Cuando el mundo de luz se suma en la oscuridad reinante y los corazones puros cambien, la esperanza en los vivos se esfumará y los sueños se convertirán en penumbrosas pesadillas interminables, el destino se cerrará a la vista y el último rastro de...
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Cambio inesperado.
Después de aquél extraño brebaje verde, el ser de la oscuridad que había caído en un profundo sueño, comenzaba a despertar lentamente, los párpados aún le pesaban pero el dolor que antes sintió en la garganta se había retirado casi por completo hasta el punto de que ahora no era nada más que una ligera molestia.
Cuando finalmente consiguió enfocar la vista a su alrededor, notó al instante que todo se hallaba en completa oscuridad, sin tener idea de qué había pasado, Shadow comenzaba a caminar en busca de algún indicio que lo ayudara a reconocer el sitio en el que ahora se hallaba pero no veía nada más que una pálida luz al frente.
Dudoso de su procedencia, él se había aproximado a ella y justo en ese momento sus pies cubiertos por botas, habían tocado algún tipo de líquido como agua, pues eso es lo que le pareció oír.
Y cuando bajó la vista, el ambarino de sus ojos se encontraron con el carmesí de aquél líquido, no era agua, era sangre.
Para cuando él alzó nuevamente la vista, pudo ser capaz de ver qué fué aquello que derramó ese líquido vital y en ese momento se encontró con el cuerpo de un caballero que portaba una brillante armadura en mal estado.
Al pasar la vista sobre el cuerpo, la sombra notó al instante a quién pertenecía.
Era el mismo caballero que acompañaba a la joven leyenda.
Y en ese mismo momento, el ser de la oscuridad entendió que estaba viendo un recuerdo.
El recuerdo de cuando le había arrebatado la vida al chico que protegía a la joven.
Todo se hallaba en silencio justo en ese momento, sin embargo aunque no se diera cuenta, él no se hallaba sólo.
"Asesino." Escuchó tras él.
Y cuando se giró, Shadow vió al causante de aquellas palabras, sin embargo no era una persona.
"Asesino." Pudo oír de nuevo.
Y mientras la penumbra se retiraba nuevamente, la pálida luz del lugar revelaba lo que sería un ciervo de grandes astas, aquella criatura poseía una fina capa de polvo blanco sobre su pelaje mientras todo su cuerpo parecía estar entumecido, petrificado.
-¿Quién eres?.- Interrogó la sombra con confusión pues no recordaba haber visto a alguna criatura similar en la escena de aquél asesinato de sus recuerdos.
Pero no era uno, aquello que veía no era un recuerdo, era un sueño.
"Pagarás por eso, vendrás conmigo." Prosiguió el ciervo.
Y antes de que el ser de la oscuridad fuese capaz de responder, todo su escenario cambió instantáneamente.
