Capítulo 29

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 Se sentó sobre la cama y soltó un profundo suspiro, que provenía de lo más interno de su pecho. Zayn no podía seguir así, debía detenerlo, conseguir dinero de otra forma. Debía usar toda su creatividad e inteligencia, y lo cierto es que estaban ya un poco oxidadas.

Inconscientemente desvió la mirada a la puerta del baño de la cual pronto saldría Zayn. Con el torso desnudo esperaba ella.

No podía negarlo, su atracción y sensualidad eran evidentes, y era tan tierno… pero él era así. Así debía ser con todos, no era como si con ella hiciera una excepción, aunque eso sería hermoso. Pero eso sólo pasaba en las películas y los libros, y no le pasaría a ella porque, poniéndose a analizar, las que se quedaban con el chico lindo siempre eran chicas bajo perfil que eran hermosas, con cuerpos esculturales y una gran personalidad, y ella no encajaba en esa descripción.

Ni por lo de la personalidad ni por lo del cuerpo escultural, aunque eso de no ser popular estaba bastante acertado.

Ella era más bien depresiva, autodestructiva y cobarde. Y eso no servía para enamorar a los chicos. Aunque tampoco esperaba siquiera intentarlo.

Odiaba todas sus facetas, pero era la autodestructiva la que le estaba molestando con más frecuencia últimamente. Debía dejar de decirle a Zayn que le abandonara, se lo repetía constantemente, pero en el momento en el que veía que a él podría llegar a pasarle algo malo  su boca se largaba y lo decía. Y tenía que dejar de hacerlo, temía que si insistía, en algún punto él le hiciera caso. Y si eso sucedía, estaba muerta.

No conocía a nadie y era demasiado tímida para pedir ayuda. Probablemente vagaría por las calles hasta morirse de hambre o ser asesinada por un maleante.

La puerta a su espalda chirrió y Zayn salió del baño tan solo con unos pantalones largos <<¡Sí!>> gritó su cabeza. No pudo evitar sonreír, así que lo disimuló mirando a otro lado. Ella se hubiera avergonzado de sus pensamientos de ese momento si no fuera porque sabía que la mayoría de las chicas en la misma situación pensarían cosas más sucias y pervertidas. Lo de ella incluso podía sonar inocente para una adolescente de 16 años.

Él llegó junto a ella y ____(tn) recordó los sucesos de ese día. Una punzada atravesó su pecho mientras él le sonreía. No pudo devolverle la sonrisa.

-Zayn…- dijo mirándole a los ojos, él se sentó a su lado sin apartar la mirada de ella- . No vuelvas a hacerlo- rogó con cada fibra de su cuerpo. Le tomó las manos- Por favor, ya no robes.

Él suspiró y miró hacia abajo. El tema evidentemente le disgustaba.

- ____(tn)…- dijo y clavó sus ojos, que en la falta de luz de la habitación se veían marrones, en los de ella. Incluso así eran maravillosos- yo, no tenía otra opción. Y si pudiera evitarlo lo haría, pero tenemos que sobrevivir y no encuentro otra forma.

-Las hay- replicó ella esperanzada- hay otras formas, cientos. Podemos hacer otras cosas, pero por favor no robes. No quiero que termines en la cárcel por mi culpa- estuvo a punto de decirlo, de auto-sabotearse, pero se contuvo, iba a intentar dejar de hacerlo-. Yo te ayudaré, no tienes que hacer todo solo. Déjame ayudarte.

-Yo…, no lo se ____(tn) ¿Qué haríamos? ¿Cómo saldríamos de todo esto? Voy a llevarte a casa y no voy a dejar que nada me lo impida, pero no quiero meterte a ti mis problemas financieros.

-Eso no es problema, yo QUIERO ayudarte Zayn. No quiero que lo hagas solo, me has ayudado lo suficiente, al menos déjame que te ayude a ayudarme.

Zayn le miró por un segundó y después sonrió levemente, rió sin hacer ruido, con una sacudida de hombros y le atrajo hacia si tirando de sus manos que seguían unidas. Luego le abrazó.

-Pareces una poetiza hablando así- le comentó al oído.

Ella se estremeció.

- ¿Así cómo?

- “Déjame que te ayude a ayudarme”- repitió en su oído.

-Creo que lo vi en una película… o tal vez lo leí en un libro, no lo se- bajó la mirada sonrojada- no me hagas caso.

Él le estrechó más contra su pecho.

-Toma- le dijo tendiéndole una bolsa.

-¿Qué es esto?- Preguntó ella inspeccionándolo.

Sacó el vestido de la bolsa y lo observó.

-Póntelo – dijo él- saldremos a comer- sonrió y salió de la habitación.

Observó el vestido por un momento más antes de meterse en el baño para bañarse rápidamente. Iba a tener una cita, aún no lo creía, y además sería con Zayn, era como un sueño. El agua le limpió, se sintió purificada y fresca.

Se peinó con un cepillo y dejó que su cabello se secara solo y formara ondas. Tal vez se lo hubiera secado y planchado si tuvieran lo que hacía falta, pero no era posible y eso era lo mejor que podía hacer.

Había una caja de zapatos junto a la puerta, se acercó a mirarlos y les sacó de la caja. Eran unas chatitas que combinaban con el vestido, lindas y cómodas. No se imaginaba qué era lo que harían.

Una idea cruzó por su mente de repente, había algo que le gustaría darle a él. No era mucho, pero… bueno, quería dárselo.

Se sentó en la cama y comenzó a trabajar. ¿Cuánto tiempo tenía? ¿Cuándo volvería Zayn? No quería hacerle esperar, pero quería darle eso. Era insignificante en realidad, no tenía tanta importancia. Tal vez si Zayn llegaba antes de que ella lo hubiera terminado debería dejarlo y dárselo otro día, no quería arruinar su noche por algo como eso.

Miró hacia abajo, a lo que tenía en sus manos, y una imagen se formó sobre la superficie plana. Era agradable, no como las que venían atacándola en el último tiempo. Una manada de caballos salvajes corrían sobre una pradera de pastos verdes. El cielo era de un celeste brillante y se veían pequeñas flores esparcidas por todas partes.

De repente, dos de los caballos se apartaban de la manada, corriendo hacia unos matorrales secos, mientras que el resto de ellos seguían avanzando hacia una pradera que se volvía cada vez más amarilla y reseca, como un mar de arena.

Viendo ambos destinos, el mar de hierba seca o el matorral, que visto de cerca estaba lleno de espinas y abrojos, parecía preferible ir hacia la hierba, con todos los demás, seguir la corriente, pero los dos caballos siguieron adelante y antes de lograr saltarlos, los matorrales les pincharon e incomodaron, pero no les importó, y al dar el salto final, llegaron al otro lado para ver una pradera verde rebosante de vida, con un arrollo que discurría todo a lo largo de ella y muchos árboles esparcidos.

-¿Estás lista ____(tn)?- preguntó la voz de Zayn del otro lado de la puerta.

____(tn) se sobresaltó. Miró hacia abajo, pensando que se había distraído y no había terminado, pero estaba completo. Lo que estaba haciendo, lo había terminado inconscientemente durante la visión. Se levantó rápidamente, guardó su... obsequio, por decirlo de alguna forma, en un bolsillo secreto del vestido y se miró por última vez en un espejo roto de la habitación.

- Si, ya voy- dijo sonriendo mientras abría la puerta y se encontraba con un Zayn apoyado contra la pared de en frente vestido con una camisa y con una rosa roja en sus manos.

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¡Se viene la cita! :D ¡yey! 

Take Me HomeWhere stories live. Discover now