Cuando el mundo de luz se suma en la oscuridad reinante y los corazones puros cambien, la esperanza en los vivos se esfumará y los sueños se convertirán en penumbrosas pesadillas interminables, el destino se cerrará a la vista y el último rastro de...
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Traidor revelado.
"Él se prepara para la guerra."
El recuerdo de las últimas palabras de aquél hombre reinaban en la mente y los corazones de cada uno de los presentes, pese a los incansables alientos del caballero albino, la llama en cada uno de los corazones sedientos de justicia había comenzado a extinguirse como cada uno de los olvidados en el tiempo.
--Si le entregamos al Trueno Blanco, Zar podría liberar a nuestros camaradas..-- Resonó una nueva voz.
Los murmuros de aprobación se hicieron presentes al unísono, aquellas palabras no eran más que una mentira disfrazada, una encrucijada en el destino donde cada uno elegiría el camino a seguir, sin embargo había transformado para ellos nada más que malos resultados.
--Tch.. ésto no puedo permitirlo, en mi honor como caballero juré proteger éste reino y a los que lo habitan, no puedo permitir que algo como ésto ocurra, si desean llevarse al Trueno Blanco antes tendrán que pasar sobre mí.-- Agregó el caballero albino con una firme voz.
Los murmullos cesaron al igual que los sonidos de las aves, el lugar había adquirido un completo silencio sepulcral ante la presencia de la muerte misma alrededor de cada endeble espíritu de pié, los minutos transcurrieron y cada uno de los presentes comenzaban a dispersarse mientras el cuerpo sin vida de aquél valiente soldado era transportado por aquellos hombres de blanco, los mismos que habían hecho incansables esfuerzos por salvar su vida.
--...-- La chica guardó silencio.
--Vio, ésto es a lo que me refería, estamos envueltos en una cruel y sangrienta guerra que ha durado por siglos, éstas personas ya no poseen un espíritu de lucha pero lo que han dicho sin duda es algo absurdo, Zar nunca fué un hombre de palabra y no hay garantías de que libere a nuestros camaradas capturados si es que aún siguen vivos, ellos necesitan a alguien en quién confiar, alguien que sin duda puede llevarnos a la victoria.
--Yo no soy esa persona y esos hombres lo han comprobado.-- Cortó ella.
--Yo sé que lo eres, confío plenamente en podrás ayudarnos.-- Agregó el caballero.
Un inicio trágico sin duda llevaría a un fin de la misma manera, la calma había dado media vuelta y se había marchado junto con aquella vida frente a las personas, la duda se arraigaba en lo profundo de sus corazones mientras que la ira comenzaba a extinguirse.
--¡Maldición!.-- Shiro alzó la voz.
Aquella voz, seguida de un seco golpe a las paredes se hicieron presentes frente a la chica de las profecías, la ira sin duda se había retirado de los corazones de los soldados más en el de Shiro, ésta parecía adquirir más fuerza.
