Capítulo XXVI

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La novena luna

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La novena luna.

....

--Ya es hora.-- Resonó una voz.

--Pero, mi señor, el Trueno Blanco se ha escapado..-- Interrumpió una mujer.

--Esa sombra me las pagará por esa traición y me aseguraré de que sea el primero en sufrir, tráelo aquí y comienza con los preparativos.-- Ordenó la voz masculina.

--Enseguida señor.-- Respondió la mujer.

Los finos pasos de aquella mujer en alejamiento habían resaltado en el interior de la extensa sala fuertemente iluminada por la luz de las antorchas atadas a las paredes, papeles, ramas, botellas, aquellos objetos adornaban la sala en presencia de la robusta figura de un encapuchado de pié frente a una larga mesa de piedra cubierta por un gran trozo de tela blanca, la forma bajo aquella daban a entender que se trataba de algún objeto de dimensiones similares a las de una persona, los frascos azulados yacían regados en la cercanía de aquél objeto mientras que su contenido se hallaba fuera de él, los brillantes ojos de aquél encapuchado y su macabra sonrisa parecían resaltar aún bajo la oscuridad falsa que creaba su cabeza gacha.

Los pasos en acercamiento pronto fueron audibles mientras que la sonrisa de aquél ser se había extendido en gran medida, los pasos pronto revelaron la presencia de una mujer de avanzada edad, con el pelo completamente blanco, aros en varias partes de su viejo rostro, manos temblorosas que sostenían un objeto extremadamente húmedo y de color rojo, aquél objeto pronto había sido colocado sobre la mesa de piedra en las cercanías de aquella blanca tela manchada.

--Todo está listo, podemos empezar mi señor.-- La mujer rompió el silencio.

--Bien hecho, hazlo.... Aria.-- Respondió el hombre.

Asentimiento por parte de la mujer como respuesta.

Inicio.

--Escucha bien antes de abrir, tu vida le pertenece a él, velarás por la seguridad de tu rey y sus pensamientos serán tus órdenes, obedecerás cada palabra sin rechistar porque existes gracias a él, con la novena luna y esté motor corazón, vendrás a la vida con un único objetivo, ¡¡sin rechistar, sin demorar tu forma de vida demostrarás!!.-- Sentenció la voz femenina.

Y bajo el inmenso brillo cegador que emergió de aquél objeto húmedo y rojo, colocado en el centro del objeto cubierto por la tela manchada, en ese momento las antorchas perdieron su luz, la atmósfera se tensó y las almas en vida se apartaron, el corazón vivió y el objeto rompió, la mesa de piedra crujió y se precipitó a tierra en la oscuridad, la tela desapareció en la noche y los ojos fueron abiertos, cuando el resplandor cesó, Rey y obediente fijaron su vista al frente, los añicos de piedra fueron envueltos en una capa de oscuridad mientras el resplandor de las antorchas volvió a su lugar, el objeto bajo la blanca tela se hallaba de pie oculto bajo una capa negra, los brillantes y rojizos ojos pronto se hicieron presentes mientras la herida sanó, el objeto se había mantenido en silencio paralizando a la mujer y agradando al rey.

El Trueno Blanco.Where stories live. Discover now