.

—En la mañana, usted dijo que yo lo estaba —Sus delgadas manos fueron a parar hacia su estómago. Bum comenzó a masajear su vientre para poder disminuir la molestia que sentía dentro de él.

Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)Where stories live. Discover now