-¿Lo prometes? -Lo prometo

Capítulo 43

—¡No puedo creer que nos estamos por graduar! —dijo Sam cuando salimos del primer examen, Historia—. ¿Cómo les fue? Creo que escribí una cantidad de tonterías en la cinco, pero del resto estoy seguro.

—Creo que respondí mal la dos —Jacobo frunció los labios y luego miró a su amigo—. Y di que nos graduamos cuando eso pase.

—¿Tú de qué hablas? Eres prácticamente el mejor egresado, eres el más casi graduado entre todos nosotros.

Los exámenes iniciaron y con ellos, las maratones de estudio. Sam, Jacobo, Miranda y yo nos tirábamos horas enteras en la sala a estudiar y aunque algunas de las materias no coincidían con las de Miranda, Jacobo entendía lo suficiente para ayudarle. En un grupo aparte, pero en el mismo lugar, Richard y Felipe también estudiaban para sus exámenes, ellos empiezan en quince días, pero este era el momento en el que tenían a Jacobo disponible para ayudarles con matemática, no iban a desaprovechar esa oportunidad. Fueron quince días de estudio intenso, trabajos prácticos para puntos extras y ensayos para exposiciones. Jamás había estudiado tanto en toda mi vida, ni siquiera para los exámenes pasados, que en ese momento creí, que no volvería a estudiar así.

Paul y Martha hacían rondas, mientras uno le hacía preguntas de Ciencias Naturales a alguno, el otro le hacía preguntas de Historia a otro. Tenerlos en la casa fue de gran ayuda pero agobiante, cualquier momento era bueno para hacernos una pregunta, incluso mientras desayunábamos o cenábamos, supuestamente era para que aprendamos las lecciones, no para simplemente memorizarlas, a estas alturas yo me conformaba con memorizarlas.

El sábado por la noche, mientras recogíamos nuestras cosas del piso de la sala, Jeff llegó con una caja de chocolates. Lleva meses, o más bien toda su vida, diciendo que ya es hora de que Miranda sepa lo que él siente. Después de lo que pasó con Marcelo, ellos se han vuelto más unidos, él incluso la ha acompañado a citas con la ginecóloga, las primeras veces se quedaba afuera esperándola, pero en los últimos controles Miranda le ha pedido que entre para ver a la bebé en el ultrasonido. Jeff lo relata como si fuera la mejor experiencia de su vida, le recomendé que primero hablara con Oliver, no importa si él está o no de acuerdo, pero creo que debería por lo menos anticipárselo. También lleva posponiendo esa conversación un par de meses.

—¿Miranda está? —nos preguntó con voz baja.

—Fíjate que no —respondió Jacobo poniendo los brazos en jarra—. Salió a una fiesta, llevó minifalta y una blusa escotada.

—¿Ya te he dicho que no te soporto? —murmuró, Jacobo rió, lo cierto es que al principio Jeff tenía cierto resentimiento hacia Jacobo, después de todo había tenido un brevísimo amorío con el amor de su existencia, afortunadamente el tiempo los ha obligado a convivir aún más que antes, así que ya no queda nada de esa incomodidad. Todos estamos agradecidos por eso—. ¿Está en su cuarto?

—Oye, oye, oye... —dijo Sam poniendo su mano en el pecho de Jeff para hacerlo retroceder—. Si le dices lo que pienso que quieres decirle, la harás parir y esa niña saldrá cuando tenga que salir, no cuando su madre se altere por culpa de un chico.

—Tal vez tenga razón, Jeff —apoyé—. Miranda está por graduarse y a nada de tener a la niña, creo que deberías esperar. ¿Por qué no se lo dices en esas dichosas vacaciones que Paul y Martha tan entusiasmados están planeando?

—¿En febrero? —exclamó como si se tratara de esperar cinco años.

—Llevas posponiendo esto más de la mitad de tu vida. ¿Es tan duro esperar cuatro meses más? —Jacobo lo hizo sentar en el sofá—. Escucha, tú vendrás a ese viaje con nosotros, ¿Cierto? —Paul y Martha ya hablaron con los padres de Jacobo y aunque tuvieron que insistir unos días, ellos terminaron por aceptar que su hijo viaje con la familia, Jeff asintió, porque él también se había anotado a ese viaje—. Pues lo haremos así, el viaje será entre los primeros días de febrero pasando la quincena, eso quiere decir que el día de los enamorados lo pasaremos allí, nosotros te ayudaremos a armar algo realmente bueno para ese día, será la mejor declaración nunca antes hecha.