Trece🍃

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Se acercó silenciosamente hasta asomarse en un callejón continuo que atravesaba el lugar donde estaba.

El mismo, daba salida a una calle y era únicamente iluminado por una farola. Dónde justo debajo, había cuatro hombres riendo y golpeando a alguien cuya figura demostraba un cuerpo masculino.

Tres de ellos se turnaban para propinarle patadas y puñetazos en el abdomen y rostro, mientras que el cuarto miraba la escena con una sonrisa que mostraba su satisfacción ante la escena.

El cuarto hombre chasqueó los dedos para que lo dejasen, cosa que hicieron enseguida y observaron como el magullado cuerpo se apoyaba con sus manos en el suelo mientras la sangre caía de su boca.

El que parecía ser el líder del grupo, se acercó dejando que la luz mostrará bien su rostro. Jin no lo conocía, pero si al alfa tonto que fue tomado bruscamente del cuello de su sudadera empujándolo contra la fría pared de ladrillo sin importarle el impacto que el cuerpo pueda tener contra ella.

Su ojo izquierdo estaba morado, al igual que los hematomas de sus mejillas. Su labio estaba roto y de su boca y frente caían hilos de sangre.

—Espero que esto te haya enseñado a no deberle dinero a mi jefe y a no meterte con mi hermana—Escuchó al cuarto hombre cuyo cabello era negro.

El rubio se rio hasta donde el dolor se lo permitía.

—Fue tu hermana quien me buscó—Dijo débilmente pero sin perder su orgullo—No importaron las veces que la rechacé, quería repetir ¿Qué podía hacer?

—¿Estás diciendo que mi hermana es una cualquiera?—Exclamó impactando el cuerpo nuevamente contra la pared.

—No soy yo quien lo dice...a-migo...

El pelinegro lo miró serio durante unos segundos, hasta que poco después una siniestra sonrisa se formó en sus labios

—Tú te lo buscaste...

Se separó y dejó caer a NamJoon.

—Dame la palanca—Ordenó.

—Oh no...—Susurró Jin tapando su boca sumamente preocupado.

—Me caíste bien la primera vez que te conocí Kim—Pasó sus largos dedos por la extensión de la barra de metal—Pero luego me di cuenta que eres un desgraciado. Una basura inservible que sólo ocupa espacio en éste mundo...eres una mierda...y te mereces esto...

Levantó la barra preparando un fuerte y certero golpe que buscaba dejarlo en su estómago. Y cuando lo vea revolcándose en el piso agonizando del dolor, le partiría la cara hasta dejarlo irreconocible, sin importarle que podría llegar a matarlo.

Antes de que pudiese llegar a golpearlo, algo llegó y lo empujó fuertemente para que se alejase.

—¡ALEJATE!—Gritó Jin en un arrebato de valentía.

Los cuatro hombres (que en realidad parecían apenas haber alcanzado de los diecinueve a los veinte) lo miraron sorprendidos. Sus olores le hicieron saber que eran alfas con los que trataba.

—Miren nada más—Comentó el pelinegro acercándose a Jin y olfateándolo de cerca—Pero si es un lindo omega...

El susodicho llevó una mano a su cuello, dándose cuenta que el neutralizante parecía haberse lavado por el sudor.

"Mierda..."

—Será lindo poder jugar un rato ¿no creen?

—¿Pero y si es menor?—Comentó uno.

Good Morning, NamWhere stories live. Discover now