Cuando el mundo de luz se suma en la oscuridad reinante y los corazones puros cambien, la esperanza en los vivos se esfumará y los sueños se convertirán en penumbrosas pesadillas interminables, el destino se cerrará a la vista y el último rastro de...
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-¿Quién eres?.- Interrogó finalmente una sorprendida Vio.
-Fuí también, al igual que tú, una leyenda viviente.- Respondió la criatura desconcida.
Y en aquél momento, sin que pudieran siquiera reponerse de aquella sorpresa, un sonido seco y un leve quejido habían hecho que Vio pronto recuperara la cordura al ver que su compañero yacía ahora apresado entre las húmedas garras de aquél centinela de blanco mientras el mismo ciervo que al principio había hablado, ahora símplemente se limitaba a observar el espectáculo.
-¡Shadow!, ¡Déjalo ir.!- Añadió la joven, que de un momento a otro se había puesto nuevamente a la defensiva.
-No me esperaba que vuestra unión fuese un ser de la oscuridad, no os preocupéis joven leyenda, no pretendo propinaros daño.- Prosiguió el Trueno Blanco desconocido, observando a la sombra que tenía entre sus garras, quién no había hecho intento alguno por zafarse de aquél agarre como si él mismo fuera capaz de captar la situación.
-¿Unión?.- Vio parecía más confundida que al principio.
-Toda leyenda tiene siempre compañía fiel, nunca batalla sola, aunque debo admitir que no me esperaba que vuestra compañía fuese precísamente quién podría ser considerado el enemigo, en mi caso, mi unión es Jasur, el ciervo blanco que ves ahí.- Aclaró aquél desconocido.
Y en ese mismo momento, el nombrado había dado un paso al frente agachando ligeramente la cabeza, enseñando la enorme cornamenta ramificada como una muestra de respeto.
-Como os ha dicho Aidas, yo fuí hace tiempo su compañero en la batalla, incluso aún sigo siéndolo desde que el lago se adueñó de nosotros.- Respondió aquél ciervo, cuyo nombre ya era conocido.
Y en ese momento, Aidas liberó nuevamente a quién yacía preso entre sus garras.
-Había leído sobre eso, el Trueno Blanco nunca batallaría sin ayuda en una guerra, también me he enterado de que, al igual que la leyenda, el compañero que la acompaña tendría también alguna habilidad y sería propio de éste mundo como guía, después de todo, el Trueno Blanco vendría desde otro lugar diferente al nuestro y sería vulnerable en su primera etapa de desconocimiento, pero eso sólo era un mero rumor que se esparcía por el pueblo, nunca le dí importancia.- Shadow quién había guardado silencio desde aquél agarre, ahora se dispuso a hablar.
-No entiendo nada, todo ésto es tan precipitado...- Agregó una confusa joven.
-¿Acaso no os lo han dicho?, debíais contar con ayuda desde un principio, alguien de éste mundo que os protegiera o símplemente os guiara en vuestra travesía.- Continuó Aidas.
Y en ese momento, Vio guardó silencio.
-Me temo que erráis, yo nada tengo que ver con ésta chica, sólo voy por mis propios medios, no tengo ningún interés en cómo se desenvuelva mientras se mantenga con vida hasta que lo necesite.- Respondió Shadow que en ese momento había guardado un semblante completamente serio.
