Capítulo 9

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Se levantó de la cama a cocinar el desayuno. Se había acostumbrado a esa rutina, era mejor que estar todo el día acostada sin hacer nada. Ya había pasado una semana desde que todo marchaba perfectamente. Zayn le había dicho que su padre ya no volvería a tocarle jamás, y hasta ese momento había cumplido con creces. No solo no le tocaba si no que ya ni siquiera le veía, y eso la tranquilizaba. Puso a calentar agua para hacer un café y sacó galletas y dulce para untarles. Luego puso todo en una bandeja y la depositó sobre la mesa. Había hecho eso casi todos los días de la pasada semana como una muestra de agradecimiento hacia Zayn. Él no se alejaba de ella más que unos minutos para buscar algo en la otra casa, cuidándola constantemente, y a ella le agradaba, pero aún no reunía el valor para hablarle y darle las gracias, por eso intentaba comunicárselo mediante esos gestos. Solo contestaba cuando él le preguntaba, y solo si la respuesta era un si, un no o algo corto, si no se mantenía callada mirando el piso. Le avergonzaba dirigirle la palabra, especialmente cuando le miraba directamente con aquellos ojos tan impresionantes.

Lo miró dormir. Siempre se levantaba antes que él, ahora que podía hacerlo intentaba continuamente estar haciendo algo. No podía quedarse acostada después de tanto tiempo haciéndolo porque la obligaban y no por elección propia, debía moverse. Su mirada se posó en el rostro del joven. Este se mostraba apacible, los músculos de la mandíbula estaban relajados y no había arruga alguna que surcara su frente. Sonrió. Le gustaba verlo cuando él estaba dormido, podía detenerse a observar todos sus detalles sin incomodarlo y sin sentirse incómoda ella misma.

Como respondiendo a sus pensamientos, Zayn abrió los ojos de a poco, cubriéndose de la luz que entraba por la ventana y ella se apresuró a bajar la vista. Él se levantó del sillón donde estaba durmiendo refregándose los ojos y se dirigió al baño. Cuando escuchó al joven cerrar la puerta se levantó de su silla presurosa y tomó las sábanas que él había estado usando. Las doblo por la mitad cuatro veces y las dejó en un extremo del sillón, luego volvió a sentarse en la silla.

Zayn salió del baño con la cara mojada y pequeñas gotas cayéndole por el cabello despeinado. Ella le observó con disimulo. El cabello de esa manera le quedaba bien, lo hacía más atractivo aún. Eso le intimidó aún más. Continuó con la vista clavada en el piso mientras esperaba alguna reacción del joven, una señal que le indicara qué hacer. Vio los pies de él a su lado y se mantuvo expectante, esperando que hablara.

Él se detuvo y prestó atención a las cosas a su alrededor por primera vez en la mañana. Se sentó en la mesa frente a ella y se tomó una mano con la otra. Ella se atrevió a levantar la vista sin mover la cabeza y notó que la miraba.

- Tu hiciste esto ¿cierto?-ella asintió- Mira, _____ (tn), yo te agradezco que hagas estas cosas, pero no tienes por qué. No eres mi criada ni algo por el estilo, quiero que te sientas cómoda y verte así me hace creer que no lo estas- Las palabras la shockearon, por supuesto no tenían nada de maldad en ellas, pero fue como si le tiraran un balde de agua fría en la cara.

Se hizo hacia atrás involuntariamente en la silla y le miró con los ojos grandes y dilatados. Tenía un sentimiento incómodo en el pecho, como si la estuvieran retando como a una niña pequeña. Reprimió el impulso de enojarse. No podía enojarse con él, sería demasiado. En ese momento él estaba a cargo, si le decía algo debía hacerlo. No quería llevarlo a pensar que era maleducada o irrespetuosa contestándole mal a algo que él dijo con inocencia. Agachó la cabeza y asintió con el rostro enrojecido por la vergüenza.

Él se levantó de su silla y se dirigió a la puerta. Se paró un segundo, dudando, para mirarla. Se dio vuelta para continuar avanzando pero volvió a mirarla indeciso.

-Voy a buscar algo- le dijo, al parecer había decidido que valía la pena que ella lo supiera- no me alejaré mucho y volveré pronto, pero si te sucede algo mientras yo no estoy grita con todas tus fuerzas, volveré corriendo.- Le aseguró.

Take Me HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora