Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)

Alfas

****NOTA****

Si es que el capítulo no les sale completo, recomiendo actualizar la página o cerrarla y volverla a ver. Hubo un problema con la plataforma.

Hola de nuevo a todos los que siguen pasando a leer, a comentar, a votar y a agregar. No tengo palabras para agradecerles el que hayan aceptado mi trabajo. Vengo a confesar el que soy bien sope y lenta, ya que apenas y estoy comprendiendo a utilizar el guión para los diálogos, ya me lo habían explicado, pero seguía sin entender. Y pues ahora tendré que corregir todos los diálogos, bueno, todos aquellos en donde tengo que ponerles el punto.

Bueno, la canción del final que escucha Sangwoo es la del vídeo, quería aprovecharla xD

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Capítulo XXV

La noche sepulcral, avisaba con solemnidad, el inicio de una pesadilla. El viento silbante, proclamó un conjuro maligno, cuyas raíces se remontan a tiempos arcaicos.

Las estrellas coronaban el firmamento, su luz distante bañaba con mirada horrorizada y expectante el acto sanguinario que decoraba la calle con fervor inicuo.

El temor y la confusión reinaban el corazón agitado de un hombre, para poder mezclarse y recorrer todo su cuerpo y clamar bajo el nombre de la perdición su torrente sanguíneo.

El sonido melódico del cantar de los grillos a mitad de la madrugada, más el insistente y perpetuo zumbar de la electricidad recorrer los cables de los altos postes, habían provocado que un sentimiento lleno de malquerencia se adueñara de su conciencia.

Finalmente, todo desapareció. Seung Bae jadeaba a causa del esfuerzo realizado, sintiendo náuseas ante el hedor que invadía sus sentidos y el horror de lo que había hecho. Recordó de pronto el sabor de la carne de cerdo aparecer delicadamente sobre su lengua y paladar, ya que sus pensamientos lúdicos le jugaron sucio, al ver el cuerpo inerte de aquél sujeto.

El hombre contempló su figura bañada en un líquido viscoso, muy parecido a la mermelada que se unta sobre el pan.

Sangwoo golpeó el volante con las dos manos. El sudor le enturbiaba la visión. A pesar de encontrarse en invierno, el interior del auto era asfixiante; tenía las ventanillas abiertas pese a que hacía menos de 12 ºC en el exterior.

—¿Qué tanto esperas, Yang? ¡Ponlo de una vez dentro de la cajuela! —gritó el alfa muy impaciente por ver lo tonto que eran los movimientos de su compañero.

Las ráfagas de aire caliente y seco que salían por el escape del auto, eran como golpes físicos. Seung Bae miró a su alrededor. En la calle no había nadie y mucho menos en el cruce que había más adelante.

El frío hacía que casi todo el mundo se quedara en el interior de sus casas. Un periódico pasó volando y fue partido en dos por la puerta de la cajuela levantada del coche. El viento aullaba.

Seung Bae suspiró y una vez que había introducido el cuerpo dentro de la cajuela, cerró la puerta empujando con toda la fuerza que tenía en los brazos. Sus ojos comenzaron a lagrimear debido a que no se había puesto sus anteojos por más de dos días.

La lúgubre luz de la luna parecía muy adecuada para ese momento, pensó Seung Bae mientras caminaba hacia la puerta del lado del copiloto. Miró su reloj y comprendió que no llegaría a tiempo para ir a la Universidad a preparar los papeles de su intercambio, quería irse de inmediato del país.

Pudo reprimir un bostezo mientras caminaba; las noches anteriores había dormido muy poco por culpa de sus pensamientos y de Bum.

Como si se tratase de un gusano dentro de una manzana, el omega asaltó los pensamientos del alfa. Sintió todo su cuerpo hormiguear al pensar que su amigo muy pronto se encontraría bien, ya que tanto él como Sangwoo habían arrancado el problema desde la raíz.