Capítulo 37

193 27 4
                                    

<<Oh, Dios Mío>>

No, no, no, no, no.

NO.

Eso definitivamente no le podía estar pasando ¿Él le amaba? No, eso era imposible.

Ella sabía, sabía que muy en el fondo siempre creyó que nunca pasaría, que él nunca se lo diría, se había preparado contra eso. No podía ser que estuviera pasando.

Entró en pánico.

Abrió los ojos desmesuradamente y observó a Zayn, que le miraba expectante.

-Zayn… Yo…

No podía con eso. Necesitaba pensar. Irse sola y pensar, lejos de esos torturantes ojos ambarinos que no le dejaban concentrarse.

-Yo… Necesito estar sola- le dijo de repente, levantándose de un salto.

Él se paró de golpe, con el miedo manando de sus ojos, haciéndose casi perceptible en el aire, y le tomó del brazo, reteniéndole.

-____(tn)…- dijo alarmado.

Sabía que iba a decir algo, pero lo que ella necesitaba era pensar. No podía dejar que le confundiera más de lo que ya estaba.

- No Zayn, por favor, sólo dame un rato, necesito pensar- le cortó- espérame aquí, por favor, espérame, te juro que volveré, sólo… confía en mí- le miró a los ojos implorantes, a sus hermosos ojos, y les vio quebrarse internamente cuando asintió.

Odiaba hacer eso, odiaba dejarle así. Ver el sufrimiento de él y, además, saber que ella lo había causado. Le provocaba un profundo dolor en el pecho. Una punzada profunda que parecía agujerearle el corazón con cada paso que daba alejándose de allí.

Pero debía hacerlo.

No podía dar una respuesta honesta a eso en ese estado. Estaba en Shock, ni siquiera podía pensar. En su subconsciente sabía que eso nunca iba a pasar, y para no sufrir se había encargado de reprimir cualquier tipo de sentimiento amoroso  hacia él, incluso cuando él le pidió ser su novia, cuando le decía cosas hermosas, nada. Tomaba todos sus sentimientos y los guardaba en una cajita con llave, todos mezclados y desordenados, no podía catalogarlos ya. Eran tantos, y se hacían más poderosos con cada día que pasaba con él, que, cuando escuchó esas palabras…

<<Te amo>> repitió su mente con la voz de Zayn.

Se había liberado un torbellino en su interior, y debía calmarlo antes de poder responder cualquier cosa. Debía tomar cada uno de los sentimientos, identificarlos y ponerlo en su lugar correspondiente.

Miró hacia atrás. Entre sus cavilaciones se había alejado inconscientemente de la playa y de la mirada destrozada de Zayn, y se había metido en la ciudad. Una ciudad que no conocía, y que además era grande. Muy grande.

Miró la calle por la que se desplazaba y la memorizó. Por lo menos eso ayudaría en algo. También intentó prestar atención a las casas circundantes, para ubicarse, pero la necesidad de respuestas le hizo dispersarse al poco tiempo de andar.

 Sus pies le llevaron por caminos desconocidos, como si fuese un autómata. Paso, paso, paso, paso. Un pie detrás de otro en una sucesión infinita que no paraba. Porque en ese momento su cuerpo había pasado a un plano superficial, y toda su concentración estaba puesta en descifrar su caos mental, esa maraña de recuerdos y sentimientos.

<<Eres Hermosa>> le había dicho Zayn… ¿Cuántas veces? No lo sabía. Recordaba todas y cada una de las ocasiones, pero no las contaba. Eran recuerdos vagos y confusos que pasaban delante de sus ojos, en el fondo de su memoria. A veces parecía que el eco de las palabras resonaba en la parte posterior de su cabeza y otras en el centro mismo de su cerebro, o detrás de sus ojos.

Take Me HomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora