Cuando el mundo de luz se suma en la oscuridad reinante y los corazones puros cambien, la esperanza en los vivos se esfumará y los sueños se convertirán en penumbrosas pesadillas interminables, el destino se cerrará a la vista y el último rastro de...
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Shadow nunca se imaginó ver a su compañera en ese estado, con una gran herida sangrante en el pecho y aquella punzante arma todavía clavada en sus carnes desgarradas.
Por un momento él fué capaz de sentir aquél dolor en su pecho mientras su corazón se estremecía y sus jadeos aumentaban, no tardó mucho tiempo en sentir el rostro completamente húmedo y darse cuenta de que, inconscientemente, estaba llorando.
Y la criatura muerta pronto comenzó a desvanecerse a su vista mientras la última de sus ahora opacas plumas desaparecían y su cuerpo volvía a su estado inicial, tal y como pasaba cuando la lluvia se retiraba.
Vio había recuperado su forma, y la lanza que se había clavado en ella pronto cayó a tierra mientras la ahora más pequeña herida seguía sangrando llevándose consigo lo últino que restaba de su vida y del frágil estado de su compañero.
Al verla nuevamente en su forma humana, el ser de la oscuridad no lo dudó ni por un instante y se lanzó a recoger el cuerpo de su amiga y a abrazarlo con lo que sería el primero de sus sollozos.
El primer contacto que tuvo con ella era totalmente frío, pues hacía ya mucho tiempo de que Vio había muerto y aquella calidez que antes poseía, se había esfumado por completo con su vida.
Se culpaba a sí mismo, no sabía cuándo o cómo había pasado, pero se culpaba a sí mismo, porque ella fué quién había pagado por sus acciones.
Con el corazón resquebrajado y la cara húmeda, Shadow cerró los ojos y pronto aquellos recuerdos llegaron a su mente, la sonrisa de la joven, sus ocurrencias, sus miedos, sus emociones, su espíritu rebelde y la primera vez que ella le había salvado la vida y lo había tratado como si fueran iguales, no como trata su amo a un esclavo, él lo recordaba todo.
Estaba destrozado y no lo negaba, pues ahora sabía lo que realmente Vio significaba para él, más que un objeto necesario, ella era una buena amiga y compañera, era quizá la única persona en la que él de verdad confiaba.
Shadow habría querido enumerar cada faceta y emoción de su vida, él habría querido ordenarlos por importancia, pero nada surtía efecto, había perdido lo que desde un principio consideraba inútil, pero que ahora se había llevado una parte suya, de sus emociones, de sus sentimientos y de sus pensamientos, dejando en su lugar, nada más que una cáscara vacía.
-¿Por qué llorar a un montón de carroña?.- Una voz rompió el martirio.
El ser oscuro que se hallaba sumido en su dolor, no se había dado cuenta ni por un instante, que el hedor a carne putrefacta había aumentado en gran medida y que ahora al descubierto yacía el causante de aquél nauseabundo olor.
Era un Wéndigo que quizá había sido atraído a la zona, por el olor de la sangre.
Pero pese a que la horrible criatura extrañamente mostraba conciencia propia, Shadow lo ignoró por completo, hasta que éste se fué acercando.
