Cuando el mundo de luz se suma en la oscuridad reinante y los corazones puros cambien, la esperanza en los vivos se esfumará y los sueños se convertirán en penumbrosas pesadillas interminables, el destino se cerrará a la vista y el último rastro de...
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Shadow.
Aquél silencio que se formaba entre ellos no parecía resultar incómodo pues ninguno se percataba del momento, al hallarse inmersos en sus pensamientos.
Para el sujeto de la capucha, todo aquello era una experiencia nueva pues toda su vida desde que él recuerda, había sido siempre, pelear y destruir.
Mientras que para la joven era también una nueva experiencia, confiar lo que sería su más grande secreto y debilidad a un ser, que a sangre fría, se había llevado la vida de aquél caballero que la encontró en el desolado bosque, desde su llegada.
-No me traicionaste aquella vez cuando esos guerreros del pueblo nos encontraron y yo no podía defenderme... pudiste haberme entregado pero no lo hiciste.. ¿Por qué?.- El encapuchado rompió el silencio.
-Porque no está en mí, traicionar a una persona, no importa cómo haya sido.- Respondió la joven pensativa.
-Ya veo..- Finalizó él.
Hasta que aún sin fuerzas había intentado ponerse de pie, sin embargo, al ver que no lo conseguiría, la joven que en ese momento ya se hallaba frente a él, le había tendido la mano en señal de ayuda.
Grande fué la sorpresa de ella al ver que la sombra había tomado su mano sin dudar y se había incorporado rápidamente gracias a su ayuda, ahora él se hallaba frente a ella con sus aquellos amarillentos ojos, analizándola complemente en busca de algún signo que denotara inquietud o miedo.
Pero en la expresión de la joven sólo se mostraba la calma misma.
Finalmente y con un suspiro pesado, aquél ser de la oscuridad llevaba lentamente sus manos a la capucha que cubría su rostro, en ese momento la joven supo que él ahora parecía haberle tomado más confianza después de haber visto aquél secreto de lluvia.
Al parecer esa era su forma de responder.
La sorprendida vista de la joven pronto entró nuevamente en contacto con aquellos intimidantes ojos que no dejaban de observarla en ningún momento, hasta que,
Los primeros rayos de sol iluminaron lentamente lo que sería el rostro de aquél a medida que la capucha caía lentamente hacia atrás, en ese momento la joven había sido capaz de ver un liso y corto pelo azabache, en su clara tez resaltaban aquellos ambarinos ojos que se vieron obligados a cerrarse casi en su totalidad, producto de la luz, sus facciones eran las de un joven que no superaría los 25 años, y aunque aquella capucha sin duda ocultaba por completo cualquier parte visible de él y lo hacían parecer alguien de más edad, sin ella era alguien totalmente diferente y serio.
-Wow.. no me esperaba que en realidad me mostraras tu apariencia, siempre la mantenías oculta de todos.- Agregó la joven con notoria sorpresa.
-Me.. confiaste.. tu secreto.. creo que, si me pedías algo tan sencillo como ésto yo..- Calló él.
