Sin esencia

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Hola de nuevo a todas las personas que pasan a leer. Quiero disculparme por la ausencia en estas dos últimas semanas. Ya terminaron los exámenes y puedo ser libre por fin. Ahora no me queda más que seguir publicando. A unos cuantos capítulos del final.

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Capítulo XXXI

Hee Jin había bajado del edificio con la maleta en mano. El sonido hueco que producían sus tacones al chocar contra el pavimento no la habían hecho cambiar de opinión; ella sabía muy bien que lo que estaba haciendo iba en contra de las reglas del comportamiento de los omegas, incluso sabía que estaba a punto de traicionar la confianza que el padre de Seung Bae había depositado en ella y en su familia, pero simplemente no podía seguir dejándose de su amigo; ella estaba harta de permanecer como un fantasma, siempre merodeando en la vida del moreno.

Sus ojos se cerraron de inmediato al sentir los fuertes rayos del sol pegar directo hacia su rostro bronceado y lleno de pecas; sus pestañas negras y bien rizadas no pudieron el evitar pegarse entre ellas debido al rímel negro que aun permanecía un poco fresco gracias al sudor que había sobre sus párpados.

Un reflejo de color rojizo fue lo que le hizo abrir los ojos de inmediato y apartar la mano que le quedaba libre de su frente. La omega no pudo el evitar sonreír al ver que Ji Eun había cumplido su promesa y había llegado afuera del edificio en menos de veinte minutos.

«Eso quiere decir que sí está interesada en mí, ¿verdad?», pensó para sí misma la chica.

Las delgadas piernas de Hee Jin se aceleraron de inmediato para ir al inminente encuentro entre ella con aquella alfa. La chica sintió que un peso enorme se desvanecía de encima de sus hombros al comprobar que la mujer salía del automóvil para poder abrirle la puerta. Eso para ella significaba mucho, significaba que verdaderamente la aceptaba, no era una muestra de respeto o etiqueta. No, eso significaba que había una oportunidad allí, lista para que ambas la tomasen.

—¿Una maleta? —No pudo el evitar preguntar la chica más alta al ver que su compañera ponía sobre el suelo su equipaje.

—Te contaré luego, pero primero me gustaría ir por ese café, ¿podemos? —Hee Jin ladeó la cabeza en forma de coqueteo mientras procuraba expulsar discretamente su dulce olor para poder atraer un poco más a la alfa; la omega estaba decidida a que ella la aceptase de una vez por todas, no quería pasar por otra decepción o rechazo. Simplemente no podía hacerse más débil.

Ji Eun tomó la maleta para poder arrojarla hacia el asiento trasero, pero en cuanto su nariz alcanzó a percibir aquella esencia dulce, de inmediato se dio cuenta de los planes que la pequeña omega tenía enfrente de ella. Ji Eun rió para sus adentros, ya que nunca imaginó que una omega sería tan obvia y descuidada con sus acciones. Nunca le pasó por la cabeza el que aquella muchacha de pueblo trataría de conquistarla desesperadamente. Era definitivo, algo había pasado entre ella y el orgulloso de Seung Bae.

Ambas subieron al auto para poder dirigirse a cualquier cafetería que estuviese cerca. Lo menos que ambas querían era retrasar su encuentro; Ji Eun con el orgullo destrozado por lo ocurrido con Bum y Hee Jin con el corazón roto, se habían convertido en los ingredientes principales y secretos para poder sazonar el inicio de una buena relación.

Los edificios que pasaban con rapidez a un lado de su ventana, no eran más que manchas borrosas y blanquecinas. El olor de la comida más el del humo de los autos, se unían para poder hacer un mismo perfume con una fragancia urbana; Ji Eun prefirió cerrar todas la ventanas para poder disfrutar de aquél aroma dulzón que despedía el cuerpo de la omega. Nunca antes creyó que un olor tan dulce como el de aquella chica, podría llegar a atraerle. Incluso creyó firmemente que la única esencia que llegaba a confundida había sido el bellísimo perfume innato de Bum; estaba equivocada.

Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora