Capítulo 30

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Los días jamás habían pasado tan rápido como el viernes y el sábado. Creo que durante esos dos días he pronunciado alrededor de quince palabras. No he podido mirar a Oliver y él tampoco se ha esforzado por hablar conmigo, aunque me siento molesta por eso, lo agradezco, porque no sabría qué decirle. Jacobo ha intentado hablar conmigo, y él sí que lo ha intentado. Hemos permanecido en mi habitación por horas enteras, mirándonos, haciendo tarea, estudiando y hundiéndonos en el silencio. Las quince palabras que pronuncié en esos dos días han sido para contarle a Jacobo cómo resultó su magnífico plan. Quiero culparlo, pero no puedo. Él solo me dijo lo que pensaba, fui yo la que se lo dijo a Oliver como si tuviera pruebas o como si hubiera algo que probar siquiera. Para el sábado en la noche ya tenía veinticinco llamadas perdidas de Tony y una cantidad incontable de mensajes, Jacobo me leyó unos cuantos y dijo que iba a responder, pero se lo prohibí. ¿Estoy molesta con Tony? Probablemente. ¿Por qué? No tengo idea. El hecho de que la cena con sus padres no haya resultado como esperaba, no significa que sea culpa de Tony, aunque me encantaría comprenderlo, entender lo que ocurre en su cabeza, no puedo hacerlo.

El domingo por la mañana Oliver salió temprano, no dijo a dónde iba, yo no pregunté porque no es asunto mío. Los padres tenían que volver alrededor de las ocho de la noche y no quería que encuentren todo ese tiradero en la sala, la cocina, el jardín y prácticamente toda la casa, así que me ocupé de eso mientras Richard y Miranda seguían durmiendo. Florencia se despertó porque quería desayunar, así que algo simple como cereal con leche sirvió para que me dejara continuar con lo que hacía. Para almorzar preparé hamburguesas, era sencillo, rápido y cada uno podía agregarle lo que quería, así que dejé una nota diciendo que las hamburguesas estaban cocinadas en el horno y que los ingredientes estaban preparados en la heladera.

A las cinco de la tarde escuché que Oliver volvió, había estado fuera todo el día, no llamó, no escribió y yo no esperaba que lo hiciera, pero me hubiera gustado, aunque no le hubiera respondido. Las llamadas de Tony no cesaron ni por un segundo, los mensajes tampoco, yo sentía que con cada mensaje que mandaba o con cada llamada que hacía, estaba más cerca de tenerlo en la puerta de mi habitación.

-Ana, tenemos que hablar, tienes que hablar -la voz de Jacobo se mezclaba con los golpes que daba a la puerta-. Lo digo en serio, una cosa es que ignores los mensajes de los demás, pero no puedes ignorarme a mí.

Rodé los ojos y dejé el libro que estaba leyendo, no estoy segura de qué hora es, pero ya no hay ni un rayo de luz natural. Abrí la puerta y Jacobo entró a mi habitación, se sacó la chamarra y se sentó en la cama como esperando algo. A mí tal vez. Me senté a su lado y observé el lado derecho de mi calzado deportivo, pensé que empezaría a hablar, a decir un millón de cosas y yo no podría callarlo, pero no fue así. Guardó silencio y permitió que apoyara mi cabeza sobre su hombro. Es verdad que nunca he sido una persona terriblemente antisocial, pero lo he sido estos últimos días y creo que no me ha gustado.

-Debes decirme qué ocurre.

Cuando estaba dispuesta a pronunciar la palabra número dieciséis de mi fin de semana, alguien entró a mi habitación abriendo la puerta tan bruscamente que casi caí de espaldas a mi cama, Jacobo tuvo una reacción similar. Miré a Tony con los ojos entrecerrados, él tenía los labios separados, creo que también pensaba decir unas cuantas palabras, pero no lo hizo. Permanecimos en silencio por unos minutos, o tal vez solo fueron segundos, no lo sé. Jacobo apretó mi mano y salió de la habitación, no estaba segura si se marchaba o solo intentaba darnos espacio.

-No me has... -pasó la mano por su cabello y colocando los brazos en jarra me observó-, no me has respondido ni un solo mensaje desde la cena, no me has llamado... no has hecho nada y yo no sé qué se supone que debo hacer, yo no sé qué hacer en este momento.

-¿Lo prometes? -Lo prometoWhere stories live. Discover now