Treinta y ocho🍃

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El resto del día, Jin portó una sonrisa de oreja a oreja. Deslumbrando cómo naturalmente siempre hacía.
Sus compañeros de trabajo podían notarlo e inquirian en la razón de porqué se hallaba así.
Sin embargo, Jin sólo respondía que algo muy bonito había pasado, y llegado el momento indicado lo sabrían.

NamJoon sólo escuchaba muy atentamente con ese sentimiento extraño subir de su estómago hasta su pecho y sacudir su cuerpo.
Haría hasta lo imposible por poder verlo sonreír todos los días.

-Cuidado muchacho, lo que tienen de encantadores también lo tienen de despiadados-Comentó JungHwa al pillarlo observando al "beta" castaño hablando con Baekhyun quien insistía en saber el porqué de su felicidad.

Ambos estaban en la cocina con el trabajo ya más aligerado debido a que sólo faltaban irse algunos clientes para poder cerrar en definitiva.

-¿Por qué lo dices?

-Experiencia. Tanto betas como omegas a veces no saben lo que quieren, por eso me aburro fácilmente de ellos-Con un toque de indiferencia, se apoyó sobre la isla y cruzó sus brazos

-Es curioso que digas eso teniendo pareja-Cambió su mirada de Jin hacia el mayor

-Si, bueno, por eso abrí la pareja. Aunque estoy pensando en dejarla, no entiendo porqué necesita tanta "cursilería" para tener sexo

Por segundos, recordó al omega avergonzado cuando le dijo que necesitaba velas y flores para poder follar. Joder, que tonto fue.
Visto desde afuera era más cruel de lo que creyó, teniendo en cuenta lo delicados que eran los sentimientos de SeokJin.

-Pensé que ya te había presentado a sus padres

-Le dije que no lo hiciera. Hacer eso es formalizar la relación, siempre le aclaré que estaba con ella por el sexo y para que mis padres no buscaran alguien para mi. La muy estúpida piensa que hablandome bonito y viendose linda puede manejarme a su antojo, pero desde hace rato se que se acostaba con su jefe-Levantó su vista del suelo y miró al menor-En fin, desde hace semanas noté como lo mirabas. Sólo llevatelo a tu departamento y follatelo un par de veces. Te aburriras rápido y dejarás de andar baboseando como un tonto enamorado

-No, SeokJin no es así. El es diferente

Suspiró con cansancio.

-No seas imbécil NamJoon. Todos son iguales. Seok Jin no será la excepción, te dejará ni bien encuentre otro pez más gordo.

Con ahora un nudo en la garganta, volvió a ver al omega riendo.
No podía ser, el era diferente, tenía que ser diferente.

En ese momento, el menor sintió la mirada y volteó a verlo. Lo saludó con su mano a lo que el lo imitó.

-Tendré que averiguarlo entonces, JungHwa

Sin más, continuaron con su labor en un silencio casi absoluto.

Uno a uno los empleados comenzaban a irse, pero NamJoon aguardó por el omega que siempre se quedaba hasta lo último. Quería darle una sorpresa afuera cuando saliera, pero como éste no llegaba, fue a buscarlo a los vestidores.

Y ahí estaba, escondido en la taquilla mirando algo que tenía en su mano -que por la forma en la que tenía puesto el abrigo sólo por la mitad, había encontrado y distraído-.

-Jin ¿Qué tienes ahí?-Preguntó para llamar su atención

Casi al instante, el omega dio un respingo guardando varias cosas en su mochila y cerrando el loquer de un sólo golpe.

-¡NamJoon! Oh...No es nada-Continuó colocándose el abrigo y seguidamente la bufanda.

Tomó su mochila e iba a cerrarla cuando notó la flor toda magullada por sus libros y su torpeza.

Good Morning, NamWhere stories live. Discover now