Capítulo 13

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—Cálmate —me susurró al oído—. Cálmate, ya está.

Richard estaba con la boca abierta sin poder creer lo que estaba pasando, Rubén se puso de pie y fue directo hasta él con las más claras intenciones, golpearlo, pero no, no va a hacerlo frente a mí. No volverá a hacerlo nunca más. No sé cómo me solté de Oliver y sujeté a Rubén del cabello, lo volví a tirar al piso.

—¡No te acerques!

Oliver me volvió a sujetar, Jeff obligó a Rubén a ponerse de pie y lo sujetó justo frente a mí, ojala lo tuviera más cerca para seguir golpeándolo, pero obviamente Jeff se alejó lo necesario para que yo no pueda hacer más que mirarlo con odio.

—¡Qué es lo que hiciste ahora Rubén! —le gritó Oliver aún sujetándome.

—Lo volvió a golpear —dijo Jeff haciendo fuerza contra Rubén.

—¿O sea que ya pasó? —grité—. ¡Eres una porquería! Y ni creas que esto se va a quedar así, apenas tenga la oportunidad te voy a humillar como nunca en tu vida lo han hecho.

Richard no podía decir una palabra, estaba paralizado, podía ver el miedo en su mirada, tal vez ahora esté más aterrado en cuanto a Rubén, pero no tiene nada de qué preocuparse, primero va a tener que golpearme a mí antes que volver a tocarlo.

—¡Me tienes harto Rubén! —le gritó Oliver soltándome, le sujetó de la camisa y casi empecé a hacerle porras—. Te lo advertí, la última vez tuviste a Marcelo para defenderte, pero ahora no.

Le dio un puñetazo de película, tan fuerte que incluso Jeff cayó con él, con que Oliver también tira puñetazos como esos.

—¡Una más Rubén! —dijo alzándolo de la remera, tanto que sus pies no tocaban el piso—. Una más y vas a suplicar que pare y ésta es una nueva advertencia, jamás en tu vida ¡Nunca! —le gritó apretándole la cara—. Vuelvas a ponerle siquiera los ojos encima a Anahí, porque ahí sí estarás doblemente muerto.

Lo soltó.

—No... —tosió y se llevó la mano al pecho—. No voy a volver a molestarlo.

—¿Qué dijiste? —preguntó Jeff.

—¡Que no voy a volver a molestarlo! —gritó—. ¡Ahora lárguense de mi casa!

Entró a su casa como pudo, seguía tosiendo y mientras caminaba, se tambaleada. Sentí que todo mi cuerpo se relajaba, solté un suspiro de al menos quince segundos y cerré los ojos. Me dolía la cara, ese golpe que me dio fue bueno, pero me alegra saber que también pude desquitarme. Oliver se acercó a Richard y le miró la cara.

—¿Por qué no me dijiste nada?

—No... —tartamudeó y negó con la cabeza—. No quería que la pelea se vuelva a repetir, jamás me imaginé que Anahí iba a reaccionar de esa manera, mucho menos me imaginé que lo iba a dejar como lo dejó.

—Pues hay que reconocer que Anahí le dio una paliza —Jeff me miró con sorpresa—. Y fue solo ella, la última vez tuvimos que ser Tony, Oliver, Lucca y yo contra sus primos, vaya nena, que puños —se rió.

—No puedo creer que esto ya pasó.

—Toda la vida, desde que estamos en la escuela los Gutiérrez y los Carreira han tenido problemas, primero eran Marcelo y Oliver, luego Jessica y Miranda, ahora Rubén y Richard ¿Florencia tiene alguna compañera de apellido Gutiérrez? —preguntó Jeff.

Comenzamos a caminar para volver a la casa, los puños me dolían pero me estaba sintiendo mejor, también empezaba a sentir el hormigueo en mi rostro, pero decidí ignorarlo. No iba a ponerme en el papel de la niñita que se necesita que la protejan, ya me sentía avergonzada por el incidente del bar, no iba a dejar que ésta pelea con Rubén me haga ver vulnerable. Llegamos a la casa y apenas abrimos la puerta los padres de Oliver se levantaron del sofá, Miranda estaba con ellos, pero permaneció sentada. En ese momento Richard, Jeff y Oliver se pusieron delante de mí para cubrirme, claro, olvidé mi gran golpe en la cara.

-¿Lo prometes? -Lo prometoWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu