Capítulo XIX

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Corazón corrompido

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Corazón corrompido.

....

--Mi señor, ya casi está todo listo pero... ¿por qué hace eso?, ¿acaso el deseo de sus corazones ya no le satisface?..-- Resonó una voz.

--Lo hago siguiendo el propio deseo de mi corazón sobre los suyos y ahora, termínalo de una vez.-- La voz seca invadió el ambiente.

En medio del vacío en el interior yacían dos cuerpos vivientes alrededor de un objeto de gran tamaño cubierto por una tela oscura, la luz azul de las velas aclarecían la escena liberando la vista hacia el objeto bajo el manto que dejaba ver por los costados, una extremidad de color negro que yacía inmóvil en el suelo, aquello que se hallaba cubierto era una criatura sin vida.

--Mi señor, aunque la termine ahora, necesito un único objeto más que le dará vida a eso.-- La voz que invadió la sala pertenecía a una mujer.

--Dime de una vez, ¿qué más necesitas.?-- Habló un hombre con la cara cubierta por la oscuridad.

--El corazón de una criatura sumida en la desesperación, es todo lo que necesito para completar ésto.-- Respondió aquella mujer.

--¿El corazón de una criatura?.-- Interrogó la sombra.

--Con cualquier corazón me basta sin embargo mientras más fuerza posea la criatura, más fuerte terminará siendo eso.-- Finalizó la mujer.

--Sé quién puede ser el indicado, envía a uno de ellos..-- Resonó la voz de la sombra.

--Si, mi señor..-- Finalizó la voz femenina.

Los fríos pasos en medio de la penumbra y las manos ocultas a la vista por las sombras enseñaban un recipiente cubierto de metal, en el interior yacía un líquido azul que brillaba con gran intensidad, el humeante recipiente resaltaba su temperatura y su colocación en las cercanías de aquél cuerpo terminaron por envolver al mismo en aquél resplandeciente color, la siniestra sonrisa de la oscuridad pronto se hizo presente en la sala y las dos almas desaparecion por encantamiento, la sala y el cuerpo de aquella criatura habían desparecido, en ese lugar sólo había tierra, nunca hubo un espacio vacío, una vida o una luz.

....

La oscuridad presente en aquél estrecho pasaje y la ausencia del mismo sonido nublaba la vista de las almas siendo los único agentes que permitían el avance, los propios pasos de aquellos aventureros iluminados por la pálida luz de una vela.

--¿Qué es éste lugar.?-- Interrogó la joven en medio de la penumbra

--Es lo que vamos a averiguar ahora.-- Respondió una voz masculina.

La capa de polvo levantada en el ambiente, los crujidos del suelo y la propia penumbra aumentaban la desesperación joven mientras que su propio corazón ansiaba respuestas referentes a la existencia de aquél abandonado pasaje y las razones desconocidas de su desuso.

El Trueno Blanco.Where stories live. Discover now