Capítulo 6

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—Hey, pero si mi par de perras al fin están aquí —Dan nos guiña el ojo al sorber del popote de su jugo y Max pone la mirada en blanco

—Joder Dan, lo primero que dices en un mes ¿es eso? Ni siquiera hola — reniega, dándole un zape

Dan se soba la cabeza mientras estalla en carcajadas, sus ojos miel se posan en los de Max y sonríe de oreja a oreja.

—¿Qué? ¿De cuándo acá me has visto ser cariñoso con estos dos tontos?

—Aun así... —Max frunce el ceño — es cortesía, se dice H-O-L-A

—Oa

—Idiota — está por darle otro zape pero Dan se hace para atrás mientras ríe

—Ya ricitos de oro, sabes que estoy jugando —le molesta, sacudiendo el cabello castaño y rizado de Max

—Está bien —me encojo de hombros, capturando la atención de ambos, se ponen de pie para estrujarme en un abrazo y luego a Chris —¿Hay algo nuevo por aquí?

—En absoluto —responde Max, esbozando una sonrisa mientras regresa a su asiento

La cafetería en hora de clase es la cosa más solitaria y a la vez la más relajante que alguna vez he de apreciar en la academia.

—Alexander acaba de llegar y ya se ligó a la nueva —Chris me da un codazo en el hombro, los otros posan sus ojos sobre mí con curia, cosa que me pone de mal humor

—No es así... —digo serio — ella estaba sobre mí y-

—Wow, wow, ¿Qué? —sonríe Dan — Y ni siquiera la invitaste a cenar... cool...

—¿Al menos era guapa? —pregunta Max —¿Quién es?

—Nadie, no tengo idea...

—Pues parecían muy platicadores —interrumpe Chris, mordiendo parte del sándwich de Dan — le viste el trasero, niégamelo

Dan y Max se echan a reír.

—No lo niego, pero... ¿Y qué?

—Me gustaría conocerla... —Dan sonríe con malicia, esa típica sonrisa que hace cuando planea llevarse a alguien a la cama. Frunzo el ceño, me parece más obsceno que verle el trasero

—Ni se te ocurra Dan, no quiero escuchar más gemidos en las noches desde tu habitación... es tan incómodo no poder dormir

—¿Qué pasó amiguito? ¿es que ya le pusiste los ojos encima? —alza la ceja y sonríe burlón — cincuenta rublos a que te va a caer mal...

—No seas tonto, no la conozco ¿cómo podría odiarla?

—A ti te cae mal medio mundo, ¿o qué? ¿Te preocupa perder Melenkov? ¿Es que le temes a mis habilidades? Ja, ja, ja

—¿Por qué habría de preocuparme por lo que hagas? — le devuelvo la sonrisa desafiante — si me basta con saber que soy mejor que tú

—Uh... —Max y Chris lo miran

—Deja que me libre de mis clases de atletismo y te partiré el culo en danza, ya verás Melenkov

—No hables y hazlo, sabes que yo nunca retrocedo

—Lo mismo digo

Nos miramos fijamente, no es que alguno de los dos se altere, pero es un código entre todos que quien baje la mirada antes que el otro, terminará siendo el perdedor.

—Por cierto —Chris interrumpe con un tremendo sorbo del jugo de Dan — ¿Dónde está Marco?

—Clases de Ruso... —Max mastica su pedazo de carne como un fino burgués, da un trago a su jugo y libera un suspiro de satisfacción. — Por cierto Alex... —miro hacia él y Dan carcajea

Alexander, memorias de un violinista (#2 Saga Amor entre acordes) EDITANDO Where stories live. Discover now