Capítulo XXII

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¿Mentira o traicion

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¿Mentira o traicion.?

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--Mi señor, he logrado cumplir con vuestras órdenes y he puesto al Trueno Blanco a su disposición, pero he traído también al chico que la protegía.-- Susurró la sombra.

--¿Lo has matado?.-- Respondió sorprendida aquella gruesa voz.

--Perdone, mi señor pero no había otra forma él hubiera sido capaz de matarme, mis heridas ya han sanado y he regresado nuevamente a usted.-- Agregó la sombra.

--Rey, ¿Qué haremos con el cuerpo de éste chico?.-- Interrogó una voz femenina.

--Quítalo de mi vista, mancha el suelo..-- Respondió la voz grave.

--Enseguida señor.-- Comentó la mujer.

--No, mejor traelo aquí, aún me servirá.-- Cortó la voz desconocida.

--Como desee.-- Respondió la mujer.

--He puesto al Trueno Blanco ileso en la siguiente sala.-- Interrumpió la sombra.

--Bien.-- Cortó aquella voz desconocida.

--Mi señor... he cumplido con todas vuestras órdenes hasta ahora, ¿cuándo me entregará lo acordado para retirarme?.-- La sombra nuevamente interrumpió.

--Deberías sentirte honrado de que te he perdonado la vida por tus grandes fallas y aún así osas demandar mi tesoro.-- La gruesa voz resonó en la sala.

--¡¡Pero, mi señor, habíamos acordado eso!!, ¿¡¡acaso piensa olvidar nuestro trato?!!.-- Cuestionó la sombra.

--¡¡No me molestes sombra inútil y lárgate de aquí antes de que te arranque el corazón, ya no te necesito y sólo vives porque yo lo permito.!!-- La fuerte voz invadió el ambiente.

--Mi señor..-- Cortó el ser de humo.

Antes de que la sombra misma pudiera seguir cuestionando la decisión repentina de su Rey, aquél cetro de oro puro nuevamente fué mecido al aire creando ráfagas de viento leve que terminaban por atraer a los obedientes, fieras de todas formas y tamaños se aproximaban al molesto ser de apariencia sombría quién, intimidado por aquellas feroces bestias, había guardado silencio total mientras aplicaba presión suficiente como para hacer trizas hasta sus propios huesos, estaba furioso.

--¿Entonces romperás nuestro trato, no es así mi Rey?, ésto no se quedará así.. te haré pagar por utilizarme de esa forma..-- Susurró la criatura.

Los constantes gruñidos de las bestias pronto se hicieron presente en la sala mientras que el ser de humo se sumía en la profunda rabia ante la traición de su Rey por quién antes hubiera dado la vida más ese deseo fué ahora reemplazado por una profunda sed de venganza ante su traición sin embargo la sombra nada podía hacer contra el hombre que era capaz de dominar a todas y cada una de las bestias con el simple movimiento de su cetro de oro puro.

El Trueno Blanco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora