Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)

Park (Valor)

¿Y qué les digo? Quedan exactamente tres capítulos para el final. Sólo TRES capítulos, que los publico mañana mismo. Espero no decepcionar a nadie. Muchas gracias nuevamente por pasarse a leer y a comentar y a votar también. Las amo mucho. <3 

Esta vez les recomiendo a una cantante muy buena que ya murió debido al cáncer, una pena enorme. Su nombre es Origa, me gustan TODAS sus canciones, pero las que me encantan son: One way, Spiral, Promise, Electric sun, He whispers of dew, forgotten sorrow, Leleyala, Lirika, living in the clouds, bueno toda su música es genial. 

SÓLO TRES CAPÍTULOS. (gritos de pánico)

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Capítulo XL

Para el profesor Park, Yoon Bum siempre había sido el omega. Así es, simplemente un omega más del montón al cual dejar preñado, y rara vez se le escuchó mencionarlo de otro modo. 

Pero lo que nadie sabía, es que a sus ojos, Bum eclipsaba y dominaba todo su sexo, y no es porque sintiera por el chico algo parecido al amor. No, siendo sinceros un alfa, la mayoría, lo único que sienten por un omega es nada más que lujuria, lujuria misma y una curiosidad infinita por verle sufrir. A pesar de que el profesor Park se caracterizaba de poseer una mente fría y precisa y altamente equilibrada, de antemano le molestó siempre ver a Bum asistir a todas sus clases. 

Por eso, desde el día en que Sangwoo le comentó que ya no debía de preocuparse por el pequeño omega, en cierta forma, el hombre se sintió aliviado, pero en cuanto las semanas pasaron, su instinto comenzó a extrañar la esencia del muchacho y lamentaba en verdad la idea que había sembrado en la cabeza de Oh.

Sus sueños habían sido reemplazados por la sensual imagen del chico. Park nunca antes había mordido a un omega, ya que para él eso era uno de los actos más despreciables e irónicos que había en la vida de un alfa. Pero Bum era condenadamente adictivo, él y sus piernas delgadas y su cadera bien torneada.

Park estaba que se lo llevaba el mismo diablo, o en su lugar, estaba que se lo llevaba el mismísimo Sangwoo.

Todos los días, el joven alfa no dejaba de presumir su olor a todos sus compañeros, puesto que el muchacho no olía a otra cosa más que al pequeño omega que solía sentarse en la parte trasera, y cada vez que ambos llegaban a tener intimidad, de alguna forma, Sangwoo lo hacía notar a todos en clase, incluso a la universidad entera.

Park se llegó a preguntar si es que el muchacho estaba siendo un poco considerado con el omega, puesto a tanta actividad sexual, de seguro y el chico ya debía de encontrarse en cinta. Quizás el mismo Sangwoo no se había dado cuenta de ello. 

Últimamente, el alfa, se había sepultado dentro de su oficina que tenía en la universidad. Su cuerpo estaba sumergido entre toneladas de libros viejos y alternando entre supresores de omegas que lo hacían sentirse elevado. Entre los estudios de su último libro publicado y las reacciones de los supresores, como siempre, seguía pensando en aquél muchacho de esbelta figura, y dedicaba varias horas al día en pensar en su cuerpo desnudo y a masturbarse por el omega de dudoso y cuestionable recuerdo.

Así eran los días para Park: totalmente lamentables. 

Una buena noche, como a las diez en punto, el hombre recibió visitas a la puerta de su oficina; mientras sostenía con júbilo su miembro rosado entre sus dedos, no evitó el trastabillar en cuanto escuchó que llamaban a su puerta.

Con reproches, Park guardó de inmediato su erección dentro de sus calzoncillos y subió sus pantalones de vestir. Se limpió la palma con su ropa para poder tomar el pomo dorado de la puerta.