Capítulo XLVI

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La fría brisa de la noche finalmente se coló por cada recoveco en el interior de las casas mientras los ocupantes se resguardaban en las cercanías de sus chimeneas, degustando bajo el calor del fuego su recíen hecha cena o simplemente durmiendo

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La fría brisa de la noche finalmente se coló por cada recoveco en el interior de las casas mientras los ocupantes se resguardaban en las cercanías de sus chimeneas, degustando bajo el calor del fuego su recíen hecha cena o simplemente durmiendo.

Eran los pocos atisbos que quedaban de la paz, mientras de un momento a otro, un chico se revolvía en el mullido y desgastado sillón que le fué dado, hasta finalmente despertar.

Para cuando Shadow abrió los ojos y se puso de pié, decidió salir también al exterior, donde se encontró con nada menos que el silencio, el frío y la soledad reinante de la noche. No recordaba cuántas horas había dormido aunque no había diferencia pues se sentía cansado de igual manera, y todo ello se debía a ese raro cristal que emitía un tenue brillo en la lejanía.

No pasó mucho tiempo para que él se percatara de la ausencia de Vio y cuando ingresó nuevamente al interior para corroborar, no la había visto más.

Desesperado quizá por su ausencia y el silencio en todo el lugar, la sombra se movió nuevamente al exterior, merodeando por las calles mientras posaba la vista hacia el interior de las casas, todo se hallaba en profunda calma y al alzar la vista hacia un cielo despejado y estrellado, él dedujo que ya eran altas horas de la noche.

-Maldición, ¿a dónde fuiste ésta vez?- Susurró al viento.

Mientras avanzaba, solo sus pasos eran los únicos audibles, Shadow ya estaba acostumbrado a los frecuentes "escapes" de Vio, pero de la misma forma temía por ella ya que curiosamente era muy propensa a atraer los problemas a donde quiera que fuera.

Y eso era algo que él no se lo podía explicar, Vio era una parte fundamental en su plan de venganza pero aquello no era la razón de su preocupación y ni siquiera el mismo podía explicarse que era.

-Espera...- Cortó él en un nuevo susurró, deteniendo al instante sus pasos.

Vio no estaba ni tampoco había rastros de algún ataque lo cuál descartaba la posibilidad de que la ingenua joven hubiese sido capturada, añadiendo que Vio no conocía el pueblo ni sus contornos, por tanto ella no se arriesgaría a salir en medio de la noche sola.

Pero la respuesta era más que obvia, Vio no había salido sola.

-Debió ser él, ese tal Will.- Habló la sombra en un nuevo susurro.

Pero justo en ese momento, sus afilados ojos ambarinos captaron un leve movimiento en la penumbra y, en guardia ante un posible ataque, Shadow llevó fugazmente la mano a su cintura bajo la capa buscando extraer su espada, sólo para descubrir horrorizado una nueva sorpresa.

No tenía su espada.

Aunque los efectos del cristal en él lo limitaban a simples y torpes movimientos, no dejaba de ser peligroso en lo absoluto.

-¿Qué?- Agregó él al no hallar su arma.

El problema se agrababa, Vio no aparecía por ninguna parte y su espada se hallaba perdida, añadiendo el hecho de que aquél extraño chico se presentó a ellos en su llegada bajo la excusa de que debía devolver el favor de su vida al ofrecerse como maestro para la joven en el arte de la espada o al menos eso había deducido él.

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⏰ Última actualización: May 06, 2019 ⏰

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