Capítulo 19

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Se levantaron al día siguiente pasadas las diez de la mañana. Ambos estaban cansados y ninguno de los dos se molestó en preocuparse por la hora. Ella realmente no anhelaba tanto una cama, pero imaginó que él sí, ya que le había cedido la suya para que ella durmiera durante el último tiempo en el que habían convivido. Por eso, cuando se despertó primera y le vio durmiendo, decidió dejarle seguir haciéndolo durante todo el tiempo que él quisiera.

Fue al baño y se dio una ducha. No sabía cuándo volvería a poder disponer de un baño con agua caliente y deseaba aprovecharlo al máximo mientras lo tuviera.

Mientras se bañaba, observó la pared de azulejos blancos que estaba a su lado. Una imagen comenzó a formarse en su cerebro, comenzó a tomar forma un recuerdo en la pared. Ya había vivido experiencias similares antes, como la vez que su perro había aparecido en la pradera persiguiendo al roedor, y no tenía miedo, pero aquello era diferente. La escena que se formó en aquellos azulejos no eran invenciones de su mente, eran un recuerdo, uno de los más felices de esos últimos tiempos.

La imagen estaba en blanco y negro, vista desde otra perspectiva de la cual ella recordaba. Era como si la persona con el recuerdo hubiera estado viendo sentado desde la cama de la habitación del hotel. Allí estaba Zayn, sentado junto a ella.

Observó su propio cuerpo con algo de sorpresa. Aunque había notado una disminución de tamaño en su rostro cuando se veía en el espejo, la joven sentada junto a Zayn era mucho más delgada y estilizada de la cual ella recordaba ver en su espejo de cuerpo entero todos los días antes de vivir esa experiencia, aunque aún no podía decirse que fuera realmente flaca. Zayn, en cambio, se veía perfecto en todos los sentidos.

Las palabras de Zayn resonaron en su cabeza con claridad y con una cierta especie de eco, como si vinieran de un lugar muy profundo en el interior de su cerebro.

-… y lo único que vale la pena en ella ahora eres tú- dijo.

Observó la esperanza en sus propios ojos al oírlo y se vio a si misma acercarse a él, cosa que nunca antes había hecho con un chico. Luego flaqueó y notó el rubor en sus mejillas, aunque la imagen seguía en blanco y negro. Zayn le miró decepcionado, ella había notado, desde ese punto de vista, que él parecía querer que se acercara. En un impulso, Zayn se acercó a ella, le obligó a mirarle y, después que ella le hubiera visto a los ojos le besó con dulzura. En ese momento, la imagen comenzó a tornarse más alegre, los colores comenzaron a aparecer y fueron aumentando su brillo mediante él acariciaba su cabello y le besaba.

Notó la reticencia de Zayn a separarse de ella, y la fue dejando de a poco, pero sin separarse nunca por completo, siempre manteniendo el contacto entre algún punto de sus cuerpos, en ese momento, su mano.

Vio las distintas reacciones de su rostro. En ese momento había estado muy confundida, y lo seguía estando, pero al final, cuando esa enorme sonrisa apareció grabada en sus facciones, la imagen entera pareció resplandecer. Los cuerpos de ambos irradiaban luz y esta se volvió cada vez más blanca y brillante, hasta que el blanco se confundió con los azulejos de la pared y no se distinguieron ya ni la habitación ni los dos jóvenes sentados en ella.

 De repente la abrumó el deseo de que él volviera a besarle y tocarle tan afectuosamente, y sonrió casi inconscientemente. No entendía esas imágenes y no creía hacerlo alguna vez, pero a veces le servían para reflexionar.

Terminó de bañarse, notando que había pasado bajo el agua más tiempo que el habitual, y se apresuró a secarse y vestirse. Salió del cuarto de baño con el pelo aún mojado, como solía hacerlo y se preguntó si tal vez no debería comenzar a arreglarse mejor, si Zayn no le preferiría así y llegó a la conclusión de que no podría hacerlo aunque lo intentara, ni siquiera tenía ropa femenina para hacerlo.

Take Me HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora