Capítulo 28

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Apretó los pocos billetes que tenía en su mano y los guardó en el bolsillo. Dio la vuelta para encontrarse con el rostro de ____(tn) mirándole con miedo.

-¿Qué sucede? – le preguntó con una opresión en el pecho.

Ella no contestó. Sus ojos demostraban su pena.

-Zayn – dijo-, tú… no… no puedes hacerlo, no debes hacerlo. Por favor.- Se acercó a él mirándole a los ojos fijamente.

Le había escuchado. <<Demonios>> maldijo para sí mismo y encerró las manos de ella entre las suyas.

-No pienses en eso por favor- le colocó una mano en la mejilla- debemos descansar, este viaje será largo, mejor vamos a pasear por ahí o…

-No, Zayn- le interrumpió- no desvíes el tema. No puedes hacerlo, no puedes robar. Mejor vete a casa y olvídame, regresaré sola, puedo hacerlo.

No, claro que no ¿Qué no entendía que no podía dejarle sola? ¿Qué no iba a hacerlo? No podía dejarle u olvidarle, estar con ella era lo único que le mantenía cuerdo, llevarle hasta su casa era su sentido en la vida, si le dejaba ¿En qué se convertiría su vida? En nada. Sería simplemente un autómata que pasaría su vida comiendo, durmiendo y ocupando espacio, no tenía un sentido de no ser por ella.

Le miró a los ojos. Ella tenía la vista fija en un punto detrás. Sus ojos estaban muy abiertos y no  pestañeaba.

Se adelantó y le abrazó, le estrecho con sus brazos contra su cuerpo y aspiro el aroma de su cabello. Ella necesitaba ese abrazo… y él también.

-No- dijo- no voy a hacerlo. No pienso hacerlo, no puedo hacerlo y no quiero hacerlo. Eres  importante para mí ____ (tn), sin ti no se qué hacer. Cuando llegaste me ayudaste. Antes de ti tenía miedo, no sé de qué, pero allí estaba ese sentimiento que me hacía sentir menos. Me ayudaste a ser valiente, a rebelarme. No puedo dejarte, te necesito.

Se aferró a ella con necesidad, necesitaba tenerla entre sus brazos para tranquilizarse o si no tenía la horrible sensación de que se quebraría. Se separó por un momento para poder ver la expresión de sus ojos con respecto a lo que le había dicho.

Ella le miraba con una mezcla extraña de sentimientos reflejados en su rostro. No pudo identificarlos.

- No Zayn- dijo negando- no me necesites, por favor, no lo hagas- le miró a los ojos- el hecho de necesitar es algo pasajero ¿Qué sucederá cuando ya no me necesites? Te irás, probablemente, buscando alguien más a quien necesitar, o tal vez encuentres alguien que te haga sentir mejor que yo, alguien a quien necesites más y me abandonarás- bajó la mirada- no podría soportarlo – dijo con un hilillo de voz.

Él abrió la boca sin saber qué decir. No podía contestar a algo como eso, las palabras no valdrían nada. Le tomó por debajo de la barbilla y le besó con ternura, era lo único que era capaz de hacer.

Caminaba con ella tomada de la mano. No podía negarlo, ella era diferente. Debía hacer algo más con ella, pero todo a su tiempo, se conocían desde sólo un mes y medio atrás y no podía saber qué era lo que ella sentía.

Le vio temblar y recordó que el invierno se estaba acercando rápidamente. Ya había pasado la mitad de otoño y los vientos y días fríos eran cada vez más frecuentes. Abrió el cierre de su campera y le atrajo hacia si para compartir el calor. Ella se acurrucó contra su pecho y no pudo evitar sentir un pequeño calor que comenzaba en el centro de su pecho y se extendía por todo su cuerpo.

Miró a su lado y había un kiosco pequeño, con la entrada abierta y sin puertas. Anotó mentalmente su ubicación y siguió de largo.

Se sentaron en una plaza sobre un espacio de césped verde en medio de la hierba que ya se estaba volviendo amarillenta.

Take Me HomeWhere stories live. Discover now