Conociendo

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 Capítulo XI


—Tienes que denunciarlo —exclamó el alfa con voz suave.

Seung Bae no sabía qué hacer, ya que la tremenda confesión que Bum le había hecho, dejó todo su cuerpo al igual que un trapo viejo. El alfa jamás imaginó la desgracia por la cual el omega había pasado y seguía pasando. No podía simplemente ir a encontrarse con aquél hombre y reclamarle algo, no, la ley debía de interferir, pero si le decía algo a su padre acerca de la amistad que tenía con Bum, era posible que le recriminara por hablarle a un hombre de tan baja posición social.

—No quiero, no me atrevo —suspiró mientras enredaba sus manos entre sus piernas—. Tengo miedo de que algo malo me pase después de hacerlo —afirmó aun más cabizbajo.

—No tienes opción. Debes de arriesgarte, es por tu bien —El alfa se levantó del piso en donde había quedado sentado. Se acercó al omega para poder tomarlo de la manos.

Bum buscó su mirada, pero al momento de encontrarla, Seung Bae desvió sus ojos apartándose de él, y fue cuando Bum comprendió que había sido una idea muy mala el contrale todo a su amigo.

El alfa salió del baño con la misma rapidez de un caballo de carreras, por algún motivo sentía que el tocar al chico le haría daño, así es que avanzó en silencio para poder aproximarse a la cocina.

El omega se quedó sentado sobre el baño un rato más; Bum se sentía expuesto y vulnerable, se sentía tonto por haber abierto su corazón a una persona que no había intentado si quiera el comprenderlo.

—¿Te gusto, Seung Bae? —exclamó con ironía. El chico decidió pararse para poder ir directo hacia la recámara para poder recoger su ropa y vestirse. Por su parte, Seung Bae abrió el refrigerador para ver qué podían comer ambos. El alfa comenzó a hurgar mientras adentraba cada vez más sus manos. Se llevó tremendo susto al comprobar que debía de poner más atención con la comida, ya que al no saber cocinar, nunca compraba despensa, siempre pedía por teléfono.

—¿Y bien? —preguntó el omega a sus espaldas.

Seung Bae no pudo evitar sorprenderse, ya que pensaba que Bum seguía dentro del baño, así es que al momento de voltear no pudo evitar el golpearse la cabeza con la puerta del refrigerador. —Creo que tendremos que comprar algo —dijo mientras llevaba una de sus manos hacia el golpe.

—¿Tan tarde? —preguntó Bum un poco molesto.

—Bueno, hay lugares en donde prestan servicio las veinticuatro horas —afirmó mientras tomaba el teléfono que había en la cocina.

—Olvídalo —comentó mientras hacía a un lado al alfa—. Veamos, tienes muchos ingredientes aquí. Puedo preparar algo rápido. No tardaré, te lo aseguro —Bum comenzó a sacar las cosas para ponerlas sobre la barra.

—¿Sabes lo que haces, Bum? —preguntó un poco preocupado.

—Claro, he cocinado para mí desde que tenía ocho. No es difícil, además; la necesidad es mayor. ¿No lo crees? —Las manos del omega comenzaron a hacerse ágiles. Seung Bae observó que el chico se desenvolvía con destreza a pesar de no conocer la cocina, así es que decidió dejarlo solo para comenzar a poner la mesa.

Los minutos pasaron rápidos hasta que media hora se cumplió. El omega había servido la comida que había preparado en dos platos mientras que el alfa sacó dos vasos de vidrio cuadrados para poder servir agua en ellos.

—Gracias, Seung Bae —comentó mientras llevaba ambos platos hacia la bonita mesa de madera de color negro.

Ambos se sentaron, uno frente al otro, por algún motivo no podían estar juntos o cerca.

Killing Stalking Omegaverse fanfic (Miedo)Where stories live. Discover now