Cuarenta y cinco🍃

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—Supongo que ya hice todo lo que podía hacer

Apagó su celular y lo dejó en la mesa de luz junto a la cama. A su lado, Yoongi acariciaba su espalda desnuda lentamente. Con las delicadas yemas de sus dedos sobre la tersa piel levemente color caramelo.
Jimin recostó su cabeza sobre ambas manos mirando hacia su novio, cerró los ojos y disfrutó de las caricias.

—¿Qué respondió Jin?—Inquirió el pálido poniéndose de costado apoyando su codo para mantener la cabeza elevada

—No ha dicho nada, y su última conexión fue a las nueve cincuenta y cinco...no estoy seguro de esto, Yoongi...—Abrió los ojos—Ambos se quieren, pero esto no ha empezado con buen pie

—Entiendo que quieras cuidar a tu amigo, yo quiero hacer lo mismo con el mío. Haz visto como es NamJoon cuando habla de Jin; nunca fue así antes. No lo dañaría, no por voluntad propia—Colocó unos mechones detrás de su oreja, delineando su mandíbula

—Está bien, si tú lo dices, entonces te creo

El peliverde se agachó a darle un casto beso con una pequeña sonrisa.
Jimin se lo devolvió de manera más fogosa, sosteniendo sus mejillas. Los leves chasquidos llenaron la habitación ambientada con tela que cubría la cama a manera de cortina, del mismo color rojizo que las luces del cuarto de motel.

—¿Sabes qué?—Inició Jimin una vez que se separaron con una sonrisita—Me gustaría conocer a tus padres

—¿¡En serio!?

—Mmj—Afirmó con un sonido

—¡Gracias al cielo!—Suspiró aliviado—No tienes ideas de la cantidad de excusas que le he tenido que dar a mi mamá. ¡Incluso comenzó a hablarme del sexo y sus cuidados!

—Creo que me agradará mucho tu mamá—Respondió después de soltar unas risitas

Yoongi le dio otro beso.

—¿Qué te parece si aprovechamos nuestros últimos treinta minutos?—Sonrió con picardía

[. . .]

El lunes siguiente, Jin asistió a la escuela como cualquier otro día. Estaba más feliz de lo normal y sentía que todos los demás lo estaban. Todavía no hablaba con sus amigos desde el sábado en la noche, y no podía esperar para hacerlo.
Aunque bueno, de sólo pensar en ello sus mejillas enrojecían como un tómate.

¿Podrían lo demás notar ese "algo" nuevo que había en él?

Cuando el timbre sonó, se sentó y sacó sus libros. Sus compañeros fueron entrando de a dos o en grupo. Pero el último en entrar, fue NamJoon.

Lo vio, y su corazón dio un fuerte latido. Sus mejillas se sonrojaron y su mente se llenó de pensamientos sobre como lo había tocado hasta hacerlo gritar, sus suaves caricias pasando por todo su cuerpo junto con su gruesa voz que jadeaba en sincronizacion con el placer de ambos.

Bajó su cabeza avergonzado, concentrándose en su libro de biología.
De reojo miró al mayor sentarse y acomodar sus cosas. No se miraron ni se dijeron nada.

La clase comenzó y transcurrió con total normalidad como siempre.

Prestaba completa atención y tomaba apuntes, olvidando por completo que tenía al dueño de su orgasmo del sábado justamente al lado actuando como si nada.

De repente sintió una cálida mano que tomaba la suya. Se giró y vio al moreno sosteniando su mano y evitando la mirada contraria. Sonrió y entrelazó sus dedos con el mayor. NamJoon afirmó su agarre levemente y continuó prestando atención a la vez que acariciaba con su pulgar la tersa piel de la mano de Jin.

Good Morning, NamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora